La mediación es un método de resolución de conflictos que se basa en el diálogo y la colaboración entre las partes implicadas donde un mediador neutral facilita el proceso, ayudando a las partes a encontrar una solución que sea satisfactoria para ambas, siendo una herramienta muy útil en el ámbito educativo, ya que puede ayudar a prevenir la violencia y mejorar la convivencia en las aulas.
Así pues, la mediación permite al alumnado a aprender a resolver los conflictos de forma pacífica, a escuchar a la otra parte, a ponerse en su lugar y a buscar soluciones posibles. Contribuye a crear un clima de respeto y tolerancia en las aulas, a respetar las diferencias y a convivir con personas que tienen opiniones o comportamientos diferentes.
En el ámbito escolar, la mediación puede ayudar a prevenir la violencia entre el alumnado, así como la violencia entre alumnado y docentes. Al aprender a resolver los conflictos de forma pacífica, los estudiantes aprenden a expresar sus emociones de forma constructiva y a evitar el uso de la violencia para resolver sus problemas, además de ayudar a abordar la discriminación, la desigualdad y la falta de oportunidades, creando un clima de respeto y tolerancia en las clases. Además, permite desarrollar habilidades de comunicación como escuchar a la otra parte, expresar sus ideas y sentimientos de forma clara y asertiva o construir acuerdos, habilidades para resolver problemas, identificando los problemas, generando posibles soluciones y evaluando las consecuencias de cada una de ellas, así como habilidades de empatía y colaboración para alcanzar un objetivo común.
Los centros educativos se encuentran sometidos a grandes cambios provocados por la propia evolución del sistema, donde cada vez más la influencia de las nuevas tecnologías como internet y sus redes sociales son utilizados a edades cada vez más tempranas, teniendo como resultado episodios de violencia que no se saben afrontar. Por esto es necesario que las instituciones educativas ofrezcan oportunidades al alumnado para aprender y participar en procesos de mediación, permitan nuevas formas de educar que cubran las necesidades reales con las que se enfrenta día a día la docencia en las aulas y brinden herramientas que puedan beneficiar a toda la comunidad educativa, independientemente de su edad, género, nivel socioeconómico u origen cultural.