El Ayuntamiento de Daimiel pagará su deuda de 7,4 millones de euros con el Instituto de Finanzas regional entre 2022 y 2042. La Corporación Municipal, con los votos favorables de Partido Popular y PSOE y la abstención de Izquierda Unida-Ganemos, dio en el pleno de julio su visto bueno al convenio que han negociado estos últimos meses el equipo de Gobierno y el organismo adscrito a la consejería de Economía, Empresas y Empleo. Un acuerdo que “resuelve un problema que se había enquistado desde hace 15 años” y que “sabemos que es perfectamente asumible por el ayuntamiento”, según destacó el concejal de Hacienda, Jesús David Sánchez de Pablo.
En concreto, el acuerdo fija cuatro años de carencia desde su próxima firma y el pago de unas anualidades de 455.000 euros desde 2022, el año en el que el ayuntamiento completará el pago de otros préstamos suscritos con entidades financieras privadas, como apuntó el concejal.
Además, el convenio incorpora el compromiso de que (solo tras la liquidación de EMUMASA) el consistorio destinaría a la amortización el dinero de la futura venta de parcelas en el polígono CIDAG, que vendrían a rebajar las cuotas de las anualidades o el plazo de las mismas.
De esta forma, con este “amplio horizonte”, se daría carpetazo a la deuda generada por dos convenios firmados en 2003 y 2007 con el objeto de ampliar las zonas industriales de la localidad. “Un fin bueno”, pero que adoleció “de una correcta planificación financiera” en los ejecutivos socialistas de aquella época, como expuso Sánchez de Pablo.
Desde la oposición, la actual portavoz socialista, Eva María López, felicitó al equipo de Gobierno por el acuerdo alcanzado, anotando que su grupo también había empujado para conseguirlo.
En IU-Ganemos se valoraba también las “buenas condiciones” del convenio, pero su portavoz, Juan Julián Rodríguez de la Rubia, criticaba que “la solución llega tarde” ya que se acabará de pagar “casi 40 años después”. Una situación que, entendía, debería llevar al PSOE “a pedir disculpas por su nefasta gestión económica”, y de la que en parte también responsabilizaba al PP por sus años de gobierno en el ayuntamiento y en la Junta de Comunidades. “Son corresponsables los dos, en el gobierno y en la oposición, en Izquierda Unida no hemos intervenido”, apostillaba.
A este respecto, el alcalde, Leopoldo Sierra, recalcó que con los ingresos que tenía el ayuntamiento en 2011, y que se han mantenido estos últimos años, era “imposible afrontar un euro más de deuda”. De ahí que se hayan fijado cuatro años de carencia porque “todavía a día de hoy no podemos asumirlo”. Por ello, Sierra señalaba que su responsabilidad en este asunto solo ha sido “buscar soluciones y ninguna más”, y defendía la gestión y la transparencia de su ejecutivo desde que entró en el Ayuntamiento de Daimiel. “Aquí están todos los papeles y las cifras para que nadie lo olvide cuando prepare sus programas electorales”, añadió.
Bonificación del ICIO a Vestas
En pleno de anoche también se aprobó una bonificación de 90.000 euros a Vestas en la liquidación del impuesto del ICIO, tras la ampliación de sus instalaciones en Daimiel. Una “fuerte inversión” de más de 5 millones de euros que lleva aparejada una creación de puestos de trabajo sobre los cuales se asienta esta exención fiscal, como recordó Sánchez de Pablo.
PSOE e IU-Ganemos se abstuvieron en la votación, pero con más críticas desde la coalición de izquierdas que cuestionaba “la tasa de temporalidad” entre los trabajadores de la multinacional danesa, como expuso Rodríguez de la Rubia.
Sánchez de Pablo aclaró que los datos aportados por Vestas venían avalados por la Seguridad Social y expresó su deseo de que hubiera más empresas de ese calado y con estas inversiones porque “eso aumenta su compromiso con la localidad y la estabilidad de sus empleados”.
Respuestas a la oposición
Durante los ruegos y preguntas, el alcalde explicó que la próxima contratación de trabajadores a través de los proyectos del Plan de Empleo Extraordinario de la Junta de Comunidades ayudaría a corregir en los meses de verano el mal estado de mantenimiento de las entradas al municipio y de algunas calles donde se acumula más broza.
Sierra se quejó de que la Junta de Comunidades todavía no haya cerrado las adjudicaciones definitivas de dicho plan porque esa falta de mano de obra en primavera ha motivado este “lamentable estado”, como reiteró durante su respuesta al concejal socialista Rafael Díaz del Campo. “Lo que es evidente no lo voy a negar, pero usted sabe que para desbrozar teníamos que tener esos trabajadores mucho antes, y todavía en julio la resolución de la Junta es provisional”, enfatizó.
Sobre las posibles complicaciones que pudiera causar el reparto de invitaciones del festejo taurino en los colegios a la hora de mantener el título de ‘Ciudad Amiga de la Infancia’ que UNICEF tiene concedido a Daimiel, el concejal de Festejos, Román Ortega, respondió al portavoz de IU-Ganemos, Galo Sánchez-Bermejo, que “todo se hizo dentro de la legalidad” y que la corrida de toros se seguirá “manteniendo con su subvención”.
A otra pregunta de Sánchez-Bermejo, el portavoz popular, Jesús David Sánchez de Pablo, recordó que la convocatoria de ayudas para proyectos de Cooperación en 2018 puede ser una vía para apoyar a las ONG que trabajan en el rescate de migrantes en el Mediterráneo, matizando que la respuesta de acogida de las administraciones locales debería coordinarse de forma provincial para que sea “más integral y efectiva”.
Y por último, Sánchez de Pablo anunció, ante las largas de la Junta de Comunidades a los requerimientos municipales, que el ayuntamiento va “intentar adecentar parte de las instalaciones” de la antigua Granja Escuela para habilitar “algún tipo de certificado de profesionalidad” a través de una colaboración público-privada con empresas asentadas en localidad. “Es una de las cosas en la que más hemos trabajado durante la legislatura y creo que al final nos las van acabar cediendo para no recibir más cartas”, concluía.