La sección segunda de la Audiencia de Ciudad Real ha absuelto a José P.G. de dos delitos de agresión sexual y maltrato habitual a su expareja con la que convivió seis años en Miguelturra, y lo condena por un delito de odio (profirió graves insultos racistas) y tres delitos más (leves) de amenazas, vejaciones injustas y revelación de secretos.
Las penas suman veintitrés meses de prisión, veinticinco de localización permanente y multa de ocho meses a razón de seis euros de cuota, además del pago de 30.000 euros de indemnización a su expareja, con la que tiene una hija, por daños morales. Además deberá pagar la mitad de las costas del proceso.
José P.G., que ya ha pasado casi veinte meses en la cárcel (ingresó a finales de julio de 2022 por la denuncia de su ex), quedó en libertad provisional el viernes pasado por decisión del tribunal que lo juzgó hace unas semanas. La misma sala le ha colocado una pulsera telemática y ha dictado una orden de alejamiento respecto de su expareja, a la que no puede acercarse a menos de quinientos metros, bajo advertencia de que si se salta el alejamiento o la obligación de comparecer cada quince días ante el tribunal volverá a prisión a cumplir el resto de la condena o la que podría acarrear un recurso de las acusaciones.
El fiscal de Violencia sobre la Mujer pidió 30 años de cárcel
El fallo se ajusta a los hechos que reconoció el acusado en el juicio y defendió su abogado Enrique García Herrera. José G.P. reconoció ser culpable de insultos racistas, amenazas, vejaciones y ‘sexting’ (insultó a su ex en decenas de mensajes de ‘whatsapp’ por ser de raza negra y difundió fotos íntimas suyas en las redes sociales), pero no de las agresiones sexuales ni el maltrato, que la sala considera que no se han probado, contra el criterio de la fiscalía. El fiscal de Violencia sobra la Mujer Jesús Gil pidió más de treinta años de cárcel para este joven, y la acusación particular de la víctima, Cristina García Castell, elevó a más de cuarenta años la petición de condena.
“El testimonio de la víctima no satisface los parámetros jurisprudencialmente exigidos para otorgarle valor probatorio suficiente para enervar la eficacia de la presunción de inocencia”, dice textualmente la sentencia a la que ha tenido acceso Lanza.
La llamó 71 veces y la insultó por ser de raza negra
El tribunal considera probado que José P.G., con graves problemas de adicción al alcohol y las drogas, no aceptó que la denunciante lo dejara y ofuscado porque la mujer no le dejó ver a la hija que tienen en común, la madrugada del 28 de julio de 2022, entre las dos de mañana y las nueve y media, llamó setenta y una veces al teléfono de la expareja y le dejó decenas de mensajes de este tipo: “puta negra de mierda”; “las putas negras solo valéis para chupar pollas” o “mejor que os hubieran traído de esclavas para follaros que solo valéis para eso”.
Amenazas en decenas de ‘whatsaap’ y ‘sexting’
Además de otros mensajes de texto con amenazas claras, “un día de estos te van a dar un golpe en la cabeza y te van a desnucar”, “te tengo que quemar viva”, por citar solo unos cuantos de las decenas de ‘whatsapp’ similares que constan en la sentencia y en el sumario.
En ese calentón online, según considera probado la sala bajo la influencia del alcohol y las drogas, para humillar más aún a la madre de su hija difundió fotos íntimas de ella en las redes sociales, incluso en su estado de ‘whatsapp’ usurpando su identidad, publicitó su número de teléfono y su dirección, y la anunció como “puta que folla gratis”.
La sentencia todavía no es firme, cabe recurso.