La Diócesis de Ciudad Real lamenta el posible cierre del Convento de las Concepcionistas Franciscanas Descalzas de Manzanares ante la falta de vocaciones, aunque aclara que la decisión depende “en exclusiva” de las tres monjas de clausura que todavía viven en el lugar.
El responsable de prensa de la Diócesis, Miguel Ángel Jiménez, ha explicado a lanzadigital.com que “las congregaciones son independientes” y “los monasterios de clausura tienen principio y fin en sí mismos”.
De esta manera, las tres monjas de clausura de Manzanares habrían decidido cambiar de residencia a otro monasterio. Cabe destacar que las monjas “subsisten” con la venta de dulces y con los encargos puntuales del lavadero de ropa, de manera que los problemas económicos podrían estar detrás de esta decisión, que el Obispado no confirma.
El cierre de los últimos conventos de clausura en la provincia, hace cinco años el de las Dominicas en Ciudad Real y hace diez las Concepcionistas Inmaculadas también en la capital, ha estado marcado por el envejecimiento de las residentes y la falta de nuevas religiosas. En el primero quedaban dos monjas mayores y en el segundo cinco. Sin embargo, en el caso de Manzanares las tres religiosas, naturales de India, rondan los 40 años.
Quedan 134 monjas de clausura en la provincia
Según los datos aportados a principios de año por el delegado de Vida Consagrada de la Diócesis de Ciudad Real, Miguel Ángel Angora Mazuecos, solo quedan en la provincia 134 monjas de clausura, pertenecientes a 13 comunidades y 9 congregaciones diferentes.
Asimismo, el convento de Manzanares no es el único bajo mínimos, pues en el monasterio de las Dominicas de Almagro quedan cuatro religiosas y en las Clarisas de Villarrubia de los Ojos cinco. El convento más activo es el de las Carmelitas de Ciudad Real con 23.
Por este motivo, Miguel Ángel Jiménez ha hecho “una llamada a los cristianos” para que tengan en cuenta la forma de servir a la Iglesia desde la fe.