Dieron su primer concierto el 24 de febrero de 2020 en el antiguo Casino, donde estrenaron ‘Zibá’, y “dos semanas después nos encerraron”, con lo que, más de un año después, están deseando retomar los escenarios para interpretar un espectáculo ideado para “disfrutar de la vida con el alma abierta”. Lo harán el 15 de junio en el Patio del Museo López-Villaseñor, donde se podrá volver a presenciar esta producción emocional y de estrecha conexión con la naturaleza.
“Con muchas ganas regresamos”, asegura Alberto Palomares Sánchez, responsable del montaje audiovisual de esta producción del grupo Sphere, con música interpretada en directo por el pianista Diego Catalán y el flautista Jesús Sánchez y proyecciones de emblemáticos espacios naturales, así como castillos, de la Comunidad Autónoma.
“Lo mejor de nuestro patrimonio natural” como las Lagunas de Ruidera, Cabañeros, las Tablas de Daimiel, los nacimientos del Río Mundo y Cuervo, la Serranía de Cuenca, el hayedo de Tejera Negra y las Barrancas de Burujón, aparecen a lo largo de un directo en el que Catalán y Sánchez interpretan música “muy íntima, descriptiva y visual” del compositor holandés Herman Beeftink, así como una pieza del japonés Takatsugu Muramatsu.
Como símil de la vida, el programa sigue el paso de las estaciones con textos “eminentemente poéticos”, principalmente del criptanense José Antonio Díaz-Hellín, quien ejerce de narrador con una cautivadora voz “muy radiofónica”, sobre cómo una persona en la etapa final de su vida reflexiona sobre su trayectoria vital. Así mismo, el espectáculo cuenta en su introducción con textos de la escritora de la localidad toledana de Madridejos, Maite González.
‘Zibá’, que significa belleza en persa, es un espectáculo para “relajar pulsaciones”, que anima a reflexionar desde un estado de equilibrio y tranquilidad sobre “el paso del tiempo y lo importante que es la vida”, destaca Catalán, que resalta que esta propuesta está “muy relacionada” con lo experimentado durante el último año que “nos ha hecho darnos cuenta de la importancia de la naturaleza, de estar cerca de los tuyos y el amor por la belleza en general”.
La iluminación y las proyecciones de imágenes contribuyen a ambientar el recorrido vital de ‘Zibá’ con composiciones que recorren múltiples emociones desde temas más calmados a más tensos, dramáticos o divertidos.