Casi un mes después regresa la Liga para el Kiele, que desde primeros de diciembre no jugaba ante su afición. Desde entonces, grandes cosas han pasado. El equipo sigue invicto en lo más alto de la clasificación, lo que desde hace semanas ha dejado de ser noticia, lo extraordinario se ha convertido en habitual. Pero además de dos victorias a domicilio, tras el parón navideño, y antes de volver al Gran Gaby, las chicas de Chema Rodríguez tenían una cita en Palma de Mallorca para luchar por la Copa Princesa y, después de un torneo épico, las socuellaminas han regresado como campeonas, haciendo historia con la consecución de un título oficial a nivel nacional.
El equipo ha disfrutado de unos merecidos de descanso a continuación de la recepción oficial en el Ayuntamiento y las correspondientes celebraciones, pero ahora toca cambiar el chip y volver de nuevo con los cinco sentidos a la competición doméstica.
Antes de este partido, ofrecerán la Copa a los aficionados para acto seguido enfrentarse a su peor enemigo, el único equipo que hasta la fecha ha sido capaz de quitar un punto al Kiele. Se trata del Arona Tenerife, cuando en la jornada 2, en el partido disputado en las Islas, el conjunto de Chema Rodríguez vencía, pero se tenía que dejar un punto en el camino puesto que para ganar ese partido tuvo que recurrir al quinto set.
Eso, y el estado de optimismo por el reciente éxito cosechado, debe ser suficiente amenaza para no descuidarse ni un momento, sobre todo en esta fase de la competición en la que el Kiele tendrá partidos exigentes. Ahora el nuevo reto pasa por terminar en puestos de play off, a poder ser, vista la marcha, ganando la Liga y pelear así por el ascenso a la máxima categoría de voley nacional.