Los incendios forestales le han dado una tregua a la provincia de Ciudad Real y a Castilla-La Mancha en un verano 2023 que se presuponía catastrófico y ha terminado como uno de los mejores de la serie histórica, pese a las durísimas olas de calor, en especial las de agosto.
Encima septiembre ha empezado con lluvias, torrenciales en muchas zonas de la comunidad autónoma, que han reducido el riesgo potencial de incendios a moderado y bajo la mayoría de estos últimos días del verano.
Hasta el 1 de septiembre la superficie forestal quemada estimada en Ciudad Real son 170 hectáreas, a falta del cierre de algunos expedientes, con cerca de cien siniestros, 84 conatos (menos de una hectárea) y 15 incendios. El año pasado por estas fechas se habían registrado más de doscientos incendios que afectaron a más de 5.150 hectáreas de masa forestal, “lo que supone un descenso del 97%”, explica Juan Pedro García, director del Centro Operativo Provincial de Ciudad Real.
Datos “especialmente buenos”
Una vez superados julio y agosto, los meses de riesgo extremo de incendios, el balance de la campaña es de los mejores, aunque el técnico prefiere la prudencia, “la campaña como tal no ha acabado por lo que no se puede realizar una valoración final, si bien no podemos obviar que los datos son especialmente buenos comparados con la media histórica”.
Factores naturales y humanos
Frente al calor extremo que no ha dado tregua, con cuatro durísimas olas de calor, en especial las del mes de agosto, han pesado más otros factores, “como las condiciones meteorológicas del mes de junio, con lluvias notables; la mayor concienciación de la ciudadanía; la mejora de las buenas prácticas en el sector primario y su compromiso con la protección del medio ambiente y la naturaleza, así como con su propia seguridad”, señala García, que hizo este mismo análisis al final de julio.
Esos factores, en un año marcado por la sequía extrema, de los cinco primeros meses del año, “han reducido de forma notable el número de igniciones”. Los técnicos también han detectado una menor capacidad de propagación.
Desactivación de medios de extinción desde el 15
La campaña de extinción de incendios forestales 2023 -hay personal todo el año, pero entre el 1 de junio y el 30 de septiembre volcado en la extinción- que se adelantó a mediados de marzo por la sequía y el calor de los primeros meses de primavera, termina con un septiembre otoñal y lluvioso. La consecuencia inmediata es que desde el 15 se están desactivando medios en extinción.
La explicación técnica es que en estos últimos días de verano “el IPP (índice potencial de propagación) está en valores moderados y bajos. Septiembre es un mes con menos horas de luz y temperaturas son mucho más bajas por lo que estas condiciones, sumadas a las lluvias, hacen que baje la disponibilidad de los combustibles. Cuando la vegetación recupera humedad también es difícil que arda”.
No se esperan incendios forestales relevantes
En cuanto a septiembre, el director del Centro Operativo Provincial de incendios señala que es pronto para hacer una valoración, “es cierto es que las lluvias han paliado de una forma muy importante la sequía acumulada durante el verano y que las temperaturas son las normales para esta época del año, por lo que no es de esperar que tengamos incendios forestales relevantes”.
El dispositivo Infocam y la dana
Activados para la extinción el dispositivo de bomberos forestales, agentes medioambientales, técnicos de extinción y operadores de sala, que forman parte del plan Infocam de incendios forestales del Gobierno de Castilla-La Mancha, se han movilizado también para ayudar a paliar los efectos de las lluvias torrenciales en la región por la dana del primer fin de semana de septiembre.
Limpieza de Carrizosa y Ruidera
“En el caso concreto de Ciudad Real se ha actuado en la limpieza viaria de puntos concretos de municipios como Carrizosa y Ruidera, y varias unidades de bomberos forestales adscritos a la provincia de Ciudad Real se desplazaron a colaborar en las labores de achique de agua, retirada de lodo, limpieza viaria y demás la labores en varios municipios de Toledo”, cuenta García.
El director del Centro Operativo Provincial de incendios hace hincapié en que el Infocam “es un dispositivo profesionalizado cuya principal función es la prevención y la extinción de incendios forestales, aunque también estamos capacitados para actuar ante otro tipo de emergencias en el medio natural y rural, y colaboramos allá donde se nos requiera”.
Juan Pedro García recuerda que ya lo hicieron en inundaciones en 2021, en la crisis del Covid-19, la borrasca Filomena, “en estas inundaciones también se ha actuado. De hecho, desde el primer día el plan Infocam lleva movilizados más de 1.200 efectivos que han actuado en cerca de una veintena de pueblos en toda la región, especialmente en Toledo.
El plan Infocam para prevenir y combatir los incendios forestales está activo los trescientos sesenta y cinco días del año, tanto en prevención como en extinción. El plan establece distintas épocas peligro a lo largo del año relacionadas con el riesgo, en función de las previsiones generales y de los diferentes parámetros locales que definen el riesgo en la región.
Estos periodos del año clasificados en consideración a los antecedentes históricos sobre el riesgo de aparición de incendios en Castilla-La Mancha y sobre la incidencia de las variables meteorológicas en el comportamiento del fuego.
Las épocas de peligro de incendios
De acuerdo con la evolución anual normal de las condiciones ambientales se han fijado las siguientes épocas de peligro.
Bajo: del 1 de enero a 30 de abril y de 1 de noviembre a 31 de diciembre, a excepción de la Semana Santa.
Medio: del 1 al 31 de mayo y del 1 al 31 de octubre. El periodo de Semana Santa comprendido entre ambos fines de semana, incluidos los mismos, se considerará de forma habitual como de peligro medio (nueve días).
Alto: del 1 al 30 de junio y desde el 1 al 30 de septiembre
Extremo: desde el 1 de julio al 30 de agosto.