El film dirigido por Pablo Berger es uno de los cinco elegidos para alzarse con la estatuilla a Mejor Película de Animación y, aunque compite con títulos potentes como la última entrega “del maestro de Miyazaki o la nueva de Spiderman”, con toda la ilusión del mundo llega a la alfombra roja de Hollywood la producción española estrenada en Cannes, que ganó en Annecy, el festival de cine animación más importante del mundo, y se llevó el premio del Jurado en Sitges, además de recibir cuatro nominaciones a los Goya.
La carrera de esta película, la tercera producción española en la historia en ser nominada a los Oscar, es “impecable”, comenta Carlos, quien trabajó en el departamento de producción del film, encargándose de “gestionar distintas tareas que tanto el director de animación como el director de los departamentos artísticos pedía a los animadores y creadores de fondo. Mi labor fue organizar esa parte de producción para que el trabajo fluyera”.
Para Carlos, que cuenta con su propia productora de animación en Castilla-La Mancha junto a su hermano Roberto, con quien ha realizado títulos como ‘Nacer’ que se proyectó en el Festival Internacional de Cine de Almagro y fue nominado a los Goya, la incorporación al equipo de Berger fue su primera participación en un largometraje, ya que previamente sólo había producido cortos.
“Ha sido una experiencia muy interesante conocer cómo otras personas que llevan ya años y años trabajando en esto comparten contigo todo lo que saben y te enseñan. Es otro nivel, ya estamos hablando de una película en la que trabajan cientos de personas, muchos departamentos y es ilusionante poder estar ahí y formar parte de algo tan grande”.
“Me incorporé con la ilusión de aprender y poder aplicar esos conocimientos a mi propia película y es justo lo que quiero hacer”, comenta. “Roberto, que es el creativo de los dos, está desarrollando el guión de nuestro propio largometraje de animación y, cuando esté listo el guión, yo como productor espero estar a la altura y poder levantar esta historia, conseguir la financiación y hacerla realidad. Con un poco de suerte, este año podrá estar listo guión y, para 2025, empezaremos a desarrollarla”.
Sobre ‘Robot Dreams’, destaca que se trata de una película “muy especial, conecta con todo tipo de público. Aunque tiene apariencia infantil por los personajes y universo, posee una serie de mensajes y valores muy profundos y con los que cualquier adulto puede sentirse identificado”.
La película aparece en un momento de, por un lado, el boom de la inteligencia artificial y la robótica y, por otro, de los animales de compañía. “Cada uno puede tener un visión muy diferente y acercarla a su propia forma de ver la vida. Tiene muchos enfoques y temas. A mí me recuerda a la relación con mi propio perro, que es como si fuera mi hijo”, expone Carlos, que resalta que, durante la grabación del film, tuvo que trasladarse a Pamplona, donde se produjo así como en Madrid. Al tener que mudarse y “estar lejos de su perro, veía esa misma relación y me acordaba mucho de él”.
“La película trata de un perro y un robot que se conocen en el Nueva York de los año 80 y pasa algo por lo que se tienen que separar y, en mi caso, me lo llevé a mi relación con mi perro porque me tuve que separar de él para poder trabajar en la película”, comenta Carlos, también profesor de Edición y Postproducción en la Facultad de Comunicación de Cuenca.