F.L.S.A., el vecino de Puertollano de 76 años acusado de violar a su hijastra, una mujer con síndrome de Down extremadamente vulnerable (tiene 46 años pero 8 mentales y dificultades de lenguaje), se ha declarado inocente hoy en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial a puerta cerrada.
Según el abogado defensor Rubén de Manuel el procesado es víctima de un enfrentamiento familiar que dura en el tiempo. Asegura que “no existe ni una prueba objetiva de la presunta agresión sexual”, y dice que la denuncia, hace ocho en los juzgados de Puertollano, “obedece a una disputada familiar. La hermana que se ha hecho cargo de ella llevaba 35 años sin hablarse con la madre y esa parte de la familia y parece que ha denunciado por motivos económicos”, ha afirmado.
Una víctima muy sugestionable
La defensa sostiene que la presunta víctima es muy sugestionable y que los detalles sexuales de las supuestas relaciones con su padrastro se los ha inculcado el entorno de la hermana con la que vive desde septiembre de 2010, cuando la madre enfermó y no pudo hacerse cargo de ella (a la progenitora le amputaron las piernas en 2010 y murió cinco años después).
Nada que ver con la versión de la fiscalía y la acusación particular que ejerce la hermana y tutora de la discapacitada a través del abogado José Manuel Morales: “Ella ha ratificado la denuncia y ha dado claros detalles de cómo sucedieron los hechos”, ha explicado el abogado, entre ellos que el acusado utilizaba preservativo, en palabras de la víctima, “se ponía un papel”.
Ayudada por las “facilitadoras”
La discapacitada, que ha declarado acompañada de tres “facilitadoras” de la Oficina de Víctimas de los juzgados a petición de la fiscalía, ha sido interrogada con un lenguaje traducido y adaptado a su discapacidad por estas profesionales. “No deja de referirse al acusado como ‘mi pare’ y ‘mi marío’”, ha explicado el letrado.
Entre 8 y 7 años de prisión
Esta parte pide ocho años de cárcel –uno más que la fiscalía- por un delito continuado de agresión sexual con penetración y sostiene que los abusos se han prolongado en el tiempo, durante muchos de los treinta y cinco años que convivió con su madre, el acusado y sus dos hermanastros.
“Está claro que miente, ha dicho que en 35 años de convivencia con la madre no se quedó nunca a solas con la víctima y eso es inverosímil”, ha subrayado Morales.
La acusación mantiene que el relato de la presunta víctima ha sido igual de claro y contundente durante todo el proceso. “Ella ha dado todos los detalles al tribunal de las relaciones que mantenía con su padrastro, como hizo ante la policía judicial y ante la trabajadora social que intervino tras la denuncia”.
Una historia muy dura
Este nuevo caso de abusos sexuales se denunció en el año 2010. En esa época la hermana de la presunta víctima se hizo cargo de ella a raíz de la enfermedad de la madre. Era la primera vez que esta mujer con síndrome de Down que apenas ha ido al colegio salía del entorno de su madre y su padrastro en treinta y cinco años y le contó a la hermana lo que le ocurría.
El juicio que se celebra en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Ciudad Real continúa mañana con las pruebas periciales. Este martes han declarado una decena de testigos.