Entre 40 y 115 años estuvo poblado y el éxodo de sus habitantes está lleno de incógnitas. El yacimiento prehistórico del Cerro Bilanero describe uno de los episodios más curiosos del Bronce Manchego en un pueblo único por su riqueza arqueológica dentro de Castilla-La Mancha, Alhambra.
Ni guerras, ni incendios. En el Cerro Bilanero “no existen evidencias de episodios violentos”, pero lo cierto es que es “uno de los yacimientos de la península con menor tiempo de ocupación”, y al abandonar el lugar sus habitantes dejaron a su paso muchos elementos de valor, como carbones, grano y cerámicas, muy codiciados en la época.
El historiador y antropólogo Alfonso Monsalve Romera confirma a Lanza que la huida fue “pacífica y tranquila”, aunque rápida en el tiempo”, lo que ha permitido a los investigadores localizar una “imagen fija” de la historia del interior peninsular entre los siglos XXI y XIX antes de Cristo.
Una “fotografía fija” de la Edad de Bronce
Lejos de ser susceptible de estimular leyendas mágicas, aquí reside el gran interés científico de este yacimiento que es uno de los más interesantes del Bronce Manchego. Investigadores de la Universidad de Granada consideran que el Cerro Bilanero ofrece “una fotografía, lo suficiente precisa, de las formas de vida en la Edad de Bronce inicial”.
Miembro del equipo que ha dirigido las campañas arqueológicas desde 2015, el historiador y antropólogo Alfonso Monsalve Romera destaca que el Cerro Bilanero es “uno de los yacimientos de la península con menor tiempo de ocupación” y “ahí radica su importancia”.
Según explica el arqueólogo, hay que tener en cuenta que “otros yacimientos tienen el problema de la superposición de vestigios de diferentes épocas”. Cada superposición altera el yacimiento anterior. En este caso, hubo una única fase de ocupación y muy corta.
En busca de respuestas: los efectos del clima
Localizable a tres kilómetros del casco urbano en dirección norte, el Cerro Bilanero es un poblado tipo morra, diferente a las motillas, otra de las estructuras poblacionales características de la Edad de Bronce en La Mancha. Fue un pueblo pequeño, que en ningún momento sobrepasó las 50 o 60 personas.
Mientras que las motillas están ubicadas en la llanura, las morras aparecen sobre una elevación. En este caso, el antropólogo explica que “esta morra no tiene pozo, pero sí puntos de agua potable cercanos, a 200 metros”.
Además, los investigadores han descubierto “una gran cantidad de conchas y de restos de aves relacionadas con el agua dulce”, lo que indica que “en las cercanías del cerro podría haber entornos lacustres con puntos de agua meridianamente estables”.
Documentos antiguos insisten en que en las cercanías del Cerro Bilanero había “zonas encharcables o pequeñas lagunas” que aseguraron la subsistencia y que probablemente fueron desecadas entre la Edad Moderna y la actualidad. “Estas lagunas pudieron existir”, insiste el estudioso.
En el devenir de estos pozos puede estar la causa de la despoblación. Una de las investigaciones centrales del Cerro Bilanero pone el punto de mira en los fenómenos climáticos y cómo afectaron a los pobladores del Bronce Manchego. Si la desecación expuesta por algunos autores es correcta, pudo provocar el despoblamiento del lugar.
Las características del poblado
De planta circular y con algunos anillos concéntricos, las investigaciones han desvelado en cambio que el tipo de construcción y la forma de vida en la morra del Cerro Bilanero no era tan diferente a la de las motillas. Así pues, la morra tiene una gran construcción central y Monsalve Romera destaca que la economía era similar a la de las motillas, ya que los pobladores se dedicaban a la agricultura y a la ganadería.
Los materiales arqueológicos son muy parecidos a los hallados en la Motilla de los Palacios (Almagro) y a la Motilla del Azuer (Daimiel), lo que lleva a pensar a los arqueólogos que “las motillas y las morras pudieron tener el mismo papel en el territorio durante la Edad de Bronce inicial”.
El conjunto de materiales hallados lleva a los arqueólogos a considerar que los habitantes del Cerro Bilanero disfrutaron de “una economía con excedentes”, capaces de producir una gran cantidad de elementos, tanto para ellos mismos como para intercambiar.
El Museo Provincial custodia los objetos hallados
Desde el mes de octubre, el Museo Provincial de Ciudad Real custodia los “miles de materiales” hallados. Las semillas y la cerámica son los más numerosos, aunque también han aparecido conchas, puntas de flecha y hasta juguetes.
Entre los más numerosos, el historiador hace referencia a la cerámica de tradición campaniforme, “con decoración incisa, en zigzag y diferentes motivos decorativos”, lo que demuestra que los pobladores no abandonaron del todo las tradiciones de la Edad del Cobre, momento en el que fueron típicas estas cerámicas.
Los materiales de metal fabricados en cobre son los más llamativos, como puntas de flecha y punzones. Alfonso Molsalve explica que “la industria lítica, tallada y pulimenta da constancia de la existencia de intercambios comerciales con el exterior”. Minería con este tipo de materiales no existe en los aledaños del Cerro Bilanero.
También destacan los juguetes, “las cerámicas para los pequeños de la casa”, con las que aprendían el moldeado y que tienen muchas imperfecciones, están mal cocidas y llevan selladas incluso huellas dactilares. En el yacimiento han aparecido restos humanos de niños, por lo que en el poblado vivieron familias enteras.
La riqueza arqueológica de Alhambra
Poblado por diferentes civilizaciones durante 4.000 años, Alhambra es un “pueblo excepcional” que destaca por su riqueza arqueológica, que lo convierten, según confiesa Alfonso Monsalve Romera, “en un pueblo único en Castilla-La Mancha y no de los más antiguos de España”.
El Cerro Bilanero se suma a la gran cantidad de yacimientos arqueológicos localizados en el término municipal y de gran interés a la hora de buscar las huellas del pasado de la provincia. Por ello, la Universidad de Granada pretende continuar con las investigaciones con nuevas campañas arqueológicas durante el año 2020.
