La comunidad de vecinos del pasaje General Rey de Ciudad Real, en cuyos bajos se asientan cuatro negocios de ocio nocturno: una discoteca y tres ‘after hours’, quiere que la justicia imponga el cierre cautelar de la actividad, en tanto se resuelva el pleito civil por ruidos, que instruye el juzgado de primera instancia número 5.
“En el pasaje General Rey es imposible vivir. Ahora está abierta la discoteca Eclipse, que cierra a las seis de la mañana, pero la clientela pasa a las siete a La Clave, que abre a esa hora y recoge a todo lo indeseable de Ciudad Real a esas horas. Hay mucha gente bebida y drogada que sigue molestando hasta el mediodía, cuando cierran”, asegura el vicepresidente de la comunicad, Antonio Galisteo.
Cierre cautelar y que no se alquilen a negocios de la noche
Galisteo y otros vecinos del pasaje han estado en los juzgados este martes, con su abogado Jesús Barroso, para solicitar la suspensión cautelar de la actividad e impedir que los propietarios de los locales los alquilen a negocios de ocio nocturno. Lo han hecho en una vista en el juzgado que lleva la demanda, todavía sin fecha para el juicio.
Esa calle pertenece a la comunidad vecinal
“A los propietarios con tal de cobrar su alquiler les da igual, no se atienen a las normas de una comunidad de propietarios. Se puede tener un local y exigir un rendimiento, pero si vives en una comunicad con sus normas y una calle privada, habrá que ajustarse a ellas”, asegura Galisteo.
La intención de los vecinos es paralizar la actividad antes de que se celebre el juicio por su denuncia, que podría retrasarse al menos un año más. “En el pasaje tenemos todo lo indeseable de la ciudad. La gente que frecuenta estos negocios bebe, se mea en los portales, se droga, se pelea, e incluso dejan a gente tirada en coma etílico algunas veces y tiene que venir la policía”, afirman.
Acción “de cesación”
La demanda civil que ha iniciado la comunidad de propietarios del pasaje General Rey, con unos ochenta vecinos, se basa en la Ley de Propiedad Horizontal. “Se llama acción de cesación que permite a una comunidad pedir en un juzgado medidas tendentes a impedir que un vecino o inquilino continúe con actividades molestas, insalubres o nocivas para el resto”, cuenta Barroso.
“Pedimos que cesen las molestias y, por ello, que se eche a los que gestionan los locales conflictivos y se impida a los propietarios contratar con personas que lleven a cabo actividades similares de ocio nocturno que generen molestias”, añade el abogado de los demandantes.
“No puede haber una acción indiscriminada”
José Luis Vallejo, abogado que representa al propietario del local del bar Colores (ahora está cerrado), se opone a esas medidas y alega “que no se puede dirigir la acción indiscriminadamente; algunos de los negocios pueden generar molestias, el negocio de mi cliente no”.
El juzgado decidirá en unos días si adopta alguna medida o se mantiene la actividad hasta que se celebre el juicio por la denuncia de los vecinos contra los dueños de los locales.
Una discoteca y tres ‘after hours’
En los bajos del pasaje General Rey de Ciudad Real, en las inmediaciones del barrio del Torreón, se asientan desde hace años una discoteca, Eclipse (antiguo Compay) y tres locales más que abren de siete de la mañana a una de la tarde, viernes, sábado y domingo.
El Eclipse, que cerró unos meses por sanción el año pasado (tenía abiertos en marzo de 2023 cuatro expedientes y una multa), funciona como discoteca todos los fines de semana con horario de diez de la noche a seis de la mañana. Una hora más tarde abre La Clave, el único de los ‘after’ abierto al público en estos momentos. A este bar se reengancha el público de la discoteca y trasnochadores en general, para pasmo de los vecinos. La situación la vienen “sufriendo”, dicen, desde el año 2018.