La formación ofreció su Concierto Didáctico de Navidad, ameno, divertido (tanto en el teatro como escribiendo esta crónica) y lleno de sorpresas. Debutó “La Unioncita” y acompañaron a la banda con sus voces Carmen La Farruca y Vega Plata; hubo algún que otro divertido sobresalto más. El respetable disfrutó de lo lindo con un recital festivo, bien ejecutado por la UMCT que recibió una sonora ovación.
Marisol Lara (madrina, y muchas veces madre, de la Unión Musical) fue la encargada de presentar el Concierto Didáctico. Agradeció la confianza de los socios, la ayuda del Ayuntamiento y la fidelidad del público. Pidió un feliz 2024 con el deseo de que “la música sea un referente para todos”.
Con nervios y muchas ganas de darlo todo, “La Unioncita” se estrenó sobre las tablas del Marcelo Grande. Dirigidos por Belén Díaz Burillo, los jóvenes músicos interpretaron “Overtura Walt Disney”, “The Raiders March”, un número de la banda sonora de Indiana Jones, de John Williams, “El Zorro”, “La bella y la bestia” y “Piratas del Caribe”. Los pequeños intérpretes recibieron los aplausos del público al acabar su ejecución. Sin duda, la Unión Musical Ciudad de Tomelloso tiene cantera.
Vestidos de gala, no era para menos, ocuparon sus asientos los músicos de la banda “titular”. Esmóquines, lentejuelas, lazos, gorros, gafas, vestidos rojos… el escenario de Marcelo Grande parecía una fiesta de Fin de Año. Comenzó el recital con “Olas del Danubio”, la pieza de Ivanovici anunciaba que no nos íbamos a aburrir.
Agustín Pradillos, el director de la UMCT, presentó el concierto y felicitó el año al público. Durante todo el recital trató de que el apellido “didáctico” de la gala navideña no cayera en saco roto. Explicó pormenorizadamente las piezas que componían el programa haciendo ver al público los infinitos registros de una banda intentando que el respetable conociese más la música interpretada.
“Paradise”, poema sinfónico de Óscar Navarro fue la siguiente pieza, llena de cromatismo y fuerza. En la archiconocida “Sinfonía de los juguetes”, de Leopold Mozart, el director hizo que los solistas de la percusión se colocaran en el proscenio. Por cierto, que la solista del silbato de barro tenía un aire extrañamente familiar. Tras los tres movimientos de la celebrada obra del padre de Amadeus, la banda mostró gráficamente por qué la Sinfonía 45 de Hayden se le conoce como “de los adioses”, interpretando el adagio final. Con Pachelbel’s Christmas, la UMCT ofreció al respetable una pieza navideña, muy “canónica”.
Carmen La Farruca, que deseo feliz año nuevo al respetable, ofreció dos villancicos de tradición andaluza, con arreglos del propio Agustín Pradillos, que la cantaora bordó. En primer lugar, el clásico “Campanilleros” para ofrecer a continuación “Carita divina”, la canción de Raya Real. El público premió a la cantaora —que subrayó que para ella era “un privilegio tremendo cantar con la banda”— con un gran aplauso.
No podía faltar el swing para animar el fin de año. Así, los de Pradillos interpretaron “Swingin’ Jingle”, de Pierpont. “Un año más”, la celebérrima canción de Mecano, interpretada por Vera Plata, que acabó con las campanadas de año nuevo, fue la última pieza del repertorio. El respetable premió el buen hacer de la banda con una gran ovación.
Pero, emulando al recordado José Luis Pérez de Arteaga, todo el mundo sabe que un concierto navideño que se precia necesita de una propina. Y la Unión Musical interpretó el único bis posible un día antes del día de Nochevieja, la marcha “Radetsky”, con un público deseoso de intervenir con las palmas.
