S.C., un vecino de Villarta de San Juan de origen marroquí sin antecedentes, ha reconocido este martes ante la Audiencia Provincial que le pegó varias patadas en la cara a su tío A.C., lo que provocó que cayera al suelo y perdiera los dientes incisivos centrales en una discusión, en julio de 2015 en esa localidad, y ha aceptado una condena de dos años de cárcel por lesiones.
Su pariente, que ha cobrado los más de 8.000 euros de indemnización por la deformidad, ya le ha perdonado y ha comparecido en la vistilla de conformidad ante la sección primera para explicar que está de acuerdo con la sentencia.
Dilaciones indebidas y reparación del daño
La fiscalía, que pidió cinco años de prisión para el acusado, ha accedido a rebajar la condena por las dilaciones indebidas en el caso, que se mandó primero a los juzgados de Manzanares, de ahí que se haya tardado más de cinco años en juzgar, además de la reparación del daño causado.
Juan Aparicio, el abogado defensor, solicitará que se suspenda la pena de prisión cuando la sentencia sea firme.