Carlos Andrés Bustamante, declarado culpable por un jurado popular de asesinar y descuartizar a su pareja Nancy Paola Reyes, ha sido condenado a 25 años y cinco meses de cárcel por los delitos de asesinato en concurso ideal con abordo (veinticinco años) y a cinco meses de prisión por profanación del cadáver de la joven, embarazada de catorce semanas cuando la mató.
La sentencia, dictada por la magistrada Almudena Buzón Cervantes de la sección segunda de la Audiencia de Ciudad Real, le impone además una medida de libertad vigilada una vez cumplidas las más de dos décadas de cárcel que consiste en estar localizable mediante aparatos que permitan su seguimiento permanente, obligación de presentarse el primer día hábil de cada mes ante el juzgado de instrucción más próximo a su domicilio y la prohibición de ejercer cualquier actividad sanitaria o prestar servicios de toda índole en clínicas, establecimientos o consultorios ginecológicos públicos o privados.
Bustamante, de 31 años y origen colombiano, está obligado a participar en programas formativos en materia de violencia de género, todo ello durante otros veinticinco años (teniendo en cuenta que tiene 31 ahora, prácticamente toda su vida).
La defensa recurrirá al TSJCLM
El fallo, que el abogado defensor Jesús Medina recurrirá en apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, se ha dado a conocer este jueves.
El tribunal popular votó la semana pasada por unanimidad el contundente veredicto, en sintonía con los planteamientos de las acusaciones, en este caso ejercidas por fiscalía, acusación particular (familia de la víctima) y popular (Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha). Todo tras diez sesiones del considerado juicio del año en la Audiencia de Ciudad Real.
El caso de Nancy Reyes y los testimonios en el juicio
Nancy Paola Reyes, guatemalteca, de 29 años cuando fue asesinada, y Carlos Bustamante se conocieron a primeros de 2020 en Ciudad Real y empezaron a convivir. Se marcharon a Santander en verano y alquilaron un estudio. El jurado considera probado que el crimen se cometió entre las 11.30 y las 15.00 horas del 20 de agosto, que Bustamante estranguló a su novia y después la descuartizó, repartió los restos en cuatro bolsas y los arrojó a un lugar apartado de Santander, en el que fueron descubiertos el 17 de septiembre.
26 de agosto de 2020: Nancy ha desaparecido
La Policía Nacional de Ciudad Real inició la investigación como un caso de desaparición con posible violencia de género el 26 de agosto, el día que los hermanos de Nancy pusieron la denuncia porque no sabían nada de ella, lo último es que se había ido a Santander con Carlos Andrés.
Un día antes los agentes del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional recibieron una inquietante visita de la propia madre del acusado alertando de que temía por la vida de Nancy Paola, su nuera. La mujer les habló del carácter violento de su hijo, con antecedente por violencia de género, y facilitó un más que preocupante mensaje de texto de la chica que recibió a las 00.38 horas de la madrugada del 20 de agosto, unas doce horas antes de morir.
El mensaje de Nancy a su suegra: intuyó que iba a morir
“Hola, buenas noches, espero que esté bien, a Carlos no le mande más dinero porque él solo toma y toma y le vale un pepino la vida. No puedo con él, cada vez que trabajo se pone de mal humor y empieza con la peleadera, un día todo bien y al otro todo mal. Ando arrastrada, sin dinero, porque no me deja trabajar en paz, cualquier día de estos lo dejo tirado (…) ya no hay respeto, no voy a permitir que me toque más, voy a llamar a la policía y voy a pedir una orden de alejamiento. Ya me tiene harta por todo (…) No quiero terminar muerta ni él en la cárcel, acá es mejor terminar, porque un día de estos terminará matándome”.
Un hecho violento en la primera inspección ocular
A partir de ahí empezó una minuciosa investigación policial conjunta de las Unidades de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Policía Nacional de Ciudad Real y Santander para esclarecer la desaparición. La primera inspección ocular en el estudio que alquiló la pareja y que abandonó solo el acusado el 21 de agosto, dos días antes del final del contrato, reveló que ahí se había cometido un hecho violento. Se hicieron hasta tres inspecciones en las que hallaron restos de sangre, tejidos y óseos.
La piqueta del bazar chino
La casera echa en falta un edredón, sábanas y prendas de empapar, y le aporta a la policía enseres que la pareja se dejó en la casa cuando se fueron, entre ellos el bolso de Nancy Paola, prendas de vestir, y el envoltorio de una piqueta de cortar carne con un tique que permitió identificar el bazar chino en el que se considera probado que Carlos Andrés Bustamante la había comprado unos días antes.
El acusado denuncia su desaparición el 27 de agosto
En paralelo y sabiendo que lo buscaban Carlos Andrés fue el 27 de agosto a una comisaría de Madrid a denunciar “la desaparición de una amiga que ejercía la prostitución”. La Policía Nacional de Ciudad Real ya había dictado una orden de detención y quedó detenido en principio como sospechoso de un delito de violencia de género. Llevaba encima joyas y baratijas de Nancy en su poder, de las que Nancy no se habría desprendido, según su familia.
Las cámaras de vigilancia
Las cámaras de videovigilancia en zonas públicas de Santander, una de ellas del exterior de la Policía Local, próximas al apartamento que alquilaron, además de cámaras de tráfico y de la estación de autobuses, permitieron a la policía reconstruir los pasos de Carlos Andrés entre el 21 y el 23 de agosto. Sobre todo el día 21, cuando se le ve acarrear un carrito de la compra con peso en dos ocasiones hasta el lugar en el que unas semanas después encontraron descuartizado el cadáver de Nancy.
La Policía siguió a Bustamante y encontró a Nancy
Para los investigadores esta prueba es clave, y le explicaron al jurado que si no es por los seguimientos a Bustamante el cadáver nunca habría aparecido. “En la maleza aquella no entra nadie”, dijo el inspector de la UDEV de Santander.
A Bustamante lo volvieron a ver por Santander el 23 de agosto por el parque del Agua, donde se había desprendido de los restos de pareja, que esperaba un hijo de él (tenía un embarazo de catorce semanas). Esta visita a Santander es extraña, más cuando el 21 había dejado la ciudad para irse a Burgos primero y luego a Bilbao.
En el juicio declararon también varias personas que interactuaron con el acusado esos días de agosto. No solo le dijo al camarero al que le pidió un whisky la noche del 20, sobre las once y cuarto, que a su mujer la habían matado en Estados Unidos, también a otras dos camareras de un bar, que lo reconocieron como el chico que el 21 de agosto entró a pedir ayuda y se echó a llorar allí diciendo que su mujer embarazada había muerto de covid en Miami.
El cuerpo apareció el 17 de septiembre
Tras el visionado de cientos de horas de grabaciones de esas cámaras y una búsqueda infructuosa en el mar, los policías llegan a la conclusión de que Nancy está en una zona apartada intransitable próximo al parque del Agua, a la que ven acercarse a Bustamante con el carrito en varios ocasiones en las cámaras. El 17 de septiembre acceden con los ‘Geo’ al paraje y encuentran el cuerpo en cuatro bolsas.
Nancy Reyes murió estrangulada
Los forenses del Instituto de Medicina Legal de Santander que hicieron la autopsia de los restos de Nancy e intervinieron en el juicio creen que murió estrangulada “por comprensión cervical extrínseca de tipo antebraquial”. Un tipo de estrangulamiento que por lo general se produce atacando a la víctima por la espalda.
Los peritos confirmaron ante el tribunal que al cuerpo, que encontraron desmembrado oculto en cuatro bolsas en una zona intransitable de Santander, le faltaba el feto, aunque en el análisis del cadáver de Nancy encontraron signos de que la asesinada era una mujer gestante. La joven había pasado unos días antes por el Hospital Valdecilla de la capital cántabra por molestias en su embarazo, por lo que existen informes de que entre el 16 y el 19 de agosto la mujer estaba viva y su futuro bebé también.