La inercia que llevaba el Alarcos Salesianos de Fútbol Sala en la Primera Autonómica le ha llevado hasta Tercera División con la finalización prematura de las competiciones por el Covid-19. Un ascenso más que merecido que todo el club capitalino está celebrando ya en esta fase 0, que tiene que ser una fase en la que cimentar el crecimiento de todas las secciones del club.
Ha sido un ascenso meteórico, a una velocidad enorme en la primera temporada de historia de la sección de fútbol sala del club ciudadrealeño, en la que ha protagonizado una liga casi perfecta en su camino hacia el ascenso.
Los números lo dicen todo: 60 puntos en 21 jornadas con solo un partido perdido, con 147 goles a favor y 35 en contra. Y es que los jugadores de Pau Yepes han hecho una temporada intachable, superándose en todo momento y dándolo todo en cada partido.
Para resumir el sentir general del club, comenta todo lo relativo a este ascenso Leo Herrera, coordinador de metodología de la sección de fútbol sala, quien recalca que “son momentos de alegría por el ascenso, aunque es cierto que nos hubiese gustado poder haberlo disfrutado en la pista a final de temporada. Pero un ascenso siempre es bonito con independencia de la categoría que sea. Es el culmen de un trabajo bien hecho. Este equipo había hecho méritos para ello y lo merecía”.
Echando la vista atrás de esta primera temporada del equipo, Herrera explica que “el equipo ha demostrado una capacidad de adaptación enorme a todo el entorno y una capacidad de sacrificio aún mayor. Todos los comienzos son duros y más en una metodología nueva que se supone que tiene que dar frutos más adelante y que al principio es mucho estudio y trabajo”.
“A nivel personal, un ascenso es motivo de alegría pero personalmente me supone una mayor satisfacción haber visto el crecimiento de todos ellos… que es mi función, ver cómo puedo ayudarles a crecer a jugadores, entrenadores… Es un motivo de orgullo saber que esos conocimientos que han adquirido les van a valer jueguen donde jueguen. Ojalá sea con nosotros”, añade.
“Seguiremos con nuestra hoja de ruta, con nuestra metodología, seguir trabajando lo mismo o más que hasta ahora porque la categoría nueva lo va a exigir. Hay que seguir dando pasitos que pueden ser pequeñas o grandes pero tienen que ser firmes”, avisa.
Por último, Herrera quiso mostrar su agradecimiento a jugadores, cuerpo técnico, a todos que “lo han hecho muy sencillo y han hecho que haya podido disfrutar de cada entrenamiento”. Y una mención especial al equipo juvenil del Salesianos Alarcos que “tienen que celebrar este ascenso porque es suyo también”. Finalmente, el técnico agradeció este primera temporada a “toda la familia alarquista”. Y un mensaje contundente para la despedida: “Ciudad Real quiere futbol sala, siempre lo ha querido y nosotros vamos a trabajar sin descanso para que tengamos un equipo a la altura de la ciudad”.