El sector oleícola -cooperativas y almazaras- de Ciudad Real ha acogido con inquietud el paquete de medidas que el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha presentado este jueves para favorecer la calidad y combatir la crisis de precios en origen, en la actualidad en valores tan bajos que el litro de virgen extra apenas alcanza los 2 euros.
Dirigentes de cooperativas y denominaciones de origen de la provincia han mostrado una gran incertidumbre ante la forma en que dichas acciones se van a plasmar para poder dar así solución al problema “estructural” que viven.
En conjunto, las propuestas persiguen potenciar la calidad y reducir la oferta, y contemplan intervenciones desde la producción a la comercialización: desde el apoyo a las externalidades positivas del olivar tradicional, al nuevo etiquetado, normas de calidad, acciones de promoción o el desarrollo de un programa específico al aceite de oliva en la futura PAC.
Los portavoces preguntados han respaldado medidas como la del etiquetado diferenciador, pero cuestionan otras como el aumento de la superficie del olivar ecológico, debido a los costes que lleva aparejado.
Todos han lamentado la grave crisis del aceite español, a pesar de que la última campaña se cerró con un 37 % menos respecto a la precedente, y de que se hayan retirado del mercado 200.000 toneladas con el almacenamiento privado. En esta línea, se contempla un sistema de autorregulación voluntaria para las cooperativas (que suponen el 67 % de la producción de aceite de oliva) para inmovilizar hasta el 10 % de su producción cuando las disponibilidades para una campaña sean muy elevadas que redundaría en estabilidad de precios.
Cómo se va a materializar
Con el convencimiento de que hay que elevar el valor añadido del producto, Carlos González, director técnico de la Denominación de Origen Protegida (DOP) ‘Aceite Campo de Montiel’, ha visto “buenas intenciones y propósitos” en el conjunto de las 10 propuestas, pero se ha mostrado más disuadido en relación a “cómo se van a materializar”.
“No sabemos cómo nos podrán afectar” y la eficiencia que tendrán a la hora de recuperar unos precios “que llevamos arrastrando dos campañas”. Por ello, pide una “explicación más pormenorizada” de unas medidas que en su mayoría “llevamos pidiendo”.
En clave de mercado, González ha visto necesario que la administración impulse “una verdadera política exterior” para poder competir en más igualdad con países “que no son grandes productores” y que por ahora “están más beneficiados”.
De la misma manera, la nueva norma de etiquetado para el aceite de oliva, que diferencie el virgen extra obtenido a través de sistemas de producción ligados al olivar tradicional, es positivo, tal y como desarrollan en los propios procesos productivos y de elaboración en el exigente marco de la DO.
Así, ha animado a los productores a sumarse a la apuesta por la calidad, con sistemas de cultivo más controlados que rentabilicen su actividad.
El ecológico conlleva más costes
Por su parte, el presidente de la Cooperativa Olivarera de Valdepeñas (Colival), José Antonio Sánchez Elola, también ha valorado varias de las acciones que el ministro ha recogido entre las demandas propuestas por los distintos operadores del sector con los que se ha reunido en los últimos días.
Ha respaldado que la etiqueta identifique el lugar de origen, para luchar contra prácticas como las de los italianos que compran aceite en España y lo embotellan con sus marcas.
Respecto a la idea de triplicar la superficie de olivar ecológicos en el marco del 2030 conllevaría, en su opinión, “muchos gastos y costes muy elevados”.
Así, también se ha mostrado a favor de tomar medidas para potenciar la calidad y controlar los procesos productivos para garantizar que “un aceite de oliva virgen lo sea”.
Por otro lado, Sánchez Elola ha lamentado los efectos de la crisis sanitaria en la cooperativa que encabeza, con una menor venta en los lineales de aceite virgen extra, la suspensión de operaciones con sus clientes de hoteles y grandes cadenas o las de los puntos de venta en carreteras también.
Por contra, ha habido más demanda en el comercio directo de la propia cooperativa.
Problema “estructural”
De su lado, Miguel Garza, gerente de la Cooperativa Virgen del Carmen-Covicar- de Almodóvar del Campo, ha subrayado el problema “estructural” del sector, por lo que ha visto “bien” la mayor parte de las medidas que lo abordan desde varios frentes.
Sin embargo, “faltaría ahondar en cómo desarrollar” todas estas propuestas.
El apoyo a la reestructuración del olivar tradicional para reducir los costes de producción, a su juicio, es un punto de partida para “poder competir en un mercado global”.
El etiquetado es otra acción a valorar, según Garza, al igual que la opción de ordenar el mercado en base a un adelanto de la cosecha y una mejor calidad de la producción, aunque haya menos cantidad. En este caso se obtendría “zumo de aceite, fresco y frutado”, un producto “más valorado” en los mercados.
Sobre el aumento del olivar ecológico, sus aceites son también “cada vez más demandados” y por tanto “hay que potenciarlo”.
Garza también ha exigido controles y revisión de las normas de calidad en el aceite embotellado, para que “el producto del interior esté acorde con lo que refleja la etiqueta”.
En conjunto, para el gerente de Covicar, las propuestas planteadas son bienvenidas ante el “problema bastante serio” en un marco global, donde la oferta y la demanda son “soberanas” y donde el agricultor ha de respaldar la reestructuración para “ser rentables”.