Bluesolar ha comenzado a construir en la sede del Instituto de Sistemas Fotovoltaicos de Concentración (ISFOC) situado en Puertollano su primera planta piloto con una nueva tecnología que promete ser la gran solución en eficiencia, rentabilidad y almacenamiento en el sector energético.
Esta innovación ha sido impulsada y patentada por las empresas andaluzas Capsun Technologies y Ghenova Ingeniería, después de años de investigación y desarrollo con la colaboración de centros tecnológicos españoles como el CSIC, la Plataforma Solar de Almería, Tekniker, la Universidad de Sevilla, el Centro Nacional de Hidrógeno y otros prestigiosos centros europeos como Fraunhofer habiendo sido cofinanciada por CDTI y la Corporación Tecnológica Andaluza (CTA). En concreto, CTA financió el proyecto MOFHAR (Módulos fotovoltaicos híbridos de alta reflectancia), en el que participó como grupo de investigación el Instituto de Ciencia de los Materiales del CSIC.
Bluesolar es el primer concepto para plantas de gran escala que integra energía fotovoltaica y termosolar en una única planta a través de sus innovadores paneles híbridos, permitiendo generar electricidad de manera ininterrumpida. Se trata de un nuevo concepto de planta basado en paneles solares que funcionan a su vez como espejos de concentración, mediante una tecnología patentada de filtros ópticos selectivos de luz. El filtro hace posible combinar ambas tecnologías, sustituyendo los espejos de concentración por filtros integrados en paneles fotovoltaicos que continúan generando electricidad a la vez que reflejan el calor, que se utiliza para almacenamiento térmico o para la generación directa de vapor.
Según apunta el CEO de BlueSolar, Sebastián Caparrós, “la integración de plantas fotovoltaicas con plantas de almacenamiento térmico con tecnología BlueSolar da lugar a un concepto de planta muchísimo más eficiente, modular, fiable, escalable y de menor complejidad tecnológica que las actuales plantas termosolares. Además, permite que las plantas fotovoltaicas puedan producir energía de forma ininterrumpida, pues el nuevo concepto de planta se ha diseñado para ser hibridado con plantas fotovoltaicas estándares, tanto ya operativas como en construcción, optimizándose la infraestructura eléctrica actual.” Asimismo, ha añadido que “la clave está en el alto rendimiento de la tecnología, que permite almacenar electricidad de la red o de otras plantas renovables con una eficiencia eléctrica por encima del 90% y sin degradación, lo que supone una disrupción para el almacenamiento térmico, no solo mejorando la eficiencia de las actuales baterías eléctricas o hidráulicas de bombeo, sino que además lo hace a mucho menor coste”.
El responsable técnico del sector Energía y Medio Ambiente de CTA, Germán López, subraya que “la aplicación de este tecnología tiene gran importancia en el proceso actual de transición energética” y explica que “la implementación de plantas fotovoltaicas con cogeneración térmica que se pretende alcanzar, a partir del desarrollo exitoso del empleo de filtros ópticos selectivos de la radiación solar, contribuirá a aumentar la gestionabilidad de las plantas fotovoltaicas así como a satisfacer la demanda de energía térmica en los procesos industriales”.
Se trata adicionalmente de una tecnología compatible con la generación de hidrógeno verde, especialmente importante para sus derivados como metanol o amoníaco, que necesitan un servicio de electricidad renovable de forma ininterrumpida, así como para acoplarse a plantas desaladoras tanto térmicas como por ósmosis inversa, que tienen un alto consumo térmico y eléctrico, respectivamente.
Los resultados pre-piloto están siendo esperanzadores, y BlueSolar tiene potencial de convertirse en la primera tecnología mundial solar que permite suministro de energía de forma ininterrumpida a un precio de mercado, sin necesidad de subvenciones ni tarificaciones especiales, y así conseguir estabilidad de precios e independencia de combustibles fósiles, afirman desde esta empresa.