Lanza_logotipo_blanco
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
26 abril 2024
ACTUALIZADO 19:51
  • Ciudad Real
  • Resultados deportivos de Ciudad Real en directo
  • El Campo
  • Internacional
  • Nacional
  • Agenda
  • Anuncios Oficiales
    • Festival 2024 Skating Eurovision / Elena Rosa
      Manolo Ruíz Toribio mostró sus trabajos de fotografía / Elena Rosa
      Todo a punto en la Plaza Mayor para zambullirse en las páginas de un buen libro /Clara Manzano
      Inauguración de la Feria de Abril en Ciudad Real / Elena Rosa
      Presentación de la programación de la cuadragésimo séptima edición del Festival / Clara Manzano
      Aparatoso incendio de un avión para desguace en el aeropuerto de Ciudad Real /Clara Manzano
      170 aniversario del Colegio Público Santo Tomas de Villanueva / J. Jurado
      Encuentro de centurias romanas /Clara Manzano
  • Vídeos
    • Zona de toriles en la flamante plaza de toros de Ciudad Real JCS
      • bendicion_de_plaza_de_tpros_(ER)_ (1 de 1)
      • bendicion_de_plaza_de_tpros_(ER)_ (1 de 1)-3
      • bendicion_de_plaza_de_tpros_(ER)_ (1 de 1)-4
      • bendicion_de_plaza_de_tpros_(ER)_ (1 de 1)-7
      • bendicion_de_plaza_de_tpros_(ER)_ (1 de 1)-9
      Visita guiada a la renovada Plaza de Toros de Ciudad Real
      • Disfrutando del almuerzo
      • Varios toros de saca de El Cotillo
      • Juan Ortega (1)
      • Juan Ortega (2)
      • Pablo Aguado (1)
      • Pablo Aguado (2)
      • Pablo Aguado (3)
      • Roca Rey (1)
      • Roca Rey (2)
      • Roca Rey (3)
      • Roca Rey (4)
      • Ajuste y entrega en la faena de Ortega al sexto
      • El poderío de Daniel Luque
      • Trincherilla de Morante al primero
      • Verónica de Juan Ortega
      Portada Fatigas maletilla.indd
      • Andrés Palacios a la verónica frente al primero JCS
      • La corrida de Martín Lorca estuvo bien presentada JCS
      • Aspecto de parte de los tendidos ayer en Tomelloso JCS
      • Palacios pasando al cuarto con la mano derecha JCS
      • Pase cambiado por la espalda de Molina al quinto JCS
      • Sergio Felipe estuvo dispuesto toda la tarde JCS
      • Derechazo de Sergio Felipe JCS
      • A la corrida le faltó fuerza y casta JCS
      • Perera entre los pitones del primero
      • Perera comenzó de hinojos la faena al cuarto
      • Vuelta al ruedo al cuarto de El Parralejo
      • Buen natural de Paco Ureña
      • Borja Jiménez doblándose de capote
      • Ceñimiento y garra en Borja Jiménez
      • Larga cambiada a porta gayola de Garrido al primero
      • José Garrido en un derechazo al primero
      • Así metió la cara el quinto, de nombre Tabarro, número 30
      • De Miranda salió trompicado al matar al quinto
      • Leo Valadez no destacó
      • Tarde maciza de Garrido ayer en Sevilla
      • David de Miranda a hombros
      • Buena verónica de Aníbal Ruiz al primero JCS
      • Verónica de Carlos Aranda al quinto JCS
      • Ceñido natural de Carlos Aranda JCS
      • Los tendidos de Carrión de Calatrava pidiendo trofeos ayer JCS
      • Natural de buen aire de Aníbal Ruiz al primero JCS
      • Natural de Juan Robles JCS
      • Remate de capote de Juan Robles en el tercero JCS
      • Satisfacción de Juan Robles al recibir el rabo del tercero JCS
      IMG-20240407-WA0014
      Foto de grupo de los alumnos de la Escuela Taurina de Miguelturra junto a su director, Antonio Alegre
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Mirando la vida desde la altura de la poesía

Gloria Nistal
Gloria Nistal / Lanza
Gloria Nistal. Escritora, poeta, fotógrafa y viajera / MADRID
Comentario a “Mira la vida”, de María Antonia García de León (Sial/Pigmalión, 2022), por Gloria Nistal  

Es un enorme placer escribir sobre lo que nos hace disfrutar. Y bien sabemos que El gozo es tan escaso como el oro, tan deseado como el Paraíso (Grietas). Empezar a leer un libro y ver que se gasta la mina del lápiz de tanto subrayar es algo que no tiene precio, una alegría que le deseo a toda persona de buena voluntad.

Un libro puede ser un regocijo, una construcción en la que nos sentimos en casa.

Entré en el nuevo libro de María Antonia desde el conocimiento que da una gran amistad y haber leído todas sus últimas obras. Pero era un libro sorpresa, una trampa, un desnudo integral de la intimidad.

Dice su prologuista, Antonio Chazarra, que la poesía es imprescindible para atravesar el camino y asimismo que la poesía es de quien la necesita. Estoy muy de acuerdo. Yo soy una gran necesitada de poesía. La llevo en el equipaje por todos los paisajes que visito, en ocasiones busco la poesía como alimento para compartir en el ágape de la amistad, del amor; compartir mi poesía, compartir la poesía de otros.

Pocas veces en los últimos años he sentido esa alegría casi física que produce el regocijo del intelecto. Este libro ha sido para mí un reencuentro, una identificación. Todos somos Narcisos ante el milagro del espejo. Al leer Mira la vida sentía yo que sus palabras habían podido ser escritas por mí o tal vez solo fuera un wishfull thinking, un profundo deseo de haberlas yo dado a luz.

Pero además de identificación, también había reconocimiento, admiración. El territorio del Yo me poblaba desde las palabras de otra poeta, una poeta hermana.

García de León ha venido cultivando y regando desde hace más de diez años con esmero, trabajo, inteligencia y sentimiento un jardín personal de poemas, al que apetece aproximarse, curiosear y perderse dentro. Desde Poemas al ritmo de las estaciones, de los días y el amor, de 2011, no ha llovido demasiado en ningún sentido, pero lo ha hecho con la fuerza que tienen los acontecimientos intensos.

Dice también su acertado prologuista que la palabra poética es terapéutica. Si bien creo que la palabra puede ser terapéutica en sus más variadas formas (aunque en ocasiones puede ser hiriente y dañina), las palabras al oído, las de amigo, las de madre, las de hermana, las de la literatura pueden curarnos y enseñarnos el camino. Las palabras de Mira la vida nos enseñan una vía de completitud, de clarividencia, de haber llegado a un conocimiento profundo del territorio del yo y del mundo habitado por los otros.

Mi vida, mi única patria y La Mancha, el territorio. Definición condensada que aparenta el lema de una religión, la que cada uno de nosotros nos hemos creado y que no es otra cosa que el cordón umbilical que nos une a la corta línea temporal de nuestro viaje a través de la historia. Y se trata de depurarnos y finalmente dar y ofrecer aquello que hemos conseguido.

Este libro es una prueba de madurez, no relacionada directamente con la edad, sino con la solidez de haber cribado el poema hasta dejarlo en la esencia de lo que quiere transmitir, con las necesarias gotas de frivolidad, superficialidad o sorpresa que nos adereza el viaje del deseo. El poema así refleja las contradicciones que regala el tiempo: la sabiduría de lo aprendido /aprehendido y la certeza de la ignorancia de lo que le queda por aprender en un espacio temporal que se vuelve cada vez más estrecho.

Ando perdida entre la fiesta

Y la melancolía.

El paso del tiempo me entristece. (Barro soy, a quebrarme vine)

Vivir es habitarse y se trata de descubrir nuestra casa, irla construyendo, engalanando para vivirla intensamente, adornando sus paredes con los cuadros admirados, llenando los almarios de los objetos que amamos, poblando las estanterías de nuestros autores amados, haciendo que suene la música preferida y después, invitar al otro, a los otros, desvelarla para que sea compartida y disfrutada.

El libro se divide en cinco partes y un opúsculo.

La primera parte es una construcción circular, comienza y termina con la edificación del Yo. La biografía, una construcción (primer poema); Arquitectura para una biografía (último poema). Se trata de la construcción (y destrucción) de una personalidad fuerte que se cuela y trepa por los intersticios de la vida como la hiedra en los huecos del muro. Una docena de poemas sintéticos, breves, intensos que quedan grabados en nuestra memoria. Son fotografías traídas al presente, nos enseñan lo que fueron, aunque sabemos desde la melancolía que los lugares en que se tomaron aquellas instantáneas son ahora escenarios vacíos. Y ya con la casa edificada, la pobre barquilla de Lope una vez rota entre peñascos es ahora rescatada y amarrada en el puerto estable de la serenidad desde donde se sueña y vislumbra el paraíso.

Diecinueve poemas conforman la parte segunda, Mira la vida, que da título a todo el libro. A diferencia de los poemas de la primera parte, muchos de estos poemas se abren con una frase de otro autor o están dedicados a personas del entorno de la poeta. Del yo interior a la vida, lo que está fuera y vamos incorporando por el camino. Una vez puestos los cimientos añadimos  capas sucesivas al sustrato inicial, integramos retazos de vida, el agua, la arena, las montañas, las plantas, la piedra, la luz, la huella de un ser único en el universo y que se diferencia del universo. Mirar la vida, escribir la vida y llenarse de placer ante el descubrimiento de la imponente presencia de existir en el yacimiento humano  (De la materia de la vida).

También hay un reconocimiento al azar, no solo a la dedicación mimada del orfebre o al empeño del arquitecto que somos para elaborarnos. Somos el resultado de un destino en el que, al menos al inicio, no hemos intervenido. Nacemos en un lugar concreto, en un tiempo, en un cuerpo y nada de ello es elegido por nosotros:

He llegado a lo que soy

Por pura casualidad.

Por un azar generacional y terco

Como una carambola de billar,

Mi yo.  (¿A qué huele la vida?)

Y el tiempo es un hilo conductor en este poemario hecho de tiempo-arena, tiempo-agua, que se diluye entre los dedos y nos va dejando improntas de sabiduría. El tiempo huye, está huyendo, pero nos deja la llave para mirar la vida, esa clave que ya nos dio Pedro Salinas en La Voz a ti debida: qué alegría, vivir // sintiéndose vivido. Ser feliz viviendo en los demás, ser amado, compartido. María Antonia huye de lo fácil, de lo manido, de lo vulgar, de lo efímero, de aquello que todo el mundo habla y sabe hablar, de los poemas surgidos de las humedades del deseo, pero ella sabe hablar de amor y lo hace de una forma sencilla, sugerida, contundente, convincente, renunciando conscientemente a lo prosaico, a lo evidente. Sabemos que habla de amor:

Escribo, hoy, este poema,

Pensando en ti.       

García de León es una mujer comprometida con la dignidad de la mujer y su promoción en todos los aspectos de la vida. Dedicada profesionalmente durante años a los estudios de sociología de género, ha incorporado en su poesía esa necesaria vindicación de las mujeres hermosas que alzan su copa, esas que hacen la vida posible en un mundo de hombres, esas mujeres que ya aparecían en su libro A trescientos kilómetros por hora (2012). Nosotras nunca estuvimos allí… en aquel arrasamiento de vida…nosotras… jugamos a la vida, creemos en la vida. Y canta, inevitablemente, en este poemario a las mujeres, a las mujeres sabias, que perdieron la espina y ganaron la flor.

El mundo iluminado y yo despierta es un conjunto de trece poemas que componen la tercera parte de este poemario. Se abre con un maravilloso pórtico de la imprescindible y omnipresente Emily Dickinson, que homenajea el inmenso poder de la palabra. Y a continuación, el primer poema es el Logos, precisamente la palabra misma, el principio. Y vamos de la mano de la poeta de lo general a lo particular, de lo arcano de los remotos orígenes a las rutinas cotidianas, a los pequeños hábitos del día:

 

Han ordenado las pequeñas casas

Sobre el monte próximo

                               …

Y el panadero ha abierto su tienda

El niño al colegio

Y el quiosco vende las crueles noticias de hoy.  (Queridas rutinas)

Siguen caminando mujeres por el poemario Women who will (con mi eterno agradecimiento por haberme dedicado ese poema) y Heroína de museo quiero ser. También hay lugar para los divertimentos, las vanitas, la ópera, los milagros de la naturaleza, el mundo iluminado por el que transita el despierto yo de nuestra poeta.

Sujeta los caballos es la parte más breve del libro y se compone de solo nueve intensos poemas que son una declaración, la infinita agenda de esperanza, la negación de la evidente muerte, desafiando las pertinaces certidumbres de miles de millones de seres que nos han precedido durante millones de años de vida en la tierra:

No creo en la muerte,

Pero, al parecer, existe.

Surrealista, absurda,

Una información equivocada.      

Del universo al yo, un microcosmos que palpita en cada estreno mundial de un nuevo día en la acrópolis de la llanura que es la Mancha. Los estados de ánimo se suceden y en igual medida las paradojas, de la mañana más bella de mi vida que encontramos descrita en Un misterio que no volverá a ocurrir a la petición de una carta de navegación, una cartografía para orientarse en las tinieblas que habita. Encontramos igualmente en esta cuarta parte una delicatesen de apenas nueve versos, Kairós, ese instante diferente al tiempo habitual que la poeta nos regala con la exquisitez descriptiva de la caída de una perla de un broche roto por el escote de su vestido.

La parte quinta, Metapoética, consiste en un breve tratado de la poesía, una declaración poética en esencia. La poesía nace cuando el yo se queda en soledad enfrentándose a la insoportable levedad de su ser y cristaliza y se reencuentra con su propia identidad, esa enfermedad cardiovascular que nos supera. Y nos da un consejo: no te enamores nunca bajo la luz de neón.    

Las mujeres en estado puro, las poetas de la sororidad vuelven a aparecen en cada una de las partes de este libro, ahora son las hermanas de América, Louise Gluck, premio nobel de literatura 2020 a la que dedica el poema hic et nunc;  Anne Carson, una de las poetas actuales más destacadas de la lengua inglesa y Anne Sexton, la canadiense ganadora del premio Pulitzer en 1967. A ellas y a otras mujeres le dedica un amor, que es como un palimpsesto, un entrenamiento. Un amor que coincide con la inteligencia. Éramos guapas, no lo sabíamos.

                               Dicen que lo cierto es la vida, no la muerte.

Al poemario se añade un opúsculo del confinamiento formado por dieciséis poesías del interior y nueves poemas para pensar / soñar en el confinamiento. Retratos de ese tiempo que vivimos y algunos disfrutamos de la más productiva soledad que nos ha sido dada. García de León escribió en esa época dos diarios Estado de sitio (abril 2020) y El yo sitiado (abril 2021), además de estos poemas que incluye ahora en su Mira la vida. Los poemas exhalan esa sensación de cautividad, ese cierre del universo. Un espíritu libre como el de nuestra autora se rebeló una y mil veces contra ese apresamiento insospechado, pero nos regala sus poemas desde la resistencia. ¿Cómo sujetar al viento? Su naturaleza de planta salvaje debe amoldarse en ese estado de sitio para llegar a convertirse en planta de interior.

En este mini poemario de confinamiento también se hará tributo para los que se van marchando, a los amigos que parecían eternos pero que se ha llevado el terrible enemigo invisible… y a las nubes, esas que corren libres y la saludan diariamente, mientras se asoma a la ventana. Entonces se hará pastora de nubes y las llamará por su nombre. Después volverá a sus cadenas, al confinamiento en su yo de mujer-máquina que debe trabajar sin descanso para producir diarios y poemas al objeto de que esos días no se tornen yermos.

En opinión de la epiloguista, Nery Santos, el libro funciona como un uróboro por estar escrito de forma que consiste en un constante renacer. Yo añadiría que simboliza el esfuerzo, la lucha eterna y en ese sentido sería el libro prometeico que señalaba su prologuista. Es un libro- fuego que se nos regala al resto de los mortales.

Marcel Proust cumplimentó un cuestionario que le dio su amiga, Antoinette Faure. El cuestionario, injustamente, ha pasado a la historia como cuestionario de Proust. Se basa en treinta preguntas sobre determinadas preferencias y afinidades. Después de contestarlas se supone que tenemos un conocimiento mayor de la persona. Sin duda ninguna muchas de esas preguntas se contestan en este libro: tus autores favoritos; tus poetas, un héroe y una heroína de ficción; tu músico favorito; el estado más común de tu ánimo…

Por el poemario desfila una cohorte de escritores, poetas, músicos y canciones, cineastas, héroes, personajes de ficción, todos admirados, los lugares y los amigos queridos, que le han acompañado en el viaje de la construcción del yo, entre ellos: Abraham el patriarca que anticipaba; el gran Homero; Ovidio; Marcel Camus; Lope de Vega, Lord Byron; Pedro Salinas; Luis Cernuda, Machado; Rubén Darío; Cortázar; Maialovski; los imprescindibles J.L.Borges; María Zambrano; Joan Margarit y Emily Dickinson; las poetas Louise Gluck, Anne Carson y Anne Sexton; Mandela; los pintores Sánchez Cotán y Hopper; los personajes como Antinoos; Dido; Scarlet O’Hara y Ashley; Lolita; los directores de cine Mishogushi (Mizogushi) y Kurosawa; el músico poeta Leonard Cohen; la canción de Scarborough fair… los lugares simbólicos: Bolonia; Tiberiades; Cartago; la acogedora Málaga, su hogar en el confinamiento; Brandemburgo, México…

García de León inventa expresiones como sonrisa Breda y se define a sí misma como cardo; hermana de Emily Dickinson; fractal, mujer-máquina; pastora de nubes; animal enjaulado…

Y así, han ido apareciendo, como las sombrillas en la playa, como las siembras verdes en el campo, como los niños en el parque, muchos de mis poemas, simplemente por el oficio de mirar la vida.

Un libro inspirador, que indica el camino, un poemario para el goce, quizá no de todos, porque hace falta saborearlo desde la altura, pero estoy segura de que muchos otros, como yo, quedarán tocados por su hondura, su esencia de aparente simplicidad y su belleza.

 

                                                                                                   

 

 

Publicado en:
Noticias relacionadas:
  • María Antonia García de León ante el mural del IES Bernardo de Balbuena de Valdepeñas / Lanza
  • María Antonia García de León ante el mural del IES Bernardo de Balbuena de Valdepeñas / Lanza
Portada de Antonia Valero del poemario de María Antonia García de León
  • De izquierda a derecha, José Ignacio Ruiz Rodríguez; la ponente María Antonia García de León y Andrés Valverde
  • Un momento de la intervención de María Antonia Gasrcía de León
  • María Antonia García de León
  • Andrés Valverde
  • José Ignacio Ruiz Rodríguez y María Antonia García de León
  • Asistentes a la ponencia de García de León
Concha Álvarez en su jardín de La Mancha
María Antonia García de León, junto a Cristina Galán y Conchi Sánchez en una presentación de libros / Luis G.V
Una instantánea de la obra de Lorca por La Teatrería (María Antonia García de León, como narradora)
Cerrar