El inicio del rodaje ‘El encierro’ en las minas de Almadén se ha convertido este martes en un acto para reivindicar futuro en la comarca posminera al que han acudido cientos de vecinos.
“Hacemos esto porque queremos hacer notar que Almadén existe, que la gente de aquí quiere vivir aquí y que hace siete años que nuestras minas son patrimonio de la humanidad pero no se nota”, señala el cineasta Chico Pereira, director del proyecto y uno de los once “encerrados”.
En directo en TVE
Pereira ha intervenido en directo en el programa ‘La mañana de la 1’ de Televisión Española, “¡Que baje Page!”, ha dicho poco antes de subirse al ascensor que lo bajará a cincuenta metros de profundidad, para exigir más atención a Almadén por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha.
En los alrededores del pozo, hoy dentro del Parque Minero de Almadén, cientos de personas han aplaudido y animado a los once jóvenes que vivirán encerrados allí hasta el 9 de agosto, los mismos días que una histórica protesta en la mina en 1984 para exigir equiparación salarial con mineros de otras comarcas.
La nieta de uno de los mineros de 1984
Entre los encerrados está Celia Gómez Marjalizo, nieta de uno de los mineros que se plantaron en las minas de Almadén para exigir condiciones dignas. La experiencia quedará reflejada en el documental creativo que prepara Pereira, avalado por otros trabajos muy reconocidos como ‘El invierno de Pablo’ (2012), la vejez de un minero de Almadén que abrió la Quincena del Documental en el Museo de Arte de Nueva York (MoMA).
“Sí, yo soy uno de los encerrados, aparte de director del documental. Creo que mi sitio está abajo grabando”, remata Pereira.
Los protagonistas de la filmación bajan con lo puesto a la mina. Como en 1984 se alimentarán, se asearán y se distraerán con los enseres que les faciliten amigos, familiares y el pueblo en general, tal y como hicieron los verdaderos mineros de la protesta de los años ochenta.
Pereira y su equipo han hecho un trabajo previo de documentación en el que han contactado con mineros de Almadén. “Llevamos un año haciendo entrevistas con ellos, nos han contado muchas anécdotas, desde aquí les brindamos un aplauso y los tenemos muy presentes, de hecho Celia dormirá en el mismo colchón en el que lo hizo su abuelo”.
Una atracción turística más
Durante los once días de rodaje que han empezado poco antes de las doce de la mañana los encerrados se convertirán en una atracción turística más. “Vamos a estar en uno de los pozos que se visita, al lado de la Virgen de la Mina, los turistas también serán una parte importante del proyecto”, subraya.
En el primer día de encierro los ánimos están a tope. Nadie se ha echado para atrás. Solo una persona ha dudado por motivos personales pero finalmente ha bajado al pozo entre los aplausos, las pancartas y las muestras de cariño de los vecinos de Almadén y del resto de pueblos de la comarca.
“Esto es bueno para el pueblo nosotros queremos que Almadén no se olvide y más cuando es uno de los tres lugares patrimonio de la humanidad de Castilla-La Mancha”, ha explicado ante las cámaras de Televisión Española Mari Fé, hija de minero.
“Queremos buenas comunicaciones y una sanidad digna”, remata una de las jóvenes que se ha encerrado en la mina. De las once personas que participan en el documental, cuatro son mujeres.