La sección primera de la Audiencia de Ciudad Real ha condenado a diez años de cárcel a un violador reincidente, J.A.C., de 58 años, por una tercera violación cometida en noviembre de 2017 en Puertollano.
El tribunal considera probado que este hombre, condenado en los años noventa por otras dos agresiones sexuales, además de por un homicidio, contrató a una conocida para limpiar la casa en la que vivía con su madre de avanzada edad, la convenció para que se quedará a dormir y terminar el trabajo, y la violó tras consumir con ella sustancias estupefacientes.
El acusado, en prisión por otro delito (la última condena que le consta es violencia doméstica), fue juzgado a puerta cerrada la semana pasada y solo reconoció que contrató a la mujer para limpiar, no se pusieron de acuerdo con el precio después de hacer una parte del trabajo, y se marchó de su casa.
La sala considera probado el testimonio de la víctima, que ratificó en una declaración por videoconferencia. Contó que el imputado la contrató para ir a limpiar por horas a su casa el 27 de noviembre de hace tres años.
Como no pudo terminar el trabajo, aceptó la proposición del acusado de pernoctar en la casa para no tener que madrugar al día siguiente y seguir limpiando.
La amenazó para que se dejara hacer
Lo que ya no fue voluntario fue la agresión sexual que según se considera probado se produjo después de forma muy violenta, aunque a la víctima no le quedaron evidencias físicas. La sala da crédito a que la amenazó con una navaja (que no llegó a exhibir) para que no gritara.
La perjudicada logró escapar y denunciar en la comisaría de la Policía Nacional cuando sobre las cinco de la mañana el procesado le propuso salir a la calle a conseguir drogas.
El tribunal impone una indemnización de 20.000 euros por daños morales para la víctima de este caso y ocho años de libertad vigilada.