La copla culta y provocadora de Miguel de Molina y la mirada de quien fuera el gran renovador del teatro clásico español, Adolfo Marsillach, han dado contenido a la inauguración del 42º Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro.
La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y el ministro de Cultura, José Guirao (ambos en funciones), se han mostrado maravillados con la exposición ‘Arte y provocación. La copla como género escénico’ sobre Miguel de Molina (Málaga -1908-, Buenos Aires -1993-), organizada por el Museo Nacional del Teatro y la Fundación Miguel de Molina en el Espacio de Arte Contemporáneo, que han calificado de “emocionante”
En declaraciones a los medios, Calvo ha dicho que es una muestra a promocionar porque forma parte “de la historia emocional de unos tiempos muy difíciles, de momentos duros cuando desapareció la democracia, y vino la Guerra Civil”. La muestra “forma parte de la memoria enterrada” de hombres y mujeres que vivieron unos años duros y que “vieron en la copla una salida”, al ser un género que “espresa muy”, tal y como lo hizo Miguel de Molina.
“Le va a gustar a mucha gente, a los jóvenes por encontrar algo nuevo y a los mayores por reencontrase con sus dolores y su pasado”, ha señalado, para agregar que “va a ser una oportunidad”.
También ha reflexionado sobre la cultura, que “inquieta, incita y cuestiona”, tal y como lo vive y lo vivió cuando fuer la responsable del Ministerio de Cultura.
Sobre el premio Corral de Comedias a Adriana Ozores, ha ensalzado el paso por Almagro de la actriz, de la mano de Adolfo Marsillach, que también ha sido protagonista de la primera jornada del certamen, y que con su trayectoria “trazó caminos para enaltecer y profundizar y reivindicar una constante del teatro clásico en los años 80 y 90”. En esa época, ha evocado Calvo, también recalaron en la ciudad encajera los reconocidos actores Carlos Hipólito, Emilio Gutiérrez Caba o Jesús Puente, unos intérpretes que de alguna manera estarán presentes en esta edición, “muy gratificante y que atraerá a mucha gente”.
Como responsable de Igualdad, ha destacado el sesgo feminista del festival, con autoras clásicas y contemporáneas, una mirada que completa la otra mitad de la visión”. Ha destacado la aportación del Ministerio de Igualdad y del Gobierno central desde el Ministerio de Cultura, con el fin de dimensionar un certamen “que no me quería perder”.
En este punto, ha alabado la labor de Guirao, un dirigente “con criterio y solvencia”, que son “una suerte para la toma de decisiones”
Calvo ha destacado lo que representa el Festival de Almagro “para la protección del patrimonio cula actividad dramática “es una manera de soñar” en un proceso creativo de carácter “artesanal”, a pesar de la incursión de las nuevas tecnologías.
La muestra
La muestra se abre con lo que es una declaración de intenciones del protagonista y con un mensaje identificativo: “En verdad esta es mi vida porque llevo el teatro con la misma alegría que en los labios una canción”.
A partir de ahí se abre tras unas cortinas la ‘Danza de las blusas’, catorce de la colección de 40 blusas que se conservan, caracterizadas por el estilo ampuloso y barroco del propio artista, que era el autor de su diseño. Con las mangas abullonadas de dos metros de tela en cada una y fabricadas con diferentes tejidos, brocados y bordados, llaman la atención por sus coloridos y combinación de tonalidades al girar sobre sí mismas, al igual que la decena de pares de botines (laureados de matices arcoíris), o las chaquetillas cortas y los dos trajes completos que se exhiben, uno de ellos utilizado para ‘La bien pagá’.
También hay hueco para tres emblemáticos trajes diseñados por la italiana Franca Squarciapino. Fueron los que lucieron Juanita Reina para la canción de ‘Capote de grana y oro’ , Rocío Jurado para interpretar ‘Amante de abril y mayo’ e Imperio Argentina para cantar ‘El día que nací yo’, cuando participaron en el espectáculo ‘Azabache’ durante la Exposición Universal Sevilla de 1992.
De Molina cantaba, pintaba, escribía, bailaba, decoraba y diseñaba su propio vestuario, un universo con el espectador tiene la oportunidad de “redescubrir” al personaje, “al gran creador que renovó con sus propuestas estéticas”, señala Alejandro Salad, uno de los comisarios de la exposición y director de la Fundación Miguel de Molina.
De Molina, explica el también sobrino nieto del conocido artista, protagonizó cuatro cortometrajes en España, antes de su exilio en 1942, y posteriormente la película “Esta es mi vida” en Argentina, su “testamento artístico”, en el que recogía el abanico artístico español que repasaba en sus espectáculos, desde el flamenco a la copla.
Su nivel de excelencia creativo fue tan elevado, que Victorio y Lucchino homenajearon sus diseños en Cibeles en 2000 y Francis Montesinos en 2014, así como Elio Berhanyer (falleció el pasado mes de enero)dijo que los modistos debían reconocer su aportación a la moda.
Desde el punto de vista artístico también alcanzó reconocimientos como los del trinomio de compositores más célebres de España, Valverde, León y Quiroga, que, al parecer, ofrecieron su talento musical en
A juicio de Salade, De Molina y su arte representan “una parte importante de la vida artística, política y social” de una España en convulsión, que tras triunfar “y llenar teatros” (llegó a protagonizar una zarzuela con Carmen Amaya) en los años 30, España se perdió el “patrimonio cultural en vivo” que desarrolló De Molina en países como Argentina, Uruguay y México.
Intelectual de la vanguardia del 27, fue “valiente y rompedor” y supo, según Salade convertir en oportunidad sus desdichas en España (donde fueron prohibidos sus discos).
La copla
En la segunda parte de la muestra, el Museo Nacional del Teatro ha “potenciado” el ambiente cultural de De Molina con material sobre la copla como género escénico. Bajo el hilo musical con versiones de ‘La bien pagá’ de Miguel Poveda, Martirio o Joaquín sabina, hay fotos de la elaboración de los trajes para los espectáculos teatrales, Carteles de los espectáculos del divo, dedicatorias de artistas y dramaturgos como Eva Perón, Niní Marshall, María Félix, Enrique Santos Discépolo, Pichucho, Adolfo Stray, o Tania.
En vitrinas pueden contemplarse objetos personales del cantante que adoptó Argentina, como la autorización de un coronel para que pudiera salir e España y viajar a América del Sur, sus agendas personales, su teléfono, o un abrecartas.
Hay referencias de nombres insignes de la copla, como una delas manifestaciones más importantes del patrimonio cultural español, como Pastora Imperio, Lola Flores, Concha Márquez Piquer o Antoñita Moreno.
Créditos
Los comisarios de la muestra son Beatriz Patiño, directora del Museo del Teatro, y Alejandro Salade. Está coordinada por José Manuel Montero.
Diseños y dirección técnica: Gregorio Ucle [Chácena.es]
Padrinos: Miguel Poveda y Martirio
