¿Qué se necesita para bordar un montaje, para crear una de esas joyas que conservarás toda la vida, una de esas que acaricias cuando necesitas consuelo en medio del patio de butacas y valor para no rendirte? ¿La pregunta del millón? Bueno, no para The Jerusalem Khan Theatre. La cosa no es para tanto: basta con tener talento. Y, quizás, una larga tradición detrás. Y una buena obra, claro. Y trabajo, por supuesto. Y la imprescindible pasión. Y dar con un público cómplice. Y… bueno, sí, tal vez no sea tan fácil, pero lo que no necesitan estos israelís es parafernalia y adornos. Nada de plataformas que suben y bajan, de proyecciones que suplan a la imaginación, de vestuarios fastuosos. A estos tipos les da una pared blanca, dos sillas y un saco y te hacen Los enredos de Scapin, en la versión del poeta Nathan Alterman, como nos recuerda cantando el elenco de la obra, lo mejor que hemos visto este Festival de Almagro, quizás lo mejor que hemos visto por Almagro desde hace lustros.
Tal vez sea exagerar, pero es imposible no hacerlo con Los enredos de Scapin, en la versión del poeta Nathan Alterman, hija del cabaret y la Comedia del Arte, prima muy hermana de los Hermanos Marx (a Scapin dan ganas de pintarle un bigote, pero no darle un puro, que ya lleva un palillo). Los espectadores que tuvieron la suerte de verla empezaron a reírse a eso de las 22:45 y terminaron una hora y media después. Los que vayan hoy, que todavía pueden, están avisados. Y sí, es en hebreo con sobretítulos, lo que tiró a mucha gente para atrás a la hora de decidirse a comprar las entradas. Los que no lo hicieron, se equivocaron. Sin duda. Los enredos de Scapin, de Jean Baptiste Poquelin, Moliere, en versión del poeta Nathan Alterman, dirigida por Udi Ben-Moshe es de esas obras que no encuentran apenas detractores. El talento, cuando es tan evidente, salta a la vista y hay que ser muy snob, que es una palabra muy snob, para no aplaudirlo, a pesar de que los sobretítulos que a veces desvían la atención de una actuación excesiva y, al mismo tiempo, controlada, austera en su exageración, física. Los actores no caen en el pecado de gustarse en exceso, sino en el de gustar al público. Déjenme decirles sus nombres: Vitali Friedland, un Scapin vestido como un Jaimito judío, maestro de ceremonias, conductor del público al terreno que él quiera; Aie Cherner, Argante, padre convencionalmente desternillante, al que se le ve la hipocresía de ser normal y respetable en cada paso, en cada tic, en cada tartamudeo; Yoav Hyman, cuyo único desliz es atreverse a enamorarse de una doncella pobre, digno hijo de Argante, el más necesitado de los enredos de Scapin; Natalie Eliezerov, la media naranja de Octavio, Hyacinta, físicamente sin dudas judía, amante inteligente; Yehoyachin Friedlander, Geronte ridículo, avaro por vicio, apaleado y burlado, al que le sobra el cuerpo, le basta con el rostro para dibujarlo casi todo; Ariel Wolf, un Leandro pendenciero, que se atreve a enamorarse de una gitana, de una zíngara, con barba de unos cuantos días, una línea corporal apenas, cuya técnica de clown llena cualquier escena; Nili Rogel, la amante gitana, que no lo es, Zerbinette, que casi no habla, para qué, si no le hace falta, sexualmente cómica; y Erez Sharif, Silvestre, el criado de Octavio, además de “otros pequeños papeles”, como apunta en la presentación, poca cosa, solo el más desternillante de los macarras, falso hermano de Zerbinette, la madre de Hyacinta con pinta de abuela a punto de ser devorada por el lobo feroz, turquito raptor y cosas así.
En fin, que si el teatro en Jerusalén es todo así, dan ganas de hacer las maletas, como hace un par de años dieron ganas de irse a Argentina con el Othelo de Gabriel Chamé, con el que guarda no pocas semejanzas. O al menos, escribamos una carta a la dirección del Festival para que el año que viene nos lo programen otra vez, por favor.
Ficha Artística-Técnica
Escenografía Frida Klapholz-Avrahami
Iluminación Roni Cohen
Vestuario Dana Tsarfaty
Música Keren Peles
Producción The Jerusalem Khan Theatre
Ayudante Noam Peleg
Traducido del hebreo por
Juan Carlos Nevado Macias y Einat Talmon
Reparto
Scapin Vitali Friedland
Argante Arie Cherner
Octav Yoav Hyman
Hyacinte Natalie Eliezerov
Geronte Yehoyachin Friedlander
Liandre Ariel Wolf
Zerbinete Nili Rogel
Silvestre Erez Shafrir