Más de trescientos relojes están marcando el paso del tiempo durante esta semana en el Museo Cristina García Rodero y lo hacen formando parte de una exposición en la que lo sentimental con el valor de estas piezas históricas se dan la mano.
La Asociación para la Defensa de la Relojería Mecánica de Puertollano ha sido la organizadora de esta pecualiar exposición en la que los visitantes podrán ver y conocer diferentes tipos de relojes, algunos de ellos datan del año 1640 y se incluye, además, una reproducción del reloj de sol ubicado en la Asunción o el reloj original que decoraba, sobre sus escaleras, el antiguo Hotel Castilla.
Santos Aparicio, relojero puertollanense, explicaba que en esta exposición todos son relojes mecánicos datados entre 1800 y 1950, las piezas más recientes, para dar el valor que merece este tipo de relojes antiguos que en su mayoría han sido recuperados y puestos en funcionamiento, por lo que a pesar del tiempo que ya llevan marcado en sus agujas son capaces de poder seguir adelante viendo pasar el tiempo a través de las manillas de los mismos.
Aparicio agradecía a las personas que han colaborado en esta exposición, sobre todo a dos personas que ya fallecieron como Ángel García-Cáceres y Ángel Sobrino, grandes amantes y coleccionistas de estos relojes. Algunas de las piezas de esta exposición han sido adquiridas en países como Alemania o India tras una ardua búsqueda de piezas ejemplares y que ahora forman parte de esta muestra en Puertollano.
Esta asociación se encuentra inmersa, en estos momentos, en la reparación de un reloj para Torralba de Calatrava para el que habrá que volver a fabricar piezas para repararlo y ajustarlo.
Por su parte, el Ayuntamiento de Puertollano, en palabras de la concejal Sagrario Almodóvar, indicaba que el oficio de relojero se está perdiendo por lo que esta exposición cobra un valor añadido en este sentido, “aquí nos van a marcar las horas diariamente” durante toda esta semana.