El 19 de julio del año 1195 tropas almohades al mando de Al-Mansur y cristianas comandadas por el rey de Castilla Alfonso VIII libraron a pocos kilómetros de Ciudad Real, en Poblete, una de las batallas más cruentas de la Edad Media que culminó con la victoria mora sobre los cristianos y la toma de la pequeña ciudad de Alarcos, en pleno proceso de construcción.
En aquel lugar y en una sola jornada murió la élite de la nobleza castellana para facilitar la huida del rey (muchos fueron enterrados en la fosa de despojos de la muralla) y quedó tan marcado por los malos augurios que ya no despegó, ni siquiera cuando fue recuperado para la cristiandad, diecisiete años después, tras la victoria del mismo Alfonso VIII en las Navas de Tolosa.
Un poco más tarde, otro rey castellano Alfonso X El Sabio le dio la puntilla a Alarcos. Decidió desistir de seguir ocupando el cerro con su magnífica panorámica sobre el Guadiana y dar carta puebla al Pozo Seco de Don Gil, muy cerca, para fundar un realengo que contrarrestara el poder de las órdenes militares en la zona. Era el 20 de febrero de 1255, Ciudad Real echaba andar para la historia y Alarcos moría un poco más.
Todo lo cambió una batalla
Y todo lo cambió una batalla que ochocientos años después está más viva que nunca en Poblete, a punto de habilitar como ruta del sitio histórico del campo de batalla una senda peatonal con cuatro paradas, conexión wifi y bancos solares para recargar el teléfono móvil y acceder a la recreación virtual de la lucha.
Antonio de Juan, profesor de Arqueología Medieval de la Universidad de Castilla-La Mancha y miembro del equipo de arqueólogos de las excavaciones en el Alarcos medieval, es el asesor técnico del proyecto que aprovecha la vía verde de Poblete, de tres kilómetros y medio, para incentivar las visitas al yacimiento.
El combate fase a fase
Las cuatro paradas permiten conocer el desarrollo del enfrentamiento fase a fase. En cada una se están edificando unas casetas de piedra (o ‘hides’) que imitan trozos de la muralla de Alarcos, con techo de carrizo, y una ventana en el interior que mediante conexión wifi y un teléfono móvil permite acceder a la recreación de la parte de la batalla que se libró en el punto en el que se está pisando, entre los mismos matorrales y con el yacimiento al fondo.
“La recreación mezcla la realidad con la realidad aumentada y permitirá ver y escuchar a los caballeros cristianos cargando, el despliegue de las tropas, o el tornafuye de la caballería ligera de los almohades, decisivo en la victoria. Todo acaba en Alarcos, en la fosa de despojos de la batalla para que quien quiera haga la visita al yacimiento arqueológico”, afirma De Juan.
Cada caseta reproduce una construcción ideal del sistema de edificación de Alarcos, base de mampostería y alzado de tapial, “construido con materiales modernos para que el visitante se haga una idea de cómo era la edificación medieval”, aporta Diego Lucendo, colaborador de Antonio de Juan en el proyecto.
Entre las casetas -en plena construcción en vísperas de la romería de Alarcos-, se han situado dos puntos intermedios “para tomar sosiego, recrearte y disfrutar de un hecho histórico”
Hay pocos ejemplos de musealización de batallas como este. En el sitio de las Navas de Tolosa (Jaén), en Despeñaperros, existe una ruta pero no está musealizada, “aquí es que te metes con realidad aumentada en el propio escenario”, subraya De Juan, que elogia el trabajo digital de la empresa ciudarrealeña Anancus Producciones Culturales que ha diseñado la aplicación. En Portugal existe un espacio parecido que recrea la batalla de Aljubarrota, pero no es igual.
La iniciativa, del Ayuntamiento de Poblete, es fruto de la cooperación entre varias instituciones, incluida la Junta de Comunidades que aporta los fondos (unos 72.000 euros) y la Diputación provincial que ha asfaltado la vía verde para facilitar la caminata.
Poblete, más que nunca “puerta de Alarcos”
Con este proyecto Poblete hace honor a su lema “puerta de Alarcos”, recalca el alcalde en funciones Luis Alberto Lara que subraya la vinculación de la localidad, el sitio de la histórica batalla, con el yacimiento. “Antonio de Juan lleva colaborando con nuestro Ayuntamiento desde 2012 con el objetivo de complementar lo que ya existe e incentivar las visitas. Nosotros atraeremos visitantes para dejarlos en la puerta del parque”.
De Juan, que en paralelo está preparando la nueva campaña arqueológica en el yacimiento (posiblemente en septiembre) admite su entusiasmo con esta senda, “un ejemplo excelente de colaboración. Todas las instituciones se tienen que poner de acuerdo para que el patrimonio sea una riqueza para todos”, opina.
La ruta, el 13 de julio
La ruta estará acondicionada para el 19 de julio, coincidiendo con el ochocientos veinticuatro aniversario de la batalla, puede que antes. “Queremos presentarla en el fin de semana del 13 de julio que es cuando tenemos las Jornadas Medievales con la recreación de los campamentos cristianos y almohades”, afirma el alcalde.
La ficción digital finaliza en la caseta más próxima al castillo, en la que se emula la toma de la fortaleza, la marcha de Diego López de Haro, lugarteniente del rey que se quedó conteniendo a los musulmanes para favorecer la huida del monarca, y la toma de rehenes por parte de los almohades. La última imagen es la recreación de la ciudad y el castillo como debieron verlo los vencedores.
Una derrota que retrasó el avance cristiano
La batalla de Alarcos fue una derrota en toda regla que significó una debacle para la Orden de Calatrava y retrasó casi veinte años el avance cristiano hasta Al-Andalus. “Estamos hablando de la muerte de cientos de profesionales de élite de un ejército, comparable a los cuerpos actuales”, recalca el arqueólogo.
Claro que la carga de caballería no era tan bonita como en las películas, con todas las tropas con la misma uniformidad, “había de todo, caballería villana o caballería parda, las huestes de los arzobispos, toda una amalgama de gentes que iban acompañando a Alfonso VIII que aquí aprendió a defenderse del tornafuye, la carga de la caballería almohade, que luego le sirvió para salir victorioso en las Navas”.
El camino termina justo en la fosa en la que se encontró uno de los mayores ajuares de armamento del siglo XII de la península, que sigue dando la vuelta por museos de toda España (a partir del 20 de junio se exhibirán algunas piezas en Murcia). “En otros lugares se dice esto podría ser de tal o cuál batalla; aquí no hay dudas, hombres, bestias, herramientas y despojos se echaron a una de las fosas de cimentación de la muralla [en obras en el ataque] sin ningún miramiento, era julio y no se podían dejar los cuerpos pudriéndose al sol”.
La senda es perfecta para todos los públicos y familias con niños, tomando las habituales precauciones de no exponerse al sol en las horas centrales de los meses más calurosos. “Yo la hice hace un par de meses, como guía para un grupo de vecinos de Poblete y me parece ideal, pienso que es atractivísimo llegar a Alarcos de esta manera”, señala De Juan.
La vía verde de Poblete, punto de partida
El punto de partida es la vía verde de Poblete que sale de las inmediaciones de la piscina municipal, en ese espacio está la caseta principal y punto de recepción (incluirá bar o establecimiento hostelero). Esta ruta forma parte de un proyecto más amplio de acondicionamiento de espacios naturales en Poblete.
El Ayuntamiento pretende ofertarla para incluirla en los Paseos Reales de la Diputación, abiertos a las visitas de colegios, asociaciones, mayores y público en general.
Este es el horario de visitas del yacimiento de Alarcos, dependiente del Ayuntamiento de Ciudad Real, del 15 de abril al 15 de septiembre: miércoles, jueves y domingo: 10.00 a 14.00 horas. Viernes y sábado: 10.00 a 14.00 / 18.00 a 20.00 horas. Los pases de audiovisuales y el museo son a las 10.00, 11.00, 12.00, 16.00 y 17.00 horas. También existen audioguías.