Estamos asistiendo a la emergencia del paradigma de la subjetividad. Una idea fuerza para este siglo: la primera persona está siendo el paradigma de nuestra contemporaneidad, característico patrimonio de la cultura de las mujeres.
La era de las lectoras
Hay una cuestión palpitante en la literatura actual: la irrupción de mujeres escritoras en número y relevancia sobresaliente. Cantidad y cualidad unidas.
Todo ello cayendo sobre un público lector femenino que ha dado lugar al fenómeno social que ya es llamado la era de las lectoras. Esto da lugar a una producción literaria y artística con un marcado acento en la escritura del yo.
Grandes éxitos literarios hoy
Un ejemplo arquetípico de lo apuntado arriba, es el caso de la escritora Rosa Montero, con su obra El peligro de estar cuerda, premio Nacional de las letras, 2022, y éxito rotundo de público. En ella, la autora se ha abierto las entrañas de su yo, en ejercicio confesional, en radical exhibición de subjetividad, que finalmente es la vía mayor de la empatía con el otro. Ha sido una obra masivamente recibida, por algo será, es una especie de fenómeno social, como he argumentado antes, más allá de Rosa Montero, aunque ella sea un síntoma notable de ello.
Otro gran éxito actual es la escritora norteamericana Siri Hustvedt, de la cual se han publicado en español bastantes de sus títulos. Cito como caso notable de escritura desde una radical subjetividad los dos títulos siguientes: La mujer temblorosa o la historia de mis nervios y su obra Madres, padres y demás. Apuntes sobre mi familia real y literaria. La escritora recibió el Premio Princesa de Asturias en 2019, entre otros muchos galardones.
Anna Caballé, la especialista en esta modalidad de escritura, entiende bien este temblor ante un yo. Así la maestría de sus títulos, en los que se sobreentiende ese yo: Pasé toda la mañana escribiendo, ¿Quién es ese yo? ¿Por qué escribe? Me pregunto, me conmueve.
No estoy sola, son tiempos del yo. Somos montaignes del Siglo XXI: el mayor arte es ser uno mismo, dijo el famoso autor de los Essais, Michel de Montaigne.
Abundando en lo dicho, el escritor Emmanuel Carrère confiesa: para mí, la primera persona, es un instrumento de honestidad.
Igualmente, el director de la Feria del Libro de Frankfort afirma que la poesía (la escritura del yo por excelencia) está de moda en este primer tercio del siglo XXI, porque es auténtica, sincera, en este difícil tiempo de la posverdad.
Y siempre el asunto clave de la empatía humana. Al decir yo, el autor se universaliza, y se convierte en un soy tú (título que he dado intencionada y significativamente a mi obra lírica reunida 2010-2020).
Significativos titulares de prensa
Algunos significativos titulares de prensa como síntoma de lo que se está moviendo en el mundo social de nuestros días, en relación a lo que estoy tratando aquí (dejemos aparte el tema bélico):
“Venecia se revela contra el ideal del hombre blanco. La Bienal expone la mayor proporción de mujeres de su historia y recorre los caminos de la sororidad”.
“A cuento de la alineación femenina. Una nueva generación de escritoras explora en ficciones cortas la asfixiante cotidianidad de muchas mujeres”.
“Ellas prefieren otro capitalismo. El movimiento feminista propugna una economía más social, en la que individualismo deje paso a la familia, y se pague un salario por los cuidados”.
“Las mujeres no somos un colectivo identitario. La desigualdad entre los sexos es estructural de nuestras sociedades, no una mera petición de reconocimiento como minoría discriminada. El feminismo interpela a la sociedad en su conjunto, para su mejora”.
“Los hombres se alimentan de humo”.
“Haciendo saltar los límites. Los moldes literarios clásicos se quiebran. Ahora todo comienza a ser mezcla y collage”.
“C. Peri Rossi une su discurso del Cervantes, su Quijote, a su yo”.
(Son titulares tomados de El País, salvo el de Peri Rossi, ABC)
El triunfo de la subjetividad
Lo digo en breve: estamos muy solos. Por eso, el Yo literario, la primera persona nos acompaña más que la descripción fría y objetivista de la realidad. Para esto, ya está todo el positivismo y el gran arsenal científico de nuestra contemporaneidad.
Ahora, nos puede entusiasmar la vivencia personalizada de un viaje, empatizar con el amor a una ciudad descrita desde el yo (p. e.: Roma de Manuel Vilas), más que una descripción realista, que ya la tenemos en las redes y en distintos artefactos, hasta en tres dimensiones, más las revistas especializadas en viajes y suplementos ad hoc (National Geographic, Viajar, etc).
Por otro lado, esta nueva mirada, este estado de la sociedad contemporánea, guarda relación con el feminismo, como una ideología y movimiento social en alza que la atraviesa y la tiñe de su sensibilidad (ilustramos con una fotografía de los tradicionales concursos de mises, afortunadamente ya abolidos, ese tratamiento de las mujeres como las idénticas, como meros cuerpos).
Por mi parte, la escritura lírica con su hablar desde el yo, y el paradigma de la subjetividad con su deriva en la escritura de las mujeres, son dos preocupaciones y quehaceres de mi trabajo literario, en la actualidad.
Termino esta columna con una addenda que contiene el manifiesto literario que he escrito al respecto de lo que vengo diciendo.
Manifiesto de las Escrilobas
(Mujeres corren entre lobos)
Una nueva energía recorre el mundo, son las mujeres del siglo XXI. Una nueva savia riega la tierra, son las mujeres sabias de la Tierra. Son unas pocas-bastantes, la masa crítica que ha puesto en marcha la locomotora hacia el cambio. Atrás quedan muchedumbre de mujeres ahormadas bajo la esclavitud patriarcal, sometidas. Convertidas en abusadas enfermeras de los hombres. Vuestra pena es mi pena. Ellos también, desechos de la dominación patriarcal que ha formado hombres para” morir de hombría”, convertidos en brutos. Piedad y revuelta para estas víctimas del sistema patriarcal que ha dañado a mujeres, pero también a hombres. Una nueva mirada florece sobre la tierra son las mujeres que construyen la transición patriarcal a un nuevo mundo. Una nueva escritura desvela la opresión, desvela lo real. Es el logos de las escrilobas. No a la domesticidad. No a la sumisión al otro. Ni a tu propia sumisión. Libertad, misericordia, piedad. Ama la especie única que eres. Tú, un per se. Solo alguien como tú existe en el yacimiento humano. Eres única, un manifiesto personal y un manifiesto colectivo. Un instante único en el infinito. Una miríada en la belleza total. Cuídate / Cuídala. Con nosotras, la mirada, la sutileza, la facilidad. Las escrilobas avanzamos entre los aullidos del mundo.* * Este manifiesto nace en el contexto de los talleres literarios de Gloria Fortún, llamados “Escritoras peligrosas”. El término “escrilobas” se debe a Cristina Galán. |