Alrededor de 400 jóvenes cristianos de la Diócesis de Ciudad Real están participando esta semana en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el encuentro mundial de jóvenes católicos con el Papa que se celebra cada tres o cuatro años y que este 2023 acoge la capital de Portugal, Lisboa.
Son jóvenes procedentes de parroquias de diferentes localidades de la provincia, como Ciudad Real, Manzanares, Membrilla, Puertollano, Alcázar de San Juan, Campo de Criptana, Daimiel, Santa Cruz de Mudela, San Carlos del Valle, u otros puntos de la comarca de Los Montes.
Los peregrinos ciudarrealeños representan «una riqueza”, señala el delegado diocesano de Pastoral Juvenil, José Felipe Fernández López, que encabeza la delegación y que está colaborando con la Conferencia Episcopal Española desde Estoril en la organización del evento eclesiástico.
Precisamente, el punto de información de Estoril ha reunido a más de 40.000 españoles, de distintas diócesis, congregaciones religiosas o movimientos de ámbito nacional, que se están alojando en las nueve parroquias que pertenecen al ayuntamiento de Cascais.
En el caso de la delegación de jóvenes ciudarrealeños, alrededor de la mitad, unos 190, llegaron hace varios días a Coimbra, donde han realizado diversas actividades y catequesis organizadas por las parroquias de la zona, y así como otros 180 han viajado directamente a Lisboa, y otra veintena se unirá el fin de semana para sumarse a los actos finales con el papa Francisco.
Están acogidos en casas o en espacios comunes (colegios, pabellones deportivos u otros espacios cedidos) y es “una experiencia que están disfrutando”, a pesar “de las despedidas con los miembros de las familias”.
Mural
Entre las actividades en las que han participado los jóvenes de Ciudad Real en la última semana destaca el mural gigante (18 metros) que han pintado en la parroquia de San Juan del Campo, en Coimbra.
Según informa la Diócesis, el diseño pasó por varios procesos donde el objetivo principal era seguir la línea gráfica de los viajes, pero también representar a la parroquia de origen y de acogida de los jóvenes peregrinos, teniendo al Papa como símbolo principal. En el caso de Ciudad Real, han dibujado la emblemática puerta de Toledo.
La JMJ se abrió el 1 y se alargará hasta el 6 de agosto, cuando tenga lugar la Eucaristía con el Santo Padre donde se calcula que participarán un millón de personas.
El delegado pastoral de la Juventud de Ciudad Real encabeza la delegación de once sacerdotes de la Diócesis, y es la cuarta JMJ a la que asiste, tras la de Madrid (2003), Cracovia (2016) y Panamá (2019).