El concierto que el músico libanés de ascendencia armenia ofreció ayer, organizado por el Ayuntamiento de Ciudad Real con motivo de la Feria y fiestas, permanecerá en la retina de las más de novecientas personas que llenaron un recinto que estaba ávido de volver a albergar música en directo y que cumplía escrupulosamente con todas las medidas Covid estipuladas.
La luz de la luna y la buena temperatura que a esa hora reinaba en Ciudad Real fueron los cómplices perfectos para Malikian que, acompañado por Iván ‘Melón’ Lewis al piano, deleitaron al público asistente con sus cerca de dos horas de concierto (un bis incluido) con motivo de su nueva gira Petit Garage y en el que interpretaron algunos de sus primeros temas de su repertorio musical como una canción relacionada coa su barrio natal de Beirut o la emotiva ‘Pisando flores’, un tema tradicional dedicado al pueblo judío. Aunque los espectadores también pudieron disfrutar de otras conocidas obras como ‘Loucine’, ‘Las milongas de Alfredo Ravioli’, e incluso se atrevió con un tema del que dijo que no habían tocado nunca y que bautizó como ‘Rapsodia culipardeña número 3’, en un claro homenaje al público de Ciudad Real.
Tampoco dejó pasar la oportunidad para agradecer al público asistente su presencia en el concierto, y más aún en una época que, con motivo de la pandemia, la Cultura y la música han sido uno de los sectores más golpeados. Anoche se comprobó como los ciudadrealeños y las personas que acudieron desde otros lugares de la provincia para apreciar el arte y el talento del artista nacido en Beirut tenían ganas de volver a disfrutar de la música en directo. Y es que han sido muchos meses sin poder hacerlo.
El virtuosismo y la fuerza que Malikian desprende sobre el escenario se ve complementada con sus saltos y bailes al compás de la música. Todo ello sin desmerecer el aspecto meramente artístico, pues conforman un todo en el que el músico se siente como pez en el agua.
Malikian demostró también tener un gran sentido del humor y una gran capacidad para el monólogo, aspecto que encandiló aún más al público asistente que ya por aquel entonces había quedado hechizado por su manera de interpretar música sobre el escenario.
Y es que este artista de reconocido prestigio internacional, y que ya lleva veinte años viviendo en España, por lo que se le considera ciudadano español de pleno derecho, fue capaz de danzar al son del violín. Y es que por momentos parecía que flotaba sobre el escenario, acompañado magistralmente al piano de ‘Melón Lewis’, cuyo sonido interactuaba y se fusionaba perfectamente con las notas que Malikian emitía con su violín, pareciendo, por momentos, que se hablaban entre sí.
A Malikian le gusta intercalar durante sus conciertos sus propias obras con otros clásicos de la música clásica, pues ayer le tocó el turno a Tchaikovsky e incluso a Niccolò Paganini considerado uno de los arquetipos del virtuosismo del violín y uno de los máximos representantes del movimiento instrumental del Romanticismo.
También se atrevió con el pop-rock de los años 70 y 90 con la magistral ‘Bachelorette’, de la cantante islandesa Björk, y con la sublime ‘Life on Mars’ del genio David Bowie. Pura magia sobre el escenario de Ciudad Real.
Una de sus últimas interpretaciones de la noche fue la emotiva ‘Nana arrugada’, compuesta durante el confinamiento y que supone un emotivo homenaje a las personas que peor lo han pasado durante la pandemia.
Aún quedan algunos días de música en Ciudad Real. Pero la actuación que anoche interpretó Ara Malikian ya puede ser considerada como el ‘concierto de la Feria’. Los cerca de cinco minutos de ovación con los que el público asistente despidió al artista dieron buena cuenta de ello. ¡Qué viva la música!