Tanto en la Asociación General de Obreros y Empleados del Ferrocarril (AGEOFE) como en sus filiales (Colegio de Huérfanos, Viviendas…) realiza numerosos proyectos. En Ciudad Real, en los primeros años de su actividad profesional, realiza dos proyectos de carácter educativo para los empleados del ferrocarril. En 1923 en Alcázar de San Juan y en 1924 en Ciudad Real. Edificios en los que el ornamento es elemento definidor de su conformación externa.
Francisco Alonso Martos nació en Granada en 1887 y murió en Madrid en septiembre de 1961. Cursó la carrera en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, finalizando sus estudios en 1913 a la edad de 26 años. Tenía una estrecha vinculación con Málaga, ya que su madre, sus abuelos maternos y su abuelo paterno eran malacitanos.
El ornato como definición de la arquitectura
Uno de los primeros proyectos de Alonso Martos es el edificio par la Asociación General de Empleados y Obreros de los Ferrocarriles de España y centro docente que realiza en Alcázar de san Juan. En Alcázar de san Juan la primera piedra se colocaba el 29 de enero de 1922 y el edificio se inauguraba el 13 de octubre de 1923.
El edificio ocupa un solar en esquina a las calles Goya y Velázquez con una superficie de 1768 metros cuadrados con 1318 metros construidos en dos plantas. Las fachadas tienen las dos plantas diferenciadas con una cornisa que recorre todo el edificio separando la planta baja y la primera. Los huecos de la planta baja se rematan con arcos circulares que tienen pequeños resaltes de la moldura horizontal que separa el cuerpo recto de la forma circular superior. En la planta primera los huecos son rectangulares enmarcados en bandas de piedra a ambos lados, un zócalo saliente apoyado en dos ménsulas en sus lados y superiormente otras dos pequeñas ménsulas sobre las cuales corre una banda continua que remata superiormente el edificio. Una banda superior más ancha que oculta en parte la forma de la cubierta completa la composición del conjunto del edificio con elementos salientes a ritmos regulares coincidentes con las ventanas de la parte superior y zonas intermedias.
Una composición que aúna la propuesta racional de ritmos y dimensiones de huecos con un tratamiento más clásico que enfatiza elementos de la composición con molduras y cuerpos salientes. Los materiales de acabados separan la planta inferior como base continua de la superior con los huecos de menores dimensiones. El ornamento es elemento definidor y ordenador del edificio. Las molduras que separan la planta baja y primera y sobre todo la banda de remate superior acentúan la horizontalidad del edificio. Los huecos se resaltan con los recercados laterales, superior e inferior. Los dos elementos ornamentales en la planta primera marcando el quiebro del plano de acceso a los dos laterales quieren subrayar la importancia del acceso.
El Colegio de Ciudad Real
La presencia del ferrocarril en Ciudad Real, junto a las propias instalaciones ferroviarias, tiene actividades diversas. Una cooperativa llamada La Confianza, con un magnífico edificio propio, enclavado en el mejor sitio de la población, vendía a sus asociados comestibles, paquetería, tejidos y muebles. La integraban 1.197 socios. Tenía un capital social de 307.279,27 pesetas y efectuó una venta, en el año 1929, de 700.415,21 pesetas con un beneficio líquido de 78.286,30 pesetas.
El proyecto del Colegio Ferroviario de Ciudad Real tiene una solución de planta casi cuadrada con cuatro fachadas. Inició su actividad en 1924 en las inmediaciones de la que era la primera estación de tren de la ciudad. Fue el segundo colegio que inauguró la Asociación General de Empleados y Obreros de los Ferrocarriles de España. El edificio tiene tres plantas que se reducen a dos en la fachada al parque de Gasset creando una terraza en la planta superior del edificio. Este año el colegio, ya trasladado a otras instalaciones, celebra su centenario.
En este caso la definición de las plantas establece una composición con una planta baja diferenciada respecto de las dos superiores. Huecos con arcos superiores de grandes dimensiones marcan el ritmo de la planta baja en contraposición con los huecos más reducidos de las plantas superiores. Los huecos de ventanas se resaltan con recercados en todo su perímetro que se diferencian en los accesos centrales de las fachadas a la Ronda y al parque de Gasset. Sobre las puertas de acceso los huecos se enfatizan con frontones triangulares en la planta superior.
Este proceso de ornamentación se hace máximo en la fachada al parque de Gasset con las balaustradas en los tres balcones, el remate de la cornisa y los adornos del borde de la cubierta en todo su perímetro con elementos superiores que quieren enfatizar el carácter monumental del edificio. Todo un repertorio que quiere dar valor al edificio que, en su planta, tiene la sobriedad de su organización y funcionamiento.
La Maternidad y la Casa de Expósitos
En Ciudad Real, Alonso Martos, proyecta también los edificios para Casa de Expósitos y Maternidad en 1927, con un presupuesto de 344. 680,54 pesetas, que en 1932 se amplía con una planta más en la Casa de Expósitos.
El edificio de Maternidad es de planta longitudinal, de una altura con un cuerpo elevado en el centro y una composición simétrica respecto del punto de acceso. El cuerpo central con un volumen de mayor altura y cubierta a cuatro aguas tiene un lucernario superior y deja a ambos lados dos espacios de menor altura con cubierta plana al igual que los dos cuerpos laterales de la zona posterior. Una planta que en su frente tiene 42 metros de longitud y una anchura total de17,30 metros con dos cuerpos que se retranquean 9 metros respecto de la línea de fachada en su parte posterior.
El volumen de la Casa de Expósitos situado en posición posterior tiene cuatro alturas con una planta superior de huecos continuos más reducidos que remata la composición del conjunto. Una longitud total de 38,90 metros y dos volúmenes de dos plantas que sobresalen de la fachada principal en su lados. Edificios con una geometría que supera la arquitectura ornamental de los edificios educativos de Alcázar de san Juan y de Ciudad Real, con una composición volumétrica interesante y un estudio de huecos y proporciones en sus fachadas que superan los criterios de la década anterior.
La relación de Francisco Alonso Martos con la AGEOFE y especialmente con el CHF tiene dos obras de uso educativo en la provincia de Ciudad Real como son el edificio de Alcázar de San Juan y el de Ciudad Real, buena muestra de la arquitectura escolar de los años 20 del siglo pasado que, con nuevos usos culturales o con proyectos de rehabilitación conservan elementos esenciales de su arquitectura original. Un lenguaje arquitectónico que cambia sustancialmente en sus dos proyectos para Maternidad y Casa de Expósitos con una composición más sobria, con recursos sencillos en cornisas y remates, pero con un predominio sustancial de la racionalidad y la geometría como bases de la composición.
