El sol es abrasador en el entorno de la aldea de Piedralá de Malagón y el viento inexistente, pero solo hay que subir un camino serpenteante por un cordón de montañas para vislumbrar cómo alguno de los molinos de viento del gran parque eólico de Malagón caza una corriente de aire y las aspas empiezan a girar.
Dieciocho aerogeneradores del parque eólico Malagón I y veinticinco del parque eólico Malagón II arañan el cielo manchego. Se pusieron en marcha en 2007, impulsados por Naturgy, y juntos suponen la mayor concentración de molinos de viento de la provincia de Ciudad Real.
“El año pasado generaron 180.600 megavatios hora, lo que es equivalente a un consumo de 21.792 hogares”, explica David Muñoz, delegado territorial de Naturgy en Castilla-La Mancha. Esto supuso, según añade, “una reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera de 54.800 toneladas al año”.
El representante de la compañía, que tiene otros 4 parques eólicos en Guadalajara y 3 en Albacete, guía junto a varios técnicos a la prensa en la visita. Es un día importante porque van a tener un encuentro con la plataforma Vientos de Futuro, que reivindica el impulso de las energías renovables.
Dos años de mediciones del viento y una radiografía de las aves rapaces
Viento es lo que necesita un parque eólico, es su condición esencial, y Malagón lo tiene. “Durante dos años realizamos mediciones” sobre la velocidad y la dirección del viento. Este tipo de instalación funciona “a partir de una velocidad media anual de en torno a los 5,5 o 6 metros por segundo como mínimo”. Mucho viento tampoco interesa.
El segundo requisito es garantizar la compatibilidad ambiental y para eso tuvieron que hacer “estudios de flora y fauna” que confirmaran la viabilidad de la instalación. Además, elaboraron un plan de sostenibilidad, que contempló una “radiografía” de la vida de las aves rapaces y esteparias, comunes en la comarca de los Estados del Duque.
Este plan es el que determina que “en temporadas de sequía, en las que las aves rapaces pueden tener falta de nutrientes, se aporten animales en zonas de campeo”, para que así no tengan que desplazarse demasiado y acabar entre los molinos. Lo mismo ocurre con las aves esteparias, que consumen cereales, pero en este caso proporcionan a los agricultores técnicas agrícolas “que favorezcan su sustento”.
Una vez superados los requisitos de viento y medioambientales, los aerogeneradores, modelo V90 y de la marca danesa Vestas -que cuenta con fábrica en Daimiel- empezaron a funcionar. “La energía que generan las turbinas se canaliza por la red de media tensión a la subestación eléctrica, que transforma el nivel de tensión a la de transporte para introducirla en la red eléctrica nacional”, señala uno de los técnicos.
En el parque de Malagón “el cien por cien de la energía producida” acaba en la subestación de Picón, que la conecta con la red de transporte nacional, por la que “se dispersa y distribuye” por toda España.
Un nuevo proyecto: sumar placas fotovoltaicas al parque
Después de dieciséis años las valoraciones son muy positivas, aunque Naturgy tiene un proyecto en mente con el que quiere ir más allá. En junio presentó al Ministerio competente y a la Junta de Comunidades un proyecto para la “hibridación” del gran parque eólico de Malagón. El objetivo es introducir placas solares en campos dedicados al cereal del entorno.
“España tiene una situación privilegiada en cuanto a nivel de radiación que nos hace pensar que todos los sitios son aptos para la energía fotovoltaica, a diferencia de lo que ocurre con la eólica”, explica David Muñoz. En el caso de Malagón, la falta de viento en periodos como el verano es común.
Por eso, el delegado de Naturgy explica que con este nuevo proyecto “en días calurosos de pleno julio se va a poder seguir vertiendo energía renovable a la red” y todo ello “aprovechando unas infraestructuras que ya existen”, en concreto la subestación y las líneas eléctricas. El objetivo es “ser más eficientes”.
El Ayuntamiento acoge con “ilusión” el nuevo proyecto
La idea gusta a la plataforma Vientos de Futuro y al recién elegido alcalde del municipio, Luis Carlos Segura, que lo acoge “con ilusión”. “Es un proyecto potente y esperamos una inyección económica que redunde en beneficio de nuestros vecinos. Esperemos que salga adelante y que la ejecución sea cuanto antes”, señala.
Está claro que desde que existe, el parque eólico ha generado empleo –más de 1.000 puestos durante su puesta en marcha y ahora 6 fijos por mantenimiento, que en épocas puntuales del año se duplican-, además de recursos al Ayuntamiento en forma de tributos y para los propietarios privados de estos terrenos, con los que Naturgy firmó un contrato de arrendamiento inicial por los “25 o 30 años de vida útil” que tienen los molinos.
Vientos de Futuro apuesta por las energías renovables frente al cambio climático
Por su parte, Vientos de Futuro insiste en la importancia de promover las energías renovables “para ganar independencia energética frente a los combustibles fósiles y luchar contra el cambio climático, que es uno de los mayores problemas que tenemos como país, continente y planeta”, subraya el portavoz nacional, Carlos Martí.
Hay que tener en cuenta, insiste esta plataforma fundada por la Asociación Empresarial Eólica, la Fundación para la Investigación por el Clima, Talento por la Sostenibilidad y NESI, y de la que hoy forman más de 40 organizaciones sociales, de expertos y vecinales de todo el territorio, que en la actualidad en España hay “31 gigavatios de potencia eólica instalada” y que el plan nacional “contempla superar los 50 en 2030”.
Para Vientos de Futuro ha llegado la hora de derrumbar “falsos mitos”, aquellos que insisten en el impacto ambiental y en la “ruptura del paisaje”. Por un lado, Martí subraya que “la energía eólica tiene una huella ambiental muy baja, porque no necesita agua, no emite CO2, ni expulsa contaminantes”, y con respecto al paisaje, insiste en tener “una visión global de país”. “Hay que instalarla en algún sitio”, apostilla.
Tras destacar que “Europa es la región más garantista con el medio ambiente”, Carlos Martí destaca que en la actualidad España es “el quinto país del mundo en potencia eólica instalada”, energía que “genera 31.000 empleos directos y aporta un 0,5 del Producto Interior Bruto, con 22.000 molinos y más de 1.300 parques. Para Vientos de Futuro en eso consiste la transición energética.