Contribuir a alcanzar espacios libres de discriminación y violencia de género. Es uno de los retos que vertebra la acción académica y docente de la Facultad de Educación del campus de Ciudad Real. Consciente del papel medular de la educación en la erradicación de las desigualdades, la dirección del centro ha orientado los contenidos curriculares al fomento de la igualdad y ha vertebrado los valores equitativos en el aprendizaje de los futuros maestros. No en vano serán los encargados de educar a las nuevas generaciones en libertad e integridad, sobre todo en los procesos relacionales entre hombres y mujeres.
Es uno de los objetivos de las enseñanzas de Virginia Sánchez Rodríguez, profesora del área de Música del centro (coordinada por Juan José Pastor bajo ese espíritu), que además de concienciar al alumnado en la necesidad de hacer frente a las violencias hacia las mujeres a lo largo del curso, participó este jueves en los actos de conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia de Género.
Organizado por el Departamento de Pedagogía y coordinado por las profesoras Paloma Candela, Montse Blanco y Mayte Bejarano, el acto, pensado para sensibilizar y formar tanto a los docentes como a los estudiantes, contó con la intervención de Carmen Ruiz Repullo, una de las más reconocidas sociólogas expertas en el tema, que en sus planteamientos apuesta por la coeducación como eje transversal de las escuelas. De hecho, sus investigaciones sirvieron para reflexionar en el debate sobre la violencia en la adolescencia y las estrategias de intervención.
Tras el análisis cualitativo, llegó el turno de los alumnos de 4º curso de la Mención de Música del Grado de Maestro en Educación Primaria, que interpretaron una selección de temas musicales con mensajes positivos para las mujeres víctimas.
A golpe de batería, guitarras, piano, bajo, xilófonos, fagot y percusión, bajo la coordinación de la profesora Sánchez, sonaron emotivas e inspiradoras versiones de temas de Amaral, Manuel Carrasco y Alaska, que crearon una conciencia colectiva entre los presentes.
Se abrió con la lectura de un relato sobre violencia de género de los alumnos de 1º, quienes, con apenas un par de meses de clases, se mostraron concienciados y presentaron narraciones sobre las causas de uno de los máximos paradigmas del machismo y el patriarcado.
Siguió con la ejecución por alumnos de este nivel de ‘Que nadie’, de Manuel Carrasco, con sus comprometidos versos de ‘que nadie calle tu verdad, que nadie te ahogue el corazón, que nadie te haga más llorar, mintiéndote en silencio”.
A continuación, la universal ‘Imagine’, de John Lennon, ejecutada por el alumnado más mayor se proyectó como el gran himno de la paz que es, al igual que invitaron a ‘Salir corriendo’ y a ‘gritar’, en base a la canción de Amaral, si una mujer ‘está sufriendo’. Para terminar, la popular ‘A quién le importa’, de Alaska y Dinarama, reforzó la necesidad de desmontar estereotipos.
Lluvia de ideas
La actuación fue el colofón de un cuidado trabajo de clase, iniciado ‘con una lluvia de ideas’ (brainstorm), para conocer tanto el fondo de las letras como los aspectos musicales, técnicos y armónicos de las canciones.
“Son fruto del trabajo de concienciación en clase a través de temas pertenecientes a las músicas urbanas”, explica la también doctora en Musicología, que en caso del estudiantado de 1º “queremos trasladar un mensaje de igualdad y libertad a través de la escucha y de la entonación de canciones”. En el caso del alumnado de la Mención de Música, también se centran “en la creatividad y las destrezas instrumentales a partir de canciones con letras que defienden la valentía de aquellas mujeres que sufren y que se enfrentan a esta lacra social”.
Esta metodología de trabajo, de forma simultánea a los contenidos musicales, permite “despertar la conciencia en estos estudiantes que, en pocos meses, serán profesores de Educación Primaria ya graduados”.
“Es la música al servicio de la conciencia contra la violencia de género”, apunta Sánchez, de algún modo para “dar voz a mujeres que han pasado por estas experiencias y para dar ánimo a denunciar a otras inmersas en estos procesos”.
Sánchez valora los contenidos literarios y musicales de las composiciones actuales a modo de herramienta transversal para trabajar la igualdad, la desigualdad y la violencia de género, “especialmente por la cercanía del alumnado hacia ellas”. Al fin y al cabo, “la música, como otras manifestaciones artísticas, refleja la configuración de la sociedad”.
La también secretaria de la revista Cuadernos de Investigación Musical (CIDOM-Unidad Asociada al CSIC) destaca la disponibilidad de los jóvenes estudiantes a la hora de participar en esta y otras actividades de concienciación.
“Es de valorar el compromiso de los jóvenes, tanto mujeres como varones, con los temas de la igualdad desde una convicción plena”.
A su juicio, “no nos podemos quejar de la mirada que tienen las nuevas generaciones” en las relaciones entre géneros, a la hora de comprender el origen de las desigualdades y detectar, identificar y luchar contra algunas de sus consecuencias, como es la violencia de género.
Nombres de mujeres en la música
Sánchez desarrolla sus investigaciones musicales con un enfoque vinculado, de manera prioritaria, a los estudios de género. Por un lado, ha analizado el papel de la música en las películas, a la hora de “ilustrar diferentes tipos de mujeres”, una línea analítica que centró la tesis doctoral que defendió en 2013 y que recibió el Premio de Investigación de la Fundación SGAE.
Por otro lado, desde hace unos años, trabaja en la reivindicación de algunas mujeres olvidadas de la historia de la música. De esta manera, da voz a creadoras y músicas que a lo largo de la historia han estado ausentes de la nómina de intérpretes y autores.
Especialmente, ha profundizado en torno a la soprano María Barrientos, la protagonista de su último libro (‘La soprano María Barrientos y sus epístolas de juventud -1905-1906-’), un trabajo que recibió el Accésit del Premio Internacional de Investigación Victoria Kent del año 2018.