Ciudad Real ha vuelto a posicionarse en 2018 –cuando se hace la declaración de la Renta correspondiente al ejercicio 2017– como la provincia más solidaria de España al ser la que más declaraciones en la que los contribuyentes han querido apoyar a la Iglesia marcando la X en su casilla para que el 0,7 de sus impuesto se destine a este fin.
Así lo ha explicado este lunes en rueda de prensa la asesora administrativa de la Diócesis de Ciudad Real, Isabel Oviedo, quien ha destacado que en la provincia se ha incrementado tanto el número de asignaciones a la Iglesia como el importe asignado.
En concreto, Ciudad Real ha pasado de 110.609 declaraciones de 2017 –el 51,89% del total– a las 112.506 de 1018 -un 52,58% del total–, por lo que el importe asignado ha pasado de 2.089. a 2.237.037 euros. Sin embargo, la Diócesis de Ciudad Real percibirá una cifra ligeramente superior después de que la Conferencia Episcopal haga una redistribución de los importes recibidos, y que ascenderá a 3.070.415 euros.
Unos buenos datos extensibles también al conjunto de Castilla-La Mancha que es la comunidad autónoma más importante del país, con un 46,09%; mientras que en España -donde han aumentado las aportaciones en 10 autonomías- el 0,7% de los que han marcado la opción de la Iglesia ha supuesto 267,83 millones de euros, 11,6 millones más que lo recaudado en 2017, siendo la cifra más alta desde que en 2007 se puso en marcha la asignación tributaria.
Estos buenos resultados, que la Iglesia atribuye a la mejora de la economía y al incremento de personas que han puesto la X en la casilla de la Iglesia, reflejan que el número de declaraciones a favor de la Iglesia ha sido de 7.164.502 y se han incrementado respecto al año anterior en 51.658, siendo la mayoría de este crecimiento en nuevos cotizantes.
Destino de la recaudación a la Iglesia
“La Diócesis de Ciudad Real aplicará ese dinero al desarrollo de actividades pastorales, a la retribución del personal y del clero diocesano, a actividades asistenciales, a centros de formación, a la ayuda a la Iglesia nacional e internacional y al mantenimiento y rehabilitación de templos y edificios” ha señalado Oviedo, quien ha agregado que la asignación tributaria supone el 17,06% del total de los ingresos de la Diócesis ciudadrealeña.
Además, los datos revelan también que el 64,3% de los declarantes a favor de la Iglesia marcan también la casilla de otros fines sociales –con lo que el dinero que revierte a la sociedad para ayudar a los que más lo necesitan es el doble–, mientras que el 45% de los nuevos declarantes no marcaron ninguna casilla, por lo que desde la Diócesis de Ciudad Real animan a seleccionar una, o mejor las dos, porque ese beneficio repercute en una mejor sociedad “pero no por ello el contribuyente paga más o le devuelven menos”.
Para ejemplificar en qué se gasta parte de este dinero, los rostros que hay detrás de esta solidaridad ciudadrealeña, Isabel Oviedo ha puesto el ejemplo de que se sufraga la labor de los misioneros que reciben, de forma directa o indirecta, dinero de esta asignación. En la provincia son 79 misioneros diocesanos –5 sacerdotes, 23 religiosos, 45 religiosas y 6 laicos– que apoyan diversos proyectos en 13 países –7 de América, 5 en África y 1 en Asia.
Elegir el destino de los impuestos
Por su parte, el ecónomo de la Diócesis de Ciudad Real, Jesús Álvarez ha destacado que en esta campaña. que este año se celebra con el lema “Juntos X un mundo mejor”, son una oportunidad para que los ciudadanos puedan elegir, aunque sea un una pequeña cantidad, el destino de sus impuesto y ha insistido en que se pueden marcar las dos casilla porque el porcentaje no se divide dino que se suma “además de que no se paga nada más ni supone pagar o que Hacienda devuelva menos dinero al contribuyente si sale a devolver”.
Para Álvarez, “es un pequeño paso en una democracia participativa donde los ciudadanos deciden cosas muy concretas” y ha recordado que la labor que la Iglesia desarrolla en beneficio de la sociedad llega a miles de drogodependientes, ancianos, niños, mujeres maltratadas, emigrantes o personas sin hogar.
