Pacificistas Ciudad Real va a celebrar este viernes un “Círculo de silencio” en apoyo al pueblo rohingya, un grupo étnico bengalí de religión musulmana, localizado en el Estado de Rakáin, en la costa noroeste de Myanmar, la antigua Birmania.
La iniciativa, que tendrá lugar a las 19,30 horas en la calle Carlos Vázquez esquina con la Plaza Mayor, quiere hacer visible la cruda realidad de esta minoría étnica, lingüística y religiosa de los rohingya, un pueblo discriminado y perseguido durante décadas, que ha estado envuelto en conflictos armados de baja intensidad desde la segunda guerra mundial por la posesión de un estado propio.
Pacifistas Ciudad Real recuerda en un comunicado que el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) manifiesta que la crisis del pueblo rohingya es una de las más largas del mundo y también una de las más olvidadas, describe a los rohingya como uno de los pueblos más perseguidos, una minoría “sin amigos y sin tierra”, así mismo manifiesta en un informe de octubre pasado que no sólo se trató de expulsar a seres humanos sino que se tomaron medidas para borrar de manera efectiva la historia, la cultura y el conocimiento de los rohingya, atacando a los maestros y a los líderes culturales y religiosos.
La fobia contra este grupo étnico se ha extendido a las ONG extranjeras que les proporcionan asistencia humanitaria. Las sedes de las organizaciones de ayuda humanitaria internacionales instaladas en la capital de Rakáin son asaltadas con cada rebrotes de violencia, grupos nacionalistas y religiosos han bloqueado en varias ocasiones la entrega de suministros a los rohingya, llegando a atacar con cócteles molotov en septiembre un barco fletado por la Cruz Roja Internacional, continua el comunicado.
El clima de odio se ha propagado como si fuera un virus que ha sobrepasado las fronteras de Rakáin para contagiar a una gran parte de la sociedad birmana, aparecen poblados que proclaman con orgullo estar libre de musulmanes, proliferan los discursos de odio y la descalificación a esta comunidad en las redes sociales son una constante.
La crisis ha generado incluso un singular movimiento de solidaridad con el mismo ejército que mantuvo durante décadas una férrea y brutal dictadura sobre todo el país y contra el que se rebeló en varias ocasiones esta misma población. Los militares han convertido el problema de los rohingya en nacionalismo xenófobo, dando la impresión de que existe un conflicto étnico cuando en la base están la posesión del territorio por el mismo ejército debido a los intereses estratégicos del gaseoducto y oleoductos.
Pero, en resumidas cuentas, en Myanmar se está llevando a cabo un cruel holocausto, solo hace falta ver algunas imágenes y vídeos: se destruyen hogares, se violan mujeres, se queman niños y hombres, e incluso se sacrifican personas para agradar a los dioses.
“Por eso, desde el colectivo Pacifista de Ciudad Real nos solidarizamos con el pueblo rohingya, puesto que son víctimas inocentes de intereses militares, religiosos y económicos, reivindicamos su derecho a una vida digna, a ser reconocidos como grupo étnico, a la posesión de un territorio y denunciamos la masacre a la que están siendo sometidos”, añaden.
Desde este colectivo hacen un llamamiento a la movilización internacional para romper el silencio, el cese del control de la oligarquía militar en Myanmar y exigen el fin del exterminio del pueblo rohingya.