El joven actor manzanareño Carlos Ruiz recibió con “mucha ilusión” la noticia de que ‘La sociedad de la nieve’, la película sobre la tragedia de los Andes rodada por Juan Antonio Bayona y en la que actúa como doble de escena, se encuentre entre las elegidas para optar por dos estatuillas de la Academia de Hollywood, en concreto en las categorías de Maquillaje y peluquería y Mejor película internacional.
A través de un cásting, por cuestiones como su parecido y fácil adaptación a través del maquillaje y peluquería, fue elegido como doble de escena del personaje de Diego Storm, aunque también lo hizo para “algún que otro personaje como Roy Harley, cubriendo a algún compañero que no podía ir ese día al rodaje”.
Como una experiencia “chulísima. Lo recuerdo con mucho cariño y de pasármelo muy bien todos los días que me tocaba ir”, define su participación en el rodaje que se llevó a cabo entre enero y abril de 2022 en Sierra Nevada y “a contarreloj” al ser en la nieve, para que no se notaran cambios, por parte de tres equipos simultáneamente grabando. “En el principal siempre estaba Bayona, mientras que en los otros se hallaban dos directores de confianza y luego Bayona lo revisaba todo”.
Los dobles, que actúan en escenas en las que no es necesario que se vea la cara porque son planos de lejos o de espaldas, “solíamos estar con los equipos dos o tres y alguna vez a algún doble en concreto nos subían al uno donde estaba Bayona”, relata Ruiz.
La inmersión en la producción española más cara de la historia, con todo el potencial de la industria del cine en medio de la nieve, “una gran cantidad de gente trabajando simultáneamente con grúas, mucha maquinaria y todo muy cuidado” fue algo “increíble, muy chulo”, y eso que también hubo días difíciles de “mucho viento y nieve”.
“Cuando teníamos que hacer una expedición y soplaba mucho viento y se movía mucha nieve, en realidad había dos partes pensando en ti: ‘qué bien va a quedar esto’, por un lado, y, por otro, ‘joder qué frío, a ver si va a pasar algo’, aunque en realidad todo estaba todo muy previsto y cuidado”.
Para las escenas peligrosas había dos especialistas, apuntó Ruiz, cuya escena más dura fue cuando tuvo que caerse sobre la nieve y quedarse “ahí tumbado mucho rato tumbado con la frente apoyada en la nieve. Ahí es cuando peor lo pasé, pero más allá de eso… todo fue muy divertido, con muchas risas y de pasarlo muy bien”.
No le extraña que ‘La sociedad de la nieve’ esté entre las cinco candidatas al Óscar al Mejor Maquillaje y Peluquería, ya que los profesionales del equipo responsable “estaban todo el rato superatentos, muy implicados. Tenían un montón de fichas sobre cómo tenía que estar cada personaje en cada momento, siempre con todo al detalle. Lo primero que hacíamos todas las mañanas al llegar era nuestra hora o el tiempo que tuviéramos que echar de vestuario, maquillaje y peluquería y, luego, en el rodaje siempre estaban pendientes con correcciones entre toma y toma: todo muy quirúrgico y medido milimétricamente”.
También cree que puede llevarse el Oscar a la Mejor Película Internacional: “Bayona gusta en Hollywood, tiene buen tirón allí”, hace “un cine muy potente” y el film está funcionando “estupendamente, está por las nubes, batiendo récords en Netflix”.
Al frente de Lazarillo, todo un referente cultural
Por otra parte, Carlos Ruiz, de 23 años, preside la Asociación Cultural Lazarillo Teatro de Cámara y Ensayo de Manzanares, que cumple 63 años de actividad. “Me encantaría que Lazarillo fuera más grande de lo mucho que ya es. Además, este año se celebra la 50 edición de su Festival, el de teatro contemporáneo más antiguo de España y de teatro en general con más ediciones ininterrumpidas”.
“Tenemos muchas cosas en mente para celebrarlo, estamos negociando con las instituciones para conseguir mucho más y ojalá sea tan grande como lo planeamos”, apunta Ruiz, que quiere potenciar y subir el número de socios, así como conseguir ventajas para ellos, además de “mantener todo lo que Lazarillo es, sobre todo sus escuelas, que es nuestra manera de hacer que el ciclo siga: gente pequeñita que se apunta porque le interesa el teatro, descubre que en Lazarillo nos lo pasamos muy bien, se queden, vayan subiendo, cojan responsabilidades y siga el ciclo. Eso es por lo que estoy yo ahora de presidente, entré con cinco años y aquí sigo”.
A nivel personal, “Lazarillo es básicamente lo que me ha definido, lo que me despertó que yo quiera ser actor, intentando trabajar y abriéndome paso en el mundo de la interpretación”, además de reportarle “grandísimos amigos y una segunda familia”.