Como comentaba más arriba, en la imagen predomina el Oxígeno en la zona central (azulada) y el Hidrógeno en la periferia, ensamblados por una región de mezcla de color amarillo.
Volvemos a visitar este objeto que ya apareció en la postal de Noviembre del año pasado, porque tenemos un punto de vista nuevo. En aquella ocasión podíamos ver esta nebulosa en una fotografía de campo amplio junto con la nebulosa Trífida. En esta ocasión, presentamos un detalle sólo de La Laguna, y usando la paleta de colores HOO de la que hablamos en Enero. Esta fotografía está obtenida con un telescopio de 1 metro de focal, y ofrece por tanto más aumentos que el usado en la otra ocasión. De esta manera podemos apreciar mejor los glóbulos de Bok, que son las regiones oscuras que tapan la luminosidad de la nebulosa que hay detrás. Algunos incluso han sido catalogados: en la parte norte está B88; otro en la zona a la izquierda, entre el azul y el amarillo se conoce como B89; y uno más en el sur de la foto es B296. Que estén catalogados significa que han tenido interés para los científicos, y los han etiquetado para estudiar sus peculiaridades. Son oscuros porque están fríos: normalmente los forman gases que están en proceso de compresión y que darán lugar a nuevas estrellas. Cuando en alguna zona se acumula un poco más material que en el resto, su atracción domina sobre los alrededores y va acretando más y más material en una región pequeña del espacio (protoestrella). De esta manera van aumentando la densidad y temperatura. Cuando esta última llega a unos 10 millones de grados, se inician las reacciones nucleares de fusión del Hidrógeno y comienza a emitirse radiación, que por su parte detiene el colapso gravitatorio y mantiene una situación de equilibrio temporal deteniendo la contracción: ha nacido una nueva estrella.
Junto con la nebulosa, tenemos también en la zona un cúmulo de estrellas: el cúmulo del reloj de arena que, con una estrella tremendamente brillante (Herschel 36) ilumina la zona. Pero la principal fuente de energía para esta nebulosa es la estrella 9 Sagitario, una estrella gigante tipo O que es 23000 veces más brillante que nuestro Sol.
Observación visual de M8
Esta nebulosa es bastante grande y tiene una magnitud de 6, de modo que es tenuemente visible a simple vista en buenas condiciones. Junto con la nebulosa de Orión (M42), que ya visitamos aquí hace justo un año, son las dos más fáciles de ver sin ningún instrumento óptico, aunque tendremos que esperar a una noche sin Luna en una zona lejos de poblaciones, y acostumbrar a nuestras pupilas a la oscuridad total. Con ayuda de unos sencillos prismáticos 8×50 o similar pueden apreciarse muchos mas detalles, si bien tendremos que renunciar a verla en color dado que las células “bastón” del ojo, que son de las que echamos mano en condiciones de poca luz, no discriminan colores. Cubre 3 veces el área de una luna llena, y es ideal para practicar fotografía de iniciación con un telescopio pequeño y una cámara réflex. Ahí ya puede recuperarse el color rojo típico de estas nebulosas. Recordemos que los colores mostrados en la foto de hoy han sido alterados en el procesado HOO.