El domingo se juega la última jornada de liga en Tercera División. Para muchos equipos de vital importancia, aunque no así para la U.D. Socuéllamos, que tiene ante sí un mero trámite en Villarrobledo antes de meterse en faena con los play off de ascenso.
No obstante, tampoco está en la mente de los socuellaminos ir al Virgen de la Caridad como convidado de piedra para poner en bandeja la liga a su vecino, siempre y cuando el Conquense fallase en su partido en Casas Ibáñez.
Para ello deberá saber manejar ciertos aspectos que van entre que su rival no consiga el mayor éxito de la temporada regular a su costa pero que tampoco este encuentro perjudique sus mayores intereses, que están puestos en el partido de la próxima semana que será el primero de la fase de ascenso.
Uno de estos aspectos es la elección del once, para lo cual Calleja cuenta con una baja obligada, la del central Andoni, que veía la quinta cartulina del ciclo la pasada semana ante el Azuqueca, por lo que tendrá que cumplir un partido de sanción.
Por otro lado, la duda con Essomba. El camerunés viene de tres meses de inactividad y no se le quiere forzar en un partido que puede resultar muy intenso, pero también necesita minutos para poder llegar con algo de rodaje al play off a pesar de que el jugador ha estado trabajando el físico estas semanas. Otro asunto donde no puede haber error.
Y quizá el tema más controvertido: las bajas forzosas. Dos jugadores socuellaminos tienen cuatro cartulinas amarillas, casos de Chupi y Álex Jiménez, fijos para Calleja durante la temporada que si son alineados en el ‘Barranco del Lobo’ y fuesen amonestados se perderían el partido de ida de la primera eliminatoria. De otro modo pasarán limpios a disputar la fase de ascenso pero cualquier sanción tendría aplicación en la segunda fase de la competición que son los play off.
Lo más sensato sería no alinear a ambos jugadores. Pasarse de frenada, meter la pierna en el momento equivocado, algún encontronazo con un rival o protestar una decisión al árbitro son acciones habituales durante un partido que en muchos casos surgen de manera espontanea sin poder valorar en ese momento las consecuencias, que tanto para ellos como para los intereses del equipo serían fatales. Por lo que aunque el conjunto de Calleja tampoco vaya regalar el partido, sí que debe mirar de reojo la siguiente cita en la que de verdad se juega los intereses de la temporada y donde su potencial no debe verse mermado como consecuencia de este partido, con mayor motivo si son aspectos que se pueden manejar previamente.
Ni tan siquiera meterlos en la convocatoria cuando a fin de cuentas nada se lo impide, pero solo faltaría ver una cartulina tonta desde el banquillo. Calleja decidirá.