Han presentado la actividad el director del centro, Pablo Iglesias y la concejala de Cultura, Nazareth Rodrigo. Enma Cueva y Álvaro Márquez han dramatizado un fragmento de “El último sábado”; para acabar, se ha proyectado el documental producido por el Ayuntamiento de Tomelloso bajo el título “Francisco García Pavón. Palabra y alma”. Uno de los hijos del literato, Javier García Soubriet ha estado presente en el acto.
La sala García Lorca de la RESAD ha acogido a un buen número de admiradores de García Pavón y tomelloseros residentes en Madrid. Tres alumnos del escritor, de su época como profesor en el colegio Santo Tomás tampoco han querido perderse el acto. Han asistido también las concejalas del equipo de Gobierno, Laura Gallego y Alba Ramírez y la directora de la Biblioteca Municipal, Rocío Torres. Ha sido, sin duda, un estupendo homenaje al autor tomellosero en un centro en el que su recuerdo está muy presente. El momento más emotivo del acto ha sido, sin duda cuando uno de los bachilleres que formó el literato, Juan José Sánchez, ha recordado a su profesor y ha valorado el parnaso de las artes y las letras que era Tomelloso en aquella época.
La concejala de Cultura, Nazareth Rodrigo, destacó que para el Ayuntamiento y la ciudad de Tomelloso es un orgullo volver a la Real Escuela Superior de Arte Dramático con el Centenario de Francisco García Pavón. Se trata de una oportunidad magnífica para retomar este espacio, donde el autor tomellosero pasó cerca de tres décadas y hacerlo con un acto muy especial dentro del programa del centenario de Pavón, ha señalado la concejala. Rodrigo ha dado las gracias a la RESAD, en la persona de su director, Pablo Iglesias, por acoger el acto. “Vamos a seguir apostando por la figura de García-Pavón, un insigne escritor y referente de la cultura, necesitamos que Pavón siga vivo y no se quede solo en esta celebración”.
El director de la RESAD ha señalado que el acto de este viernes supone la vuelta simbólica o emocional de quien fue durante muchos años profesor y también director de la Escuela de 1970 a 1975. Para la RESAD fue una época muy importante “se empezó a reivindicar el que nuestros estudios fuesen superiores y la idea de que estuviésemos en igualdad con la universidad”. Durante su mandado, dice el director, se elaboró un plan de estudios, que el fue el germen de los que vinieron después y consiguieron que las enseñanzas de la RESAD fueran superiores a todos los efectos. “Pavón tuvo mucha importancia porque reivindicó las escuelas de arte dramático como lugar de formación de los actores. Muy alejado de la tradición autodidacta y de las sagas de actores”.
Javier García Soubriet, ha recordado que la RESAD está actualmente en el barrio del Niño Jesús y en la época de su padre la escuela estaba cercana al Teatro Real. Toda su vida, ha dicho, durante treinta años fue profesor de Literatura Dramática. “Mi padre dedicó toda su vida al teatro, además de profesor fue crítico de muchos teatros”. Para la familia supone un gran orgullo que la figura de García Pavón regrese a la Escuela de Arte Dramático.
