Quienes han leído ya “Enjambre” hablan de una lectura excelente que no se puede dejar hasta el final del libro, cuya creación no se ha visto afectada por el éxito de “Quercus”, la primera obra de la trilogía que hoy va por la 4º edición. Hay quienes aseguran que la obra literaria del escritor Rafael Cabanillas, presentada este jueves en Ciudad Real, mantiene un gran nivel literario, es un relato notable con personajes entrañables, historias hermosas hilvanadas a la manera de El Quijote, en el “paisaje mágico de tus montes y tus sierras y en ese tiempo perpetuo que dibujan las pasiones humanas, los miedos, las ilusiones, el amor…”
Para el autor, sin embargo, “Enjambre” es la historia de una vida que reivindica esa forma de vivir que se nos escapa de las manos como el agua, una vida sana, de amor a la naturaleza, a los animales y a las personas y que quiere cambiarse por otra vida tóxica, dañina, que mata a la naturaleza, destruye a los animales y a nosotros como personas. Es un canto a esa forma de vida y un grito mudo, que es el llega más al alma, según se desprende de la conversación mantenida con este digital antes de la presentación oficial del libro en la Biblioteca de Ciudad Real.
Familias que no se hablan
Para Cabanillas, su nueva criatura literaria es el grito callado de esa gente a la que se les ha abandonado absolutamente, pastores de una aldea de Anchuras, -El Enjambre- donde desde hace medio siglo viven dos familias que no se hablan por un odio ancestral que van heredando a lo largo de generaciones. Son cabreros que llevan el ganado cada uno por una calle del pueblo y tienen la sierra partida para pastorear en zonas diferentes. “Lo que cuento es la vida de una de estas familias, -asegura-, cuyos personajes me inspiran, aunque en un 70-80 por ciento son realidad”.
Hasta llegar aquí, a esta literatura basada en una cultura sobre la que no se ha escrito hasta ahora, Cabanillas tuvo como referentes la lectura de “Levantado del suelo” de José Saramago -cuyo deseo era convertir esta publicación en el libro del Alentejo – y, dos años después, los Santos Inocentes de Miguel Delibes con Extremadura como protagonista, dos territorios clave para el desarrollo de ambas obras y que Cabanillas, tiempo después, extiende esa línea literaria que partiendo de Portugal, pasa por Extremadura hasta situarla en los Montes de Toledo y llenar con ella “el hueco extraordinario que quedaba y convertir esta zona en una manera preciosa, literaria y geográficamente, de construir un paralelo literario, -dicho con toda la modestia del mundo, aclara – ya que nadie había escrito de sobre esto”.
Llenar el vació sobre la cultura de la zona
Su experiencia como maestro rural ha sido clave para conocer el territorio y su sueño ahora es que su literatura sea la de “nuestras sierras, la de las de Castilla-La Mancha, de los Montes de Toledo y la de Cabañeros” y llenar ese vacío que existe sobre la cultura de esta tierra. Este espacio le define, también, la contextualización que de su obra han hecho los críticos más relevantes quienes relacionaron “Quercus”, la primera y exitosa obra de la trilogía, con los Santos Inocentes a lo que Cabanillas suma también la influencia de José Saramago para que, ahora en su madurez, haya brotado “Enjambre”.
Editado por Cuarto Centenario, esta nueva iniciativa literaria está encuadrada en “la mejor literatura sobre la España vacía”, una circunstancia que lleva a nuestro autor a recordar su debut como maestro rural, a los 19 años, en San Pablo de los Montes (Toledo) desde donde pasó a Robledo del Buey, un anejo de Los Navalucillos (Toledo), en una escuela unitaria en la que era el único maestro para 25 chicos de 4 a 14 años donde la única casa que tenía agua caliente era la del maestro.
“Conozco bien esa España vaciada, silenciada o no deseada. He vivido en ella. Conozco a la gente. Mi historia son ellos, son como mi familia”, explica al ser preguntado por la coincidencia de su producción literaria con las reivindicaciones actuales de la España rural y las numerosas iniciativas que hoy ven la luz. “Es tan grave el problema de esta España –sostiene- que como no se tome muy en serio y con grandes medios, se va al garete”.
Ha sido muy complicado
Cabanillas es consciente del reto que supone publicar “Enjambre” tras el éxito de “Quercus” y reconoce que ha sido “muy complicado” de ahí que su apuesta en esta nueva novela haya sido por que sea la antítesis y en la que brille la dulzura, la amabilidad y la modestia.
Además de en la pequeña aldea de El Enjambre donde se desarrolla la acción literaria, en la obra de Cabanillas aparecen los pueblos limítrofes de la zona tanto de la provincia de Ciudad Real, incluyendo la capital, como de la de Toledo como Sevilleja de la Jara o Piedraescrita, con lo que el autor mantiene la reivindicación de esta tierra y la coloca en el mapa literario, como son los Montes de Toledo, Cabañeros, y sus estribaciones.
Por último, Cabanillas se ha rodeado este jueves de un plantel de lujo para presentar “Enjambre” en el salón de actos de la Biblioteca de Ciudad Real que mostró el aforo al completo de público. La periodista y poeta, Antonia Cortés, fue la conductora de la presentación representando ese mundo mágico de la radio y el ser ese agente transformador de la vida en la novela, mientras que el ex presidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, José María Barreda, también presente, es “ese hombre diferente en la política”, en palabras de Cabanillas. El alcalde de Anchuras, Santiago Martín, ha participado en la presentación como tal y como uno de los personajes de “Enjambre”, precisamente con el que da comienzo la obra literaria.