Muchas cosas podrían cambiar en las próximas quincenas, pero el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro mantiene la intención de celebrar su 43ª edición en julio con las indicaciones sanitarias que se determinen para garantizar la seguridad del público, artistas y trabajadores.
“Hemos tenido reuniones de trabajo con los patronos y todos han mostrado su disposición” a seguir adelante con la celebración de una edición que será “atípica” y para la que habrá que adaptar aforos, espacios y condiciones, aunque aún “no tenemos una información” precisa para ello, expone el director del Festival, Ignacio García.
El estado de alarma se va a alargar al menos hasta el 11 de mayo, pero aún se desconocen cuáles serán las siguientes fases y qué restricciones se van a establecer, en función de las cuales el equipo de trabajo del Festival está barajando diversas opciones para la adaptación a las instrucciones sanitarias de una programación que será algo más pequeña, con el propósito de facilitar su acomodo a los recursos existentes, y con menor presencia internacional, por la dificultad de traslado que puedan tener las compañías de otros países.
Frente a otros festivales que dependen de un único lugar emblemático, la ventaja de Almagro es su versatilidad al disponer de espacios muy diferentes. Aunque el Corral de Comedias es el centro del Festival, hay muchos otros lugares, de manera que si se aconsejara que los espacios abiertos “tienen mejores condiciones sanitarias podemos hacer un festival más inclinado hacia el aire libre o si hay que reducir de alguna manera el aforo en las salas tenemos espacios desde cien a setecientos espectadores y podemos recolocar la programación en el escenario que más se adecúe contando con esas limitaciones”.
García, que indica se no se va a presentar la programación hasta que se levante el estado de alarma sanitaria, resalta la importancia de que el Festival sea presencial para mantener viva la actividad de unas compañías que están sufriendo mucho económicamente en este momento y porque es un motor económico importantísimo para el municipio y la comarca, a lo que se suma el propósito del Festival de erigirse, en unos momentos tan inciertos y difíciles como los actuales, en “faro de luz y esperanza”.
Se antoja complicado que Chile, como estaba previsto, sea el país invitado en esta edición por las dificultades de desplazamiento que pueda haber, admite García, que también resalta que es momento, dada la actual crisis, de “apostar fundamental o mayoritariamente por las compañías nacionales y locales, de La Mancha”.
Valores
La actual situación generada por la pandemia “sin duda” se va a reflejar en la programación con valores muy presentes en el Siglo de Oro como la compasión, justicia, prudencia y libertad. “Desde ese punto de vista estamos afrontándolo primero en lo filosófico pero también en lo concreto porque es evidente que el público no va a ser igual que otros años”, teniendo en cuenta además que una parte importante de los espectadores de otros países posiblemente no puedan acudir y “el público nacional va a estar muy golpeado por la crisis económica”.
“Tenemos que pensar en todas esas variables e intentar hacer un festival que se adecúe al contexto en el que estamos”, subraya García, para indicar que a nivel de precios se van a contemplar las dificultades económicas. “Queremos tener sensibilidad con el momento que estamos viviendo tanto hacia las compañías como hacia el público”.
Tras el KO en el que ha dejado a la sociedad el coronavirus, el Festival de Almagro tratará de mantener las esencias, como reserva natural de Siglo de Oro, pero, al mismo tiempo, ser “empático con las circunstancias, sensible con la realidad social del momento actual”.
“Creo que la gente no entendería que hiciéramos un festival como si nada de esto hubiera pasado y sería imposible, de manera que va a intentar ser un festival adecuado y que garantice la seguridad a los artistas, público y trabajadores. Ése va a ser el desafío, volver a los teatros pero con garantías”. En este sentido, potencialmente por fechas el Festival de Almagro sería de “los primeros en regresar de manera que entre todos tendremos que aprender una manera nueva de ir al teatro”.