MALLORCA 29 |
ID ENERGY CASERÍO 32 |
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David Arnedo; Guillem Monjo (-), Aaron Pardo (1), Matias Cañellas (1), Asier Satrustegi (1), Rubén Sánchez (2), Vicenç Alexandre (-), Guillem Fernández (1), Agustín Marcos (4), Dídac Romero (1), Nicolas Cecchini (5), Luis de Goya (1), Pol Varela (-), Sergio Torio (7) y Mikita Liavonau (4). | Óscar Ruiz, Santiago Giovagnola (Ps); Pablo Campanario (3), Martín Santano (-), Nicolás Ayucar (), Juan Manuel Lumbreras (-), Augusto Moreno de la Santa (-), Víctor Morales (2), Fran Ruiz (-), Rodrigo Martín-Pozuelo (-), Santi Alejo (5), Yurii Dielierhiev (-), Ángel Pérez de Inestrosa (11), José Palacios (3), Adrián Sánchez (2) y José Andrés Torres (6). |
ÁRBITROS Pérez González y Díaz-Flores Gómez-Calcerrada. EXCLUSIONES: Monjo, Cañellas, Marcos, De Goya, Liavonau; Campanario (2), Moreno, Palacios. |
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PARCIALES CADA 5 MINUTOS 1-2 (5’); 4-4 (10’); 6-9 (15’); 8-10 (20’); 9-13 (25’); 10-14 (descanso); 15-17 (35’); 17-19 (40’); 21-22 (45’); 25-27 (50’); 28-29 (55’); 29-32 (final). |
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INCIDENCIAS Partido de la cuarta jornada en la División de Plata. |
Gran partido y mejor imagen la dejada en tierras mallorquinas por un ID Energy Caserío de Ciudad Real que derrotó al Handbol Mallorca para sumar su cuarta victoria en cuatro partidos y seguir con ocho puntos al frente de la tabla, igualado con el BM Guadalajara. Fue un choque muy vistoso y apretado, en el que los de Santi Urdiales agarraron una renta de dos goles nada más comenzar y en todo momento jugaron a favor de marcador ante un rival que peleó su suerte hasta el final, pero pese a que el equipo local se lo dejó todo, lo único que conseguiría en la hora de juego fue empatar por dos veces.
Un comienzo de partido muy bueno en lo defensivo y dos latigazos de Ángel Pérez de Inestrosa y Palacios pusieron a remolque de buenas a primeras a un Mallorca que ya jugaría así durante el resto del encuentro, pues nunca iría por delante y sólo conseguiría empatar dos veces. La primera con el 4-4 en el 8´ en un inicio de partido de mucho acierto que luego no sería tan fructífero. De hecho el Ciudad Real respondió a la afrenta con un parcial de 0-3 con un puñal llamado José Andrés Torres, que le permitiría jugar con esa renta durante casi todo el primer tiempo.
El equipo de Santi Urdiales mostró una muy buena imagen en todo momento y supo castigar las debilidades de los locales tanto en estático como a la carrera, defendiendo también a un nivel alto. De hecho, a falta de siete para el descanso amplió firmó una nueva máxima con el 9-13 y esa renta de cuatro goles se mantendría al paso por los vestuarios con el 10-14.
Previa máxima de +5 visitante con el gol inaugural en el segundo periodo, en el reinicio el Mallorca apretó más que nunca y ya con el 15-17 antes del minuto cinco tuvo opciones para ponerse a uno en un ataque en superioridad, pero los manchegos se caracterizan por su aplomo y, exhibiendo gran parte de sus muchas virtudes, evitaron que el rival cogiera confianza, pues en cuanto soñaban con la igualada le asestaban un golpe.
Eso sí, ahora los mallorquines no dejaban que su rival pudiera correr con tanta facilidad y, además, pese a atacar casi siempre en estático, lo cierto es que sabían esperar hasta encontrar el momento oportuno, pero siempre había un imprevisto, como con 16-18 afortunado poste y rebote en la espalda del portero visitante que no entró.
El partido cada vez estaba más bonito e igualado, por lo que cualquier detalle resultaba decisivo, como por ejemplo una pérdida local en ataque sin portero y gol a puerta vacía de los ciudarrealeños. El Caserío de Ciudad Real no se dejaba empatar, el reloj seguía corriendo y eso era una buena noticia porque su rival no podía permitirse ningún despiste.
Así, superado el ecuador de la segunda parte, Alejo anotaba un precioso tanto con una rosca perfecta a ras de suelo y, además, sacaba un dos minutos. Una sanción que el rival pagó en el siguiente ataque con un una pérdida y gol visitante sin portero bajo palos (21-24). En la segunda mitad ambos equipos estaban acertados en ataque con un porcentaje de acierto muy alto y eso necesariamente no era negativo para los de Santi Urdiales, que una y otra vez amenazaban a los mallorquines con ampliar la renta y romper el partido.
Pero entonces apareció el portero local David Arnedo por dos veces seguidas y Urdiales tuvo que parar el juego (26-27 a falta de 8´). De vuelta a pista se vio el segundo empate de la tarde tras el 4-4 del inicio y el pabellón de La Salle rugió como nunca, pero el Caserío exhibía seriedad defensiva por enésima vez en el partido y con un parcial de 0-2 volvía a exigir la mayor intensidad a su rival.
El Mallorca aguantó el órdago y con un gran despliegue defensivo más otra gran parada de su portería se mantuvo en la pelea, pero a falta de dos minutos, con opción de empatar de nuevo, fue obligado a lanzar bajo amenaza de pasivo, falló y ahí se le escapó cualquier opción de sumar. Los de Santi Urdiales no perdonaron ni en el siguiente ataque ni en la siguiente defensa y entonces sentenciaron para sumar su cuarto triunfo en cuatro jornadas.