La alcaldesa de Ciudad Real anunciaba esta semana su intención de volver a presentarse a las próximas elecciones municipales de 2019. La noticia del anuncio de Pilar Zamora se ha situado en la rotundidad de sus palabras pero sobretodo en que lo hiciera ahora, a un año y medio vista de la cita electoral, cuando la mayoría de los responsables de los partidos políticos miran para otro lado al ser preguntados por su futuro o por el de otros cargos de su formación de cara a estos comicios.
No es el caso de Pilar Zamora. Lo dejó claro en su intervención en la habitual tertulia que celebra semanalmente la Cadena Ser. Precisamente ha sido en este marco donde los portavoces de los grupos municipales de la oposición en el Ayuntamiento de Ciudad Real han esquivado pronunciarse sobre su futuro o han utilizado el equivalente al “largo me lo fiáis” cuando nos hemos interesados por su intención de repetir como cabeza de lista de su formación política.
No es de extrañar. La actual composición del salón de pleno del ayuntamiento de la capital obliga a afinar en la elección de candidatos y a desarrollar con maestría la estrategia política de cara a la cita electoral, incluso en el caso de partidos como Ciudadanos y Ganemos, grupos que podrían volver a ser determinantes en un futuro ayuntamiento plural.
El caso del Partido Popular es distinto porque su objetivo es recuperar el gobierno local. Su actual portavoz municipal organiza el grupo y sus intervenciones sin moverse del guión en previsión –quizás- de compensaciones por su labor al frente de la oposición en esta difícil legislatura y a sabiendas de que no estaría llamado –a día de hoy- a ser el candidato popular a la alcaldía de la capital. Un candidato cuyo nombre sobrevoló días atrás durante el discurso de Dolores de Cospedal en el almuerzo de hermandad del PP de Ciudad Real. Para la presidenta regional de los populares el nombre de los candidatos “vendrá en el momento adecuado” sin estar pendientes de otros partidos aunque sí destacó que “a algunos –de los presentes- se les estaba poniendo ya cara de alcalde”.
Ahora era el momento
En cambio, la actual alcaldesa de Ciudad Real ha estimado que ahora era el momento de anunciar su intención de repetir como candidata. Cuarenta y ocho horas después del anuncio, el presidente del gobierno regional la respaldaba comprometiendo, ante lo más granado del empresariado castellano-manchego y ciudarrealeño, una importante inversión pública con la puesta en marcha del Plan Ciudad Real 2025, una estrategia “muy ambiciosa”, en palabras de Emiliano García-Page, que albergará “iniciativas en todos los órdenes” y que será presentada a finales de enero.
A la espera de conocer este Plan que conducirá a la necesaria reorganización de la capital, entiendo que debe contemplar entre otras, propuestas conocidas como el centro regional de folclore, la reforma de edificios, aparcamientos disuasorios o el parque abierto que uniría las calles Obispo Estenaga y Alamillo, además de incluir las nuevas necesidades que tiene la capital como la segunda ronda y la pasarela que comunicaría Ciudad Real y Miguelturra, proyectos ámbos que, no hay que olvidad, necesitarían de una importante labor de mediación al depender del gobierno central su ejecución.
Campus, biblioteca, Pabellón de Ferias
Sería deseable que este Plan incluyera, también, la integración del campus en la ciudad evitando la barreda de la ronda, la recuperación de la antigua biblioteca del Prado, el entorno y los edificios del antiguo hospital de Alarcos y del Carmen así como la reorganización de la zona sobre la que se desarrollará el gran Pabellón de Ferias tras el histórico acuerdo de noviembre entre Diputación, Ayuntamiento y Junta que ha desbloqueado un asunto encallado durante muchos años.
No sé si Pilar Zamora habrá tenido como referente el refrán “quien da primero da dos veces” para anunciar esta semana su intención de volver a presentarse a las elecciones. Lo que si sé es que su anuncio ha sido valiente pese al riesgo que conlleva hacerlo con tanta anticipación aunque, como sabemos, poco o nada en política tiene que ver con la improvisación. Quién sabe, quizás el anuncio de Zamora podría precipitar movimientos en los grupos de oposición. Ya iremos viendo.
