Los tubos de vidrio soplado fabricados por el gran científico e investigador Mónico Sánchez en los años 20 en Piedrabuena protagonizan el calendario 2022 del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, que tiene sedes en La Coruña y Madrid. De colores fluorescentes y con formas esféricas, cilíndricas y en espiral muy vistosas, los tubos aparecen en la portada del calendario sobre un fondo negro.
El Muncyt lo hace en el Año Internacional del Vidrio, declarado el año pasado por la ONU, en colaboración con diferentes organizaciones internacionales relacionadas con este material como la ICOM-Glass, para destacar su valor “como material reciclable y sostenible”. El museo destaca el valor “práctico, económico y artístico” que ha tenido el vidrio a lo largo de la historia, desde las vidrieras del gótico europeo hasta el microscopio de Anton van Leeuwenhoek.
No es la primera vez que el Muncyt aprovecha el atractivo de los objetos del ingeniero piedrabuenero en campañas de promoción, pues hace tan solo un mes el museo utilizó una fotografía modificada de uno de sus tubos publicitarios para felicitar la Navidad. Lo hizo modificando la palabra Sánchez, que tiene el original como muestra la imagen realizada por este mismo medio, por Muncyt.
Una de las colecciones de vidrio más importantes que se conservan en España es la de Mónico Sánchez, uno de los ingenieros de la época más relevantes en todo lo relacionado con la electricidad. El Muncyt cuenta con “más de 650 objetos de vidrio” procedentes del Laboratorio Eléctrico Sánchez, que abrió en 1913 en su pueblo natal después de estudiar en Nueva York y codearse con personalidades tan importantes en él ámbito de la electricidad como Nikola Tesla y Thomas Edison.
Los 650 tubos de Mónico Sánchez
Fiel a la física de los años 20 y a la teoría cuántica, Mónico Sánchez elaboró uno de los catálogos de tubos de vidrio soplado más amplios de su época. Contaba con el soplador de vidrio alemán Bruno A. Sheider, que fue discípulo de otro de los sopladores más destacados a nivel internacional, Emil Gundelach.
En la colección hay desde tubos de Braun de rayos catódicos, que fueron los antecesores de los tubos de televisión hasta la invención del led, hasta tubos publicitarios anteriores a los de neón y otros muy curiosos que sirvieron, por ejemplo, para fines terapéuticos como la “fulguración”, un procedimiento que se utilizaba para operar tumores faciales. Parten del conocimiento de los átomos y es la base de lo que hoy en día conocemos como electrónica.
Muchos acabaron en laboratorios de física para demostraciones científicas y muchos otros respondieron a las necesidades de la medicina en la España rural, pues no hay que olvidar que Mónico Sánchez fue conocido sobre todo por la invención de un novedoso aparato de rayos X portátil y de alta frecuencia que recorrió el mundo, desde Estados Unidos a la Francia de la I Guerra Mundial, por eso también hay tubos de rayos X para aplicaciones radiológicas.
El proyecto ‘Off/On’
Gran parte de los objetos de vidrio de Mónico Sánchez ya aparecieron en la revista ‘Off/On’, que publicó el Muncyt hace unos años. Fue “un proyecto fotográfico único”, ya que registró el funcionamiento de algunos de los tubos de Crookes y Geissler, para lo que utilizaron el propio generador portátil de corrientes de alta frecuencia patentado por Mónico Sánchez y un transformador de corriente.
Así, sometidos a corriente eléctrica, estos tubos y globos de vidrio, que conservan gases enrarecidos, minerales, elementos móviles y líquidos colorantes en su interior, muestran “una realidad cromática a medio camino entre la ciencia, el arte y la emoción”, señalan desde el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, que tiene en su exposición permanente en Alcobendas una parte reservada al científico.
Cabe recordar que en los próximos meses empezarán las obras para la construcción del futuro Museo de Mónico Sánchez en Piedrabuena. Será en su antigua casa, en la calle Tercia, que tenía conexión directa con el laboratorio. El Ayuntamiento trabaja para que la máquina de rayos X portátil y algunos de los tubos de vidrio que se conservan formen parte de la exposición.
