El Parque Nacional de Cabañeros deja “muy satisfecho” a los turistas que lo visitan, tal y como se desprende de los resultados de la encuesta de satisfacción realizada por el propio parque para conocer la opinión de quien eligen este espacio natural protegido como destino turístico.
Según ha explicado Virginia Torralba, la técnico del parque encargada de elaborar la encuesta, la muestra obtenida en 2018 se basa en 536 respuestas, de las que se ha obtenido una valoración global de 8’9, “dos décimas más que en 2017, en la que a su vez ya subimos una décima respecto a 2016”.
El perfil del visitante es bastante similar al año anterior, ha explicado Torralba, con la mayoría de visitantes procedentes de Madrid, Toledo y Ciudad Real, por lo que la cercanía, “sigue siendo un factor determinante porque se sigue considerando como un destino de fines de semana y puentes, como ocurre con la mayoría de los destinos de interior”.
Entre los datos de este año destaca, ha señalado la técnico, el hecho de que “ha cambiado ligeramente con respecto a los años anteriores el que para el 74% de los encuestados visitar el Parque ha sido la razón principal del viaje, frente al 26% en el que Cabañeros formaba parte de un viaje combinado, ya que en los años 2016 y 2017 era para el 80% la razón principal del viaje”.
Para la mitad de los encuestados el tiempo que utilizan para conocer el parque es de 1 día, y para la otra mitad utilizan 2 o 3 días, y sólo un 5% indica quedarse más días.
Sobre la estancia en la zona, el 33% señala que se queda sólo un día, el 50% entre 2-3 días y el 17% restante más de 3 días.
Comparando desde el 2016, ha dicho, “observamos una tendencia a permanecer más días en el territorio, lo cual es favorable para la economía local”.
En este sentido, ha comentado que los visitantes dedican más días a estar en la zona, durmiendo en los alojamientos de los municipios aledaños, mayoritariamente Horcajo de los Montes, Los Navalucillos, Navas de Estena y Retuerta del Bullaque.
Las principales actividades para las que los encuestados declaran venir al Parque son las rutas de senderismo y las rutas 4×4, en otros casos, los turistas optan por el descanso y paseos cortos, las visitas educativas a centros y museos, y la fotografía.
En menor proporción hay quien ha elegido como principal actividad la observación de aves, las actividades por el entorno como astroturismo, rutas a caballo y rutas en bici.
Los turistas este año han vuelto a valorar los equipamientos del parque con la nota más alta, un 9 sobre 10, que se la lleva el centro de Horcajo de los Montes, al contrario la nota más baja (7’4) se la lleva el Zoorama, el museo de fauna, que a pesar de ser muy completo quizás no cuenta con una exposición tan llamativa.
En cuanto a las rutas las más valoradas son las que se ofrecen guiadas, pues claramente le suman valor añadido a la propia ruta.
La ruta del Macizo de Rocigalgo que lleva dos años de apertura se coloca también entre las mejor valoradas con un 9 sobre 10, por lo que cumple las expectativas de los montañeros que la hacen, pues les da la oportunidad de realizar 20 kilómetros sin repetir el itinerario de vuelta.
La menos valorada ha sido la Colada del Navalrincón con un 7,4 sobre 10, probablemente no cumple las expectativas del visitante al pasar por zona de cultivos en algunos tramos, y por otro lado, necesita una mejora en la señalización y paneles interpretativos.
Todos los aspectos generales del parque están valorados por encima del 8, destacando un año más el servicio y atención del guía que alcanza una nota de 9’3 sobre 10.
Por último, en cuanto a los comentarios de las preguntas abiertas hay que destacar como positivo las numerosas menciones a la amabilidad, profesionalidad y explicaciones de los guías en las rutas a pie y en las rutas en todoterreno.
También, ha señalado Virginia Torralba son muchas las felicitaciones por el buen estado de conservación y la limpieza del Parque Nacional.
Como el año anterior, los comentarios negativos son más variados y destacan las quejas por mal estado de algunos caminos, la demanda de fuentes en las rutas o la demanda de productos de venta (bebidas y recuerdos) en los centros de visitantes.
También se han registrado algunas quejas sobre el mal estado de los paneles en la ruta del Boquerón, que se deterioraron fuertemente por insolación en el verano de 2017 y donde la lectura de la información es complicada, algo que, ha dicho, “el parque está pendiente de cambiar”.
