Más lejos de la ASOBAL

El Vestas BM Alarcos Ciudad Real se estrenó en la segunda fase por el ascenso a ASOBAL con una derrota en la pista del UBU San Pablo Burgos, un rival que no demostró ser mejor equipo, pero que sí supo jugar mejor en los momentos decisivos del enfrentamiento. De hecho, el encuentro estuvo marcado por la enorme igualdad y solo en los minutos finales el conjunto local, con el ciudarrealeño Álvaro Torres en sus filas, estuvo más acertado y dejó la derrota para un cuadro alarquista que sigue colista del grupo, ahora a siete puntos del ascenso.

El partido tuvo un comienzo marcado por las defensas, pues aunque ambos conjuntos consiguieron hacer gol en su primera intentona (inauguró el marcador un Dalmau Huix liberado tras una buena circulación y respondió Grandi antes de cumplirse el minuto uno de juego), después ya nadie lograría anotar en los siguientes siete minutos; hasta que Carles Asensio se revolvió en la zona de pivote para hacer el 1-2 en el minuto 8. Por eso y más allá de los dos goles tempraneros fue un inicio de duras defensas seis cero y de un Óscar Ruiz, el meta del Alarcos  inconmensurable con hasta cuatro paradas de mucho mérito.

El tanto de Asensio tuvo la respuesta rápida de los locales tras un error de Palacios, pero los manchegos volvieron a marcar a la siguiente y después cazaron una contra y dos robos que abrían la brecha a tres (2-5 en el minuto 11). Apareció entonces el portero local Ibrahim Moral para frenar a un Asensio, dominador en la línea de seis metros, y los suyos agarraron a él para reducir la distancia a la mínima con un parcial de 2-0 y llevar el choque a una fase de golpes donde los burgaleses se sintieron más cómodos, no sin alguna ayuda-decisión de los colegiados muy discutible (7-6 superado el cuarto de hora).

Recuperó la iniciativa un Alarcos más sólido (8-7) que, aunque con diferencia mínima jugaría, a favor de marcador durante el siguiente tramo de duelo, minutos en los que habría más errores que aciertos, hasta que al filo del descanso los burgaleses lograron ponerse arriba. Al descanso, 12-11 y, sin duda, el portero Ibrahim Moral fue pieza clave en que eso sucediera.

La segunda se reinició parecida, pero con pequeños matices, por ejemplo que el local Pinillos marcara un gol por despiste y en inferioridad o que los alcarreños no sacaran partido a sus superioridades. El Alarcos defendía de manera coral y Óscar Ruíz aparecía de forma regular, incluso él hacía el 14-14 en el minuto 7, pero a los morados les faltaban recursos ofensivos y eso se podía pagar caro en un enfrentamiento tan ajustado y de tanto contacto físico en las líneas de gol.

De pronto, en medio de las imprecisiones, el partido enloquecía y el marcador lo sentía (17-15 en el minuto 10). El Alarcos no dejaba que la cosa fuera a mayores y atacaba con portero-jugador para reducirlo a la mínima, pues la salida del internacional montenegrino local Mile Mijuskovic no se dejaba sentir.

Sin embargo, los rojinegros sacaban mayor partidos a los errores del rival (20-18 superado el cuarto de hora) y eso obligaba a los manchegos a un nuevo sobre esfuerzo (21-21 en el veinte) en el que nunca llegaban a tomar de nuevo la iniciativa en el luminoso (24-23 a falta de cinco para la conclusión).

Con todo por decidirse Grandi perdía perdía un balón evitable y la contra local dejaba a los visitantes contra las cuerdas. Javier Laguna paró el juego y dispuso de un ataque de siete, pero el Alarcos no estuvo fino e Ibrahim Moral volvió a hacer de las suyas. Más que suficiente para un Burgos que penalizó la falta de acierto de su rival para sentenciar (28-25).