Las tres primeras décadas del siglo XX fueron un período “apasionante”, unos años de “muchos cambios” y quizás los mejores hasta los años 70 y posteriores, comentó el profesor de Historia Contemporánea, Francisco Alía, que indicó que fue una época de efervescencia política, económica y cultural que se vino “un poco abajo” en los años 20 con la dictadura de Primo de Rivera, a los que siguieron unos años 30 y 40 con la Guerra Civil y la postguerra que “acabaron por meternos bajo una losa de la que ha sido difícil salir”.
El inicio del siglo XX fue “muy esperanzador”, con relevantes ánimos de progreso y modernidad, apreció Alía, que pronunció este miércoles en el antiguo Convento de la Merced la conferencia ‘Enseñanza, cultura y cambio social en la provincia de Ciudad Real. 1900-1930’, enmarcada en los actos de conmemoración del 175 aniversario del Instituto Maestro Juan de Ávila, y en la que disertó sobre relevantes personas que intentaron hacer una sociedad “totalmente distinta, innovadora y rompedora”. También en su intervención, que llenó de público el patio del claustro de La Merced, habló de las dificultades que en muchos casos tuvieron y de las conquistas que algunos lograron.
Antiguo alumno del Juan de Ávila, donde su profesora Doña Hortensia le alentó la vocación por la historia, Alía expuso cómo a principios de siglo XX se arreglaron las instalaciones del antiguo Convento de la Merced, sede originaria del primer instituto de Ciudad Real, para la incorporación de nuevas prestaciones educativas como gabinetes de historia natural y laboratorios. “Se acometieron muchas reformas físicas y pedagógicas para implantar la nueva educación de la Institución Libre de Enseñanza” y había profesores que “llevaban a los alumnos a las cercanías para aprender historia natural o a otras ciudades para visitar museos”.
En su conferencia, aparecieron relevantes profesionales relacionados con el Juan de Ávila como José Castillejo, “uno de los padres de la Institución Libre de Enseñanza”; y el catedrático de Historia Natural, Enrique Corrales. También habló de Miguel Pérez Molina, que impulsó la creación de la Academia General de Enseñanza, además de empresarios como Francisco Martínez Ramírez ‘el Obrero de Tomelloso’, el inventor Mónico Sánchez y el farmacéutico Gregorio Poblador.
Así mismo, se refirió a políticos como el general Aguilera, así como Francisco Rivas Moreno, “padre del cooperativismo moderno”, que luchó -“signo de rebeldía e inconformismo”- contra la habitual imposición de cuneros de la Restauración, y a nivel económico, comentó la prosperidad que proporcionó sobre todo en la parte oriental de la provincia el incremento en la plantación de vides en zonas como Tomelloso y Alcázar, aprovechando la caída de la producción en Francia y otras regiones españolas a causa de la filoxera; mientras que a nivel cultural no olvidó a significativos artistas como Ángel Andrade, Carlos Vázquez y Jerónimo López Salazar, ni tampoco la creación en 1918, justo hace un siglo, del Ateneo de Ciudad Real que estuvo activo hasta 1925.