“Habría que decir que no hemos hecho nada nuevo que no estuviéramos haciendo antes; es decir, atendiendo y acompañando en las dificultades, a las familias y a las personas en situación de vulnerabilidad y exclusión”, ha afirmado esta mañana Angel Ruiz-Moyano, secretario general de la Diócesis de Ciudad Real, durante la primera rueda de prensa presencial en Ciudad Real capital desde la declaración del estado de alarma.
Avisó Ruiz-Moyano de que “las cifras siempre desvelan una realidad y aunque puedan objetivarla, corremos el riesgo de quedarnos en el número, alejándonos de la vida que hay en cada una de ellas”. En este sentido informó de que entre el 13 de marzo y el 31 de mayo la Iglesia ayudó a 2.800 familias, cuando en todo 2019 fueron 4.700.
Detallando más el golpe que ha supuesto la pandemia a las familias vulnerables, concretó que en este periodo 1.131 familias acudieron por primera vez a Cáritas, cuando en todo 2019 fueron 1.299. “La experiencia acumulada en los últimos meses en Cáritas, confirma que, una vez más, esta crisis, como las anteriores, no ha sido igual para todos. Las personas más frágiles han visto como de manera rápida e intensa han empeorado sus condiciones de vida, y cómo en la mayoría de los casos se han hundido al perder el empleo y los exiguos ingresos que percibían. Puesto que han sido las personas vulnerables las que más han sufrido el impacto de esta crisis”, manifestó Ruiz-Moyano.
Más necesidad
El obispo de Ciudad Real, Gerardo Melgar, reflexionó sobre el cambio del panorama. Aseguró que la Iglesia no ha llegado a cerrar realmente, estando presente en cada una de las casas y alabó la labor de los capellanes de hospitales y sacerdotes ayudando a los enfermos y acompañando a los familiares en estos momentos tan dolorosos.
“Como Diócesis estamos preocupados por dar salida a esta nueva situación social que se ha creado y lo más importante, la que se va a crear con un aumento de necesidades”, afirmó Melgar, que ha relatado que escribió a sacerdotes, hermandades y religiosos para unir esfuerzos y ayudar a los más necesitados.
En este sentido informó que se abrió una cuenta para este fin en la que el Obispado ha colaborado con 50.000 euros y que en la actualidad cuenta con 180.000, que se dedicarán a que desde Cáritas pueda solventar situaciones de necesidad. “Sabemos que es insuficiente, pero pueden ayudar y mucho”, dijo Melgar, que espera que se pueda llegar hasta donde las instituciones civiles no llegan.
Por último el obispo dedicó un especial agradecimiento a los voluntarios de Cáritas, que han dado lo mejor de sí e hizo extensiva a la sociedad la petición de ayuda para los más necesitados.
Ayudas
Angel Ruiz-Moyano, secretario general de la Diócesis de Ciudad Real, detalló que desde el 13 de marzo y hasta el 31 de mayo se han atendido en las parroquias a 2.800 familias, con un total de 6.778 ayudas prestadas, materializadas, principalmente en ayudas de alimentación e higiene, suministros del hogar, pago de alquiler e hipoteca, beca de asistencia a talleres, ayudas económicas, ayudas del servicio de comida a mayores, de transporte, a veces en especie de alimentos, ropa o enseres del hogar.
“Hay que destacar de manera clara que la forma de ayuda ha sido a través de la entrega de dinero, bien en efectivo o mediante transferencia bancaria, así como vales canjeables por productos básicos, para que las personas pudieran acudir a los establecimientos. Si en algún sitio hay que esperar que sea en la fila del mercado y no en la fila de ninguna entidad asistencial”, afirmó Ruiz-Moyano.
Otros tipos de ayudas, también importantes es la de la escucha y la atención telefónica. Más de 2.800 conversaciones se han mantenido en este tiempo. Además se han llevado a cabo visitas a personas y familias vulnerables y en situación de exclusión como temporeros, mujeres en contexto de prostitución, adicciones. Las personas mayores, sobre todo en los ámbitos rurales, han sido objeto, como siempre de nuestra intervención.
Y finalmente se han realizado gestiones de trámites sociales y de intermediación con los servicios sociales, con los que ha habido una coordinación técnica importante.
En cuanto a la acción de Cáritas, en los centros de atención a personas sin hogar y adicciones, decir que los cinco centros han permanecido abiertos acogiendo a aquellas personas que ya estaban haciendo el proceso de inserción. En los cinco centros ha habido, igualmente una importante coordinación técnica con los servicios sociales. Durante este tiempo, hemos acogido a 90 personas en los centros de Personas Sin Hogar. Y en el Programa de Adicciones, se han atendido a unas 50 personas diarias. 10 en Casa Tutelada y el resto en el Centro de Día.
También, desde el servicio de orientación laboral, se han atendido a 256 personas, fundamentalmente en la orientación y la gestión de trámites en la búsqueda de empleo, información sobre la situación laboral, etc… hay que destacar que en este aspecto se evidencia la brecha digital de las personas. Todos tienen un terminal móvil, con acceso a Internet, pero pocos los recursos personales y materiales para la tramitación on line de sus gestiones. No solo porque no tienen ordenadores sino, sencillamente, porque no saben manejarse en los entornos digitales.
Para todas estas acciones se han invertido un total de 212.701,86 €. “Hemos sido capaces de reinventar la forma de atención siempre primando las condiciones de seguridad. La atención telefónica ha cobrado una relevancia vital, posibilitándonos estar cerca en el momento que se nos ha requerido”, subrayó Ruiz-Moyano, que añadió que todo el trabajo es posible a las aportaciones de socios y donantes, empresas, autónomos, entidades financieras y fundaciones, que una vez más han respondido de forma muy generosa a la llamada de solidaridad. “El 59% de los donativos recibidos los destinamos a la causa del Covid-19: un total de 318.630,50 euros”.
Día de la Caridad
Por su parte Fermín Gassol, director de Cáritas Ciudad Real, manifestó que este año celebrar el Día de la Caridad tiene un sentido diferente y especial. “La pandemia mundial que ha generado el Covid-19 nos ha obligado a disponer de nuestras vidas de una forma inimaginable hace tan sólo unos meses. Los hábitos cotidianos, la forma de relacionarnos y la gestión de nuestra emociones nos han desbordados. La enfermedad, la muerte de nuestros seres queridos y el aislamiento, han dejado paso a la inseguridad económica y laboral, a la falta de recursos básicos, a la pérdida de empleo o a los ERTES”.
En este sentido, consideró Gassol que “emerge una sociedad mucho más frágil y vulnerable con una hoja de rutamás llena de incertidumbres que de certezas y sin embargo, es desde esta fragilidad desde donde hemos visto brotar miles de gestos solidarios llenos de caridad, de ese amor gratuito que nace del corazón de forma libre y desinteresada, sin esperar nada a cambio”.
Gestos hacia el Día del Señor
“Como Iglesia, como comunidad cristiana, tenemos el reto de acompañar y cuidar la fragilidad y también cultivar la solidaridad emergente para que no se quede sólo en una reacción ante la amenaza compartida sino en una forma nueva de ser y estar en el mundo”, afirmó Gassol, que informó de que aunque no haya alfombras y procesiones, sí se celebrará el Corpus, desde la iniciativa “Gestos hacia el Día del Señor”. Una serie de acciones para cada día, desde hoy mismo, que a través de las redes sociales, pretenden preparar el camino hacia uno de los día más grande para la Iglesia, el Día del Señor. “Fuente y Origen de todas nuestras acciones como Cáritas”, concluyó.