Elena Hernández, directora del Departamento de “Español al día” de la Real Academia de la Lengua Española, ha pasado por Ciudad Real para poner en cuestión el lenguaje inclusivo y discutir sobre feminismo e idioma en las jornadas organizadas por la Delegación de Estudiantes de la Facultad de Letras por el 8M.
La responsable de un equipo de filólogos y lingüistas que atienden consultas sobre la lengua desde 1998 (ahora por Twitter y en la plataforma enclaveRAE) ha respondido a un cuestionario exprés para Lanzadigital.com.
Pregunta.- ¿El español es un idioma machista?
R.-Ningún idioma es machista o feminista, lo son en todo caso sus hablantes. Hay que partir de deshacer la idea de que hay sexismo en el sistema lingüístico; el sexismo no está en la lengua, está en el discurso, en lo que nosotros decimos a través de nuestras palabras.
P.- ¿Qué entiende la RAE por lenguaje inclusivo?
R.-Es una etiqueta que se ha generado para referirse a un conjunto de estrategias lingüísticas que tienen como objetivo eliminar el uso genérico del masculino gramatical, aquel que incluye a través de la forma masculina a hombres y mujeres en la referencia. Son estrategias que están en el uso del sistema lingüístico del español como de otras lenguas derivadas del latín, y que no es en sí sexista, sino que hay un término en el idioma que en determinados contextos engloba a hombre y mujer, un elemento que lo que hace es neutralizar las oposiciones de género.
El uso del lenguaje inclusivo
P.- ¿Qué le parece el uso del lenguaje inclusivo?
R.-Yo pongo en cuestión la etiqueta de lenguaje inclusivo porque eso presupone que el lenguaje que seguimos utilizando todos los hablantes espontáneamente en el uso diario del idioma fuera exclusivo o discriminatorio, cosa que nadie que piense un poco podría afirmar.
P.- ¿Qué opina de las guía de lenguaje inclusivo editada por el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha?
R.- Existen en todas las comunidades autónomas, yo creo que se podrían haber replicado unas a otras y hubiéramos ahorrado mucho dinero para invertirlo en este tipo de publicaciones que quizá hubiera tenido mejor destino en otras políticas de igualdad de género. Sinceramente lo que hacen es crear construcciones lingüísticas que solo se utilizan en el lenguaje político y en el lenguaje administrativo, pero que no están en el uso cotidiano del idioma.
Cualquiera que vaya al mercado, coja el autobús o por la calle con sus amigos y su familia, en cualquier situación cotidiana, no hace uso de las recomendaciones de las guías. Estamos creando un doble discurso, el natural o espontáneo que es perfectamente inclusivo del masculino genérico, y este otro lenguaje donde determinadas marcas discursivas lo que hacen es demostrar como una especie de bandera que uno es muy progresista y está en favor de la igualdad.
P.- ¿Qué le parecen las fórmulas “consejo de ministros y ministras” o “buenos días a todos y todas”?
R.-Absolutamente innecesarias. Si llevásemos al extremo y aplicásemos con coherencia este tipo de estrategias los mensajes serían ineficaces por ininteligibles. Precisamente traigo a estas jornadas una circular de un Ampa que leída es ininteligible porque han llevado hasta su último extremo este tipo de recomendaciones.
La lengua y la visibilización de las mujeres
P.-Quienes defienden el uso del lenguaje inclusivo argumentan que no existe lo que no se nombra, ¿qué opina una lingüista de esto?
R.-Yo les diría que hasta ahora las mujeres no nos hemos sentido excluidas de enunciados como “los trabajadores españoles tienen derecho a la huelga” o “los viajeros deberán adquirir el billete en taquilla”, si esto no ha sido así no hay por qué asumir que esa exclusión es real.
Para mí esto de que el masculino genérico invisibiliza a la mujer es una premisa subjetiva, es decir, yo no niego que haya mujeres que se sientan excluidas pero muchas otras, entre las que me incluyo, no lo sentimos así y tenemos el derecho a seguir utilizando el lenguaje como lo venimos haciendo desde siempre.
P.- ¿Qué recomendaciones de uso del lenguaje le haría a una persona activista del feminismo?
R.- Creo que debería eliminar los sesgos sexistas en su discurso, pero no crear artificialmente una manera de expresión forzada porque eso no es una herramienta útil para la lucha; es más, desde mi punto de vista es contraproducente. Nos enajenamos el favor de muchas personas que están a favor de la igualdad pero que no comparten este retorcimiento de las estructuras lingüísticas que hacen del instrumento lingüístico un instrumento político y no de comunicación, que es lo que es la lengua.
Presidenta está en la RAE desde el siglo XIX
P.-Le pregunto por la última polémica política a costa del lenguaje: ¿presidente?, ¿presidenta?
R.-Presidenta. Aunque es verdad que la mayor parte de los sustantivos que son comunes en cuanto al género, es decir que tienen una misma forma para el masculino y el femenino, y que el género se manifiesta con determinantes y adjetivos, como ‘la estudiante española’, ‘el estudiante español’, algunas palabras de estas han generado históricamente un femenino en ‘a’ como parturienta, infanta, clienta, dependienta y presidenta que son absolutamente legítimos porque los hablantes han decidido generar esas formas para referirse a la mujer.
Y te diré más, el femenino presidenta está documentado en español desde el siglo XV y registrado en el Diccionario Académico desde la edición de 1803, no es de ahora.
P.- ¿En qué momento se encuentra el Departamento de Español al día de la RAE, siguen aumentando las consultas?
R.- En 2019 contestamos casi 95.000 consultas con una media diaria de 360 y va en aumento porque la demanda de orientación lingüística no deja de crecer y cuanto mejor lo hacemos más demanda de usuarios acuden a nosotros a resolver sus dudas, a este paso moriremos de éxito.
P.- ¿Qué debe hacer un hablante para dirigirse a este servicio de la Real Academia de la Lengua?
R.-Tenemos dos vías: una es Twitter y otra la plataforma enclaveRAE a la que se accede por una suscripción muy baratita, de 30 euros al año y ahí nos pueden plantear cualquier duda.
P.- ¿Qué es lo más raro que les han consultado recientemente?
R.- Nos han llegado a preguntar que si de cuchara se dice cucharada cómo se dice lo que se coge con el tenedor, que no es “tenedorada”. Lo normal cuando nos recibimos a la pequeña porción de alimento que cogemos con el tenedor es “pinchada” o “pinchadita”. Otras preguntas se pueden resolver consultando nuestro diccionario que está disponible en línea en la web de RAE, pero bueno, la gente a veces quiere una respuesta directa y personal.
Nazanin Armanian ha cerrado las jornadas
Hernández compartió ayer mesa de debate en las jornadas sobre feminismo de los estudiantes de Letras con Nazanin Armanian que disertó sobre ‘El feminismo y las religiones monoteístas’. Armanian ha responsabilizado a Estados Unidos y “a la geopolítica de la Guerra Fría” del auge del islamismo radical en Oriente Próximo.
“Estados Unidos no podía permitir que las fuerzas democráticas y progresistas tomasen el poder con lo que estaba ocurriendo en la zona, e introduce el factor islamista, el factor de la extrema derecha católica y judía en toda la región. El único gobierno semilaico es el Bashar al-Ásad que está a punto de caer, Estados Unidos ha derrocado regímenes laicos y ha introducido repúblicas islámicas.
Armanian asegura que “fue la geopolítica de la Guerra Fría quien introdujo este factor para arrebatar los derechos conquistados de las mujeres en todo aquel espacio por dos motivos, en esa zona está Rusia y China, y también el 65% de las reservas de gas y petroleo del planeta”.