Mihai Vasile, el rumano de 26 años acusado del homicidio de su compatriota Ionut Rijnetu, de 25 entonces, en Villarrubia de los Ojos, ha aceptado abonar 60.000 euros en concepto de indemnización a la viuda y el hijo de corta edad del fallecido.
La cuantía es notablemente inferior a lo que reclamaba la fiscalía (unos 200.000 euros), por lo que ha sido preciso el entendimiento entre las familias. “La pérdida de una vida no se repara con dinero, pero atendiendo a que estamos ante una familia modesta, de trabajadores, hemos aceptado dejarlo todo en 60.000 euros y dar facilidades de pago”, dice el abogado José Carlos Madrid, que ejerce la acusación particular en el caso en representación de la mujer de Ionut.
De momento los padres del acusado, en prisión preventiva desde hace dos años y medio (dos días después del crimen, el 27 de julio de 2019), han aportado una “cantidad sustanciosa” para permitir el acuerdo en lo monetario, pero no hay acuerdo en lo penal. La acusación sigue viendo un delito de homicidio en lo ocurrido, por el que reclaman catorce años de prisión, incluyendo la atenuante de reparación del daño.
Se citó con ellos armado con una daga
“Una puñalada con una violencia extrema no puede ser accidental”, ha argumentado el letrado de la acusación en su alegato final al jurado. También ha hecho hincapié en que Mihai no se encontró por casualidad “a dos gigantones, como dice él”, sino que se citó con ellos y lo hizo armado un cuchillo típico de los que utilizan las bandas para pegarse. “El cuchillo que empleó para apuñalar a Ionut es más parecido a una daga que al que se utiliza en una cocina normal y no sirve para levantar una pestaña de una bombilla del coche, o de un faro, como nos ha contado”.
La fiscal descarta cualquier atenuante
Gema Romero del Hombrebueno, la fiscal del caso, mantiene que Mihai Vasile es autor de un delito de homicidio, en el que no concurren atenuantes, menos las alegadas al principio por la defensa de estado de necesidad, legítima defensa y miedo insuperable. “Quien propicia el encuentro es el acusado, y además acude a él armado”, ha argumentado.
La defensa expondrá sus conclusiones este jueves
Ramón Alén, el abogado de la defensa, aunque reconoce el delito de “homicidio imprudente”, pide la absolución en aplicación de distintas circunstancias atenuantes, si bien ha introducido cambios de última hora por los que la magistrada que preside el tribunal Almudena Buzón, de la sección segunda de la Audiencia, ha decidido posponer hasta mañana jueves su exposición al jurado, para que el letrado “presente un escrito acorde a sus conclusiones que permita redactar el objeto del veredicto”.
Pelea en la Rotonda del Madrugador de Villarrubia
Mihai Vasile, rumano de 26 años afincado en Villarrubia de los Ojos está acusado del presunto homicidio de su compatriota Ionut Rijnetu en una pelea en las inmediaciones de la Rotonda del Madrugador de esa localidad.
Mihai en realidad con quien tenía problemas previos era con un amigo de la víctima, Florin Naon, con el que quedó el 27 de julio a las 20.30 horas, supuestamente “para hablar”. Tanto Vasile, como Alin, fueron a la cita acompañados cada uno por un amigo, y Vasile terminó matando al acompañante de su rival, de una sola puñalada que le alcanzó el corazón.
Los cuatro implicados en la pelea que terminó en tragedia pertenecen a la comunidad rumana de Villarrubia de los Ojos, tienen más o menos la misma edad, y se conocían en su país de origen. Florin Naon, el amigo del fallecido, trabajaba con el padre de Mihai, el acusado, que llevaba días echándole en cara el trato despectivo hacia su progenitor.
Quedaron el sábado por la tarde
El sábado de esa semana (el 27 de julio), tras varias llamadas, quedaron en la Rotonda del Madrugador. La defensa ha mantenido desde el principio que solo era para hablar, las acusaciones que se citaron para pegarse, el caso es quedaron para verse las caras esa tarde.
A la hora de la cita Florin y su amigo Ionut fueron caminando, en coche llegó el acusado y un amigo al que se detuvo en principio por estos hechos, aunque luego no se le ha procesado.
Según la versión de Mihail, no le dio tiempo ni a bajarse del coche cuando Ionut se abalanzó sobre él, abrió la puerta del piloto y empezó a zarandearlo, mientras que Florin lo acorralaba por la ventanilla del copiloto para pasmo de su acompañante (que según él no hizo nada). Sintió tanto miedo que “por casualidad”, para quitarse de encima a los otros dos jóvenes, cogió un cuchillo que llevaba en el vehículo para manipular algo del vehículo, cerró los ojos presa del pánico y pinchó a uno de sus oponentes.
Salió del coche gritando «os mato»
La puñalada, solo una, le dio de lleno a Ionut en el corazón. Malherido la víctima tuvo tiempo de alejarse unos treinta y cinco metros hasta que se desplomó en el suelo y murió. La fiscalía considera probado que después de esto el acusado salió del coche cuchillo en mano y siguió persiguiendo a sus rivales gritando “os mato”. Después se subió al coche y huyó de allí.
Mihai ha mantenido en el juicio que no pensó que había matado a nadie, solo herido, por eso se fue de allí. A continuación llamó a su madre, le contó lo que había hecho y ella le aconsejó que fuera a buscarla a su trabajo (en Madridejos). Volvía con su progenitora a Villarrubia cuando le informaron que el amigo de su rival había muerto, entonces fue a la Guardia Civil y se entregó.