La matiné ha tenido dos partes bien diferenciadas. La primera ha estado dedicada a compositores europeos. El recital se ha iniciado con “In a monastery garden”, obra que el músico inglés William Ketelbey compuso en 1915. Una composición que nos mete en la tranquilidad del jardín de una abadía. La UMCT ha proseguido con una pieza de otro británico, la Primera suite para banda militar de Gustav Holst. Una obra escrita por uno de los grandes sinfonistas dedicada a la banda de música. Los de Sánchez-Ballesteros interpretaron, para cerrar la primera parte, la Fantasía Oregón del holandés Jacob de Haan. Con esta pieza, la UMCT nos ha llevado al viejo oeste y nos ha metido en el mundo del jazz.
La segunda mitad ha estado dedicada a compositores españoles de la misma época. Ha comnzado con el Intermedio de la ópera Goyescas de Granados. La Unión Musical ha proseguido con una selección de “El caserío”, la conocida zarzuela Jesús Guridi. La última pieza del programa ha sido el poema sinfónico “la Procesión del Rocío”, obra compuesta en 1912 por Joaquín Turina. Una composición en la que destacan el folklore y las tradiciones andaluzas con un sinfonismo sublime.
Tras la ovación del público, Sánchez-Ballesteros ha dado las gracias al público recordando que lleva dos años al frente de la Unión Musical “Ciudad de Tomelloso”. Un periodo de mucho trabajo, ha dicho, reconociendo que la banda tiene muchas posibilidades. Como propina, la banda ha interpretado el pasodoble “Flores de España”, de Pérez Choví, que el director ha dedicado al respetable y a Alejandro, uno de los saxofones de la banda que no ha podido tocar.