Cuarenta poetas castellano-manchegos han levantado su voz para defender la conservación de los castillos que se encuentran en peor estado en la región, así como para resaltar la belleza de los que están en mejor conservados, que se han convertido en un bien patrimonial y cultural.
Los poetas han querido “dar voz a las piedras” de estos castillos a través de la edición de un libro conjunto titulado ‘Piedra y voz: castillos y poetas de Castilla-La Mancha’, que acaba de ser publicado por la Asociación de Amigos de Piedrabuena, dentro de la colección Yedra que promueve el colectivo.
El libro, presentado entre las murallas del castillo de Miraflores de Piedrabuena está ilustrado con fotografías del fotoperiodista Manuel Ruiz Toribio y pretende dar fe del compromiso de este nutrido grupo de poetas con la conservación de estas históricas edificaciones.
Caro, González Moreno y Del Hierro
El poeta Francisco Caro, uno de los impulsores de esta iniciativa junto con los también poetas Pedro Antonio González Moreno y el fallecido Nicolás del Hierro, ha recordado que la iniciativa surgió hace once años cuando por primera vez algunos poetas de Ciudad Real decidieron “ensalzar la belleza de los castillos de nuestra tierra, algunos de ellos en perfecto estado de conservación”.
También quisieron promover la conservación de algunos otros castillos “no tan afortunados”, que se ven condenados al progresivo deterioro o que se encuentran, en algunos casos, “en estado de inminente ruina o de inconcebible abandono”, ha advertido.
Una “viva realidad del paisaje”
Caro ha subrayado que tanto unos como otros, “constituyen no solo un rico y variado patrimonio históricos, arquitectónico y cultural, sino también una viva realidad de nuestro paisaje, ya que en ellos reside buena parte del interés turísticos de nuestra región”.
Asimismo, ha dicho que “desde la prosa o desde la palabra poética, pretendemos rendirles con este libro un lírico y emotivo homenaje, a la vez que intentamos llamar la atención sobre algunas fortificaciones que forman parte de nuestra historia común, pero también de nuestro más inmediato presente”.
La misma voluntad que hace 11 años
Por su parte, Pedro Antonio González ha afirmado que a los poetas castellano-manchegos lo que les movía hace once años y lo que les mueve ahora “es la voluntad de promover la recuperación de estos castillos, salvándolos de la destrucción y el olvido”.
Para ello, a través de las diferentes colaboraciones que se recogen en el libro “se evocan nostálgicamente otros tiempos de esplendor de nuestra región, o se reflexiona sobre le significado de estas piedras centenarias que se erigen en verdaderos signos de nuestra identidad”, ha señalado González.
“Reivindicamos nuestros castillos con el más profundo amor a nuestra tierra, pero no somos salvadores de ruinas ni adalides de ninguna batalla”, ha aclarado González, quien ha añadido: “Somos las voz antigua de la piedra, el grito y la recia memoria de la piedra, y es la memoria de nuestros antepasados la que habla a través de nuestra voz”.
Ambos poetas han recalcado que “todos hemos crecido a las sombra de las murallas de nuestros castillos y desde ellas, queremos seguir siendo vigías de nuestra historia, centinelas de nuestro patrimonio y atalayas de nuestra cultura”.