El panorama tras la extinción (anoche a las 22.00 horas) que deja el incendio del lunes en Almadén, que avanzó a toda velocidad por grandes fincas entre los términos municipales de esa localidad, Saceruela y Abenójar, es desolador en la finca pública Los Pilones.
Lanza ha tenido acceso a imágenes de la devastación tras un incendio que según las últimas estimaciones oficiales ha quemado unas 1.200 hectáreas de importante masa forestal, sobre todo en Los Pilones, la finca más castigada por las llamas, aunque también ha habido daños en las fincas privadas Doña Inés y La Ribera.
El fuego avanzó a toda velocidad
De las causas del incendio, que se declaró sobre las dos y cuarto de la tarde negra del lunes en Ciudad Real, en la zona del pantano de La Ribera, no se sabe nada, solo la velocidad y las dimensiones que alcanzaron las llamas, azuzadas por los vientos fuertes que soplaron ese día de riesgo extremo de incendios. El fuego de Almadén también se declaró de forma simultánea a los de Ruidera y Malagón, ambos ya extinguidos, en la peor oleada de incendios forestales de la provincia de Ciudad Real en años.
Las negligencias se pagan más caras que nunca
Este verano los descuidos, las negligencias y la mala intención se pagan más caros que nunca. Las condiciones de calor son extremas, en especial en provincias del interior como Ciudad Real que lleva más de cuatro semanas con una ola de calor extrema. Las temperaturas están oscilando entre los 40 grados (o más en muchos puntos) y los 36º-37º como máximas más moderadas en julio, con cero humedad, viento en la última semana, y sequía agravada tras otro año hidrológico sin apenas lluvias.